Recorrido por las fincas cafetaleras en Chiapas
Por Velma Mayén
Conocida como “La Perla del Soconusco” por sus exóticos y exuberantes paisajes, Tapachula es la puerta de entrada al mundo del café y a sus fincas cafetaleras en Chiapas. En el corazón de este paraíso tropical se encuentran alrededor de 13 fincas cafetaleras en Chiapas que abren sus puertas para seducirte con su magia: Hamburgo, Chiripa, Argovia, Violetas, Santa Rita, Lindavista, Perú-París, San Antonio Chicharras, Rancho Alegre, San Francisco, La Granja, Irlanda y La Lucha y para vivir el fascinante proceso de transformación del grano, desde su cultivo, la cosecha de la cereza madura hasta el tostado y empacado para su exportación.
Fincas cafetaleras en Chiapas
Día Uno. Finca cafetalera Hamburgo
Localizada a 54 km de Tapachula, esta finca fue fundada en 1888 por el alemán Arthur Edelman, cuando llegó invitado por el gobierno de Porfirio Díaz, para emprender esta aventura. Tiene más de cien años de experiencia en el cultivo del café. Hoy, la quinta generación de la familia es la que continúa al frente del lugar.
Entre el paisaje montañoso se ven los techos de dos aguas, color ladrillo de la finca, alrededor el paisaje es un verdadero placer para los sentidos pues en esta tierra fértil todo crece a capricho de la naturaleza: desde framboyanes, tamarindos, platanales, mangos, papaya y por supuesto, los cafetales.
Es medio día y el sol está en el cenit, sorprende el sonido incesante de los insectos y el aroma a café. Desde aquí, en lo alto de la montaña se ve Tapachula y, por increíble que parezca, en días de cielo despejado, también se puede ver el mar. Este sitio envuelve con su ambiente, son 540 hectáreas de cafetales de la especie arábiga las que se cultivan aquí y se cosechan desde octubre hasta finales de enero.
Así, comienza el recorrido por el beneficio, el sitio donde se transforma el cerezo maduro en grano tostado. Desde su cosecha, es vaciado en un depósito dónde se lava y, a mano, se selecciona el grano más pesado, que es considerado de primera, después se despulpa y pasa a los tanques de fermentación donde permanece aproximadamente 36 horas. Una vez fermentado, el grano es secado en los patios de la finca, el que no logró secarse al sol, pasa por la secadora que funciona con leña. De ahí se va al proceso de descascarillado. Después viene una tercera selección y, finalmente, se tuesta y se empaca para exportarse a diversos países europeos.
Museo
Frente a la casa grande, donde los Edelman han habitado desde su llegada a la finca, se encuentra el museo. Se trata de una pequeña habitación con piso de madera donde se encuentra el antiguo teleférico, instalado en 1939 que era utilizado para la transportación del café a través de un cable de acero de 2 km. de largo. Hay, también sumadoras, máquinas de escribir, costuradoras de sacos, utensilios de enfermería, chequeras, molinos y empacadoras de café, todos traídos de Alemania alrededor de 1905.
Al anochecer, el espectáculo nocturno es sublime, el cielo se llena de estrellas y poco a poco comienzan a aparecer luciérnagas, escarabajos, mariposas nocturnas y todo un conjunto de insectos, desde los más extraños hasta los más coloridos y exóticos que, al igual que yo, disfrutan de la noche en todo su esplendor.
Guía útil: Finca cafetalera Hamburgo. Teléfono: (962) 62 67 578 y (962) 62 66 404. Precio del tour: $675, incluye transportación desde Tapachula y tirolesa.
Día dos. Finca cafetalera Irlanda
Apenas comienza a asomarse el sol y el cielo se pinta de rojo, es momento de partir hacia la Finca Irlanda, localizada a mil 200 metros sobre el nivel del mar, a 62 km de Tapachula. Orece a los paseantes un recorrido por las plantaciones de café biodinámico y orgánico, además de un aviario con especies en peligro de extinción, como el quetzal, que por primera vez se ha logrado reproducir en cautiverio.
El origen de la finca se remonta a 1920, cuando la familia Peters la compró a un hombre de origen irlandés a finales del siglo XIX, en 1890. Ahí, nos espera el señor Walter Peters, miembro de la cuarta generación familiar en cultivar este café. Huele a hierba mojada por la lluvia nocturna y los insectos continúan su concierto matinal, el viento es fresco y huele a café recién hecho.
La Finca cafetalera Irlanda, fue pionera en Chiapas, en producir café orgánico y en ser reconocida, por su calidad, por la certificadora alemana Demeter Bund. Son 800 hectáreas, de las que 270 están sembradas de cafetales y 300, conservadas como reserva natural donde se aprecian todo tipo de árboles maderables y frutales. Se han contado hasta 236 especies de aves endémicas y migratorias, anfibios y reptiles. También habitan venados cola blanca, tapires, jabalíes, zorrillos, zorros cola roja, pericos y hasta pumas.
Comenzamos el viaje por el beneficio, donde hombres y mujeres guatemaltecos trabajan en su selección. El proceso es el mismo: lavado, despulpado, fermentación, secado, retrillado o descascarillado, selección y tostado. El café que aquí se cultiva es de la especie Robusta y su producción es totalmente orgánica y ecológica, de tipo sustentable. La diferencia, con otro tipo de grano es que, el tiempo de fermentación debe ser más cuidadoso, para no excederse y hacerlo ácido. Su cultivo, también es diferente, para poder sembrar la semilla en los viveros, primero debe prepararse la tierra con lombricomposta, donde la lombriz roja californiana degrada los desechos orgánicos hasta darle los mejores nutrientes para que el café crezca sano.
Después, entramos en un pequeño cuarto de madera, las mujeres seleccionan el mejor café a mano para empacarlo y exportarlo a Alemania, Irlanda, Suiza y Japón. En la finca, también se produce chayote, cardamomo, cacao y miel orgánica entre otros productos, todos de forma artesanal.
Más adelante, Don Walter, actual dueño de la finca muestra a las especies que aquí se protejen: tucanes, pavorreales, hocofaisanes y hasta un quetzal que fue traído para su protección y cuidado, hace 12 años. No se trata de un zoológico sino de albergue para su resguardo, estudio, conservación y reproducción.
Durante todo el recorrido, las orquídeas silvestres que crecen en los árboles, perfuman el ambiente con su aroma, es todo un deleite. También hay helechos gigantes, flores exóticas y plantas con las formas más extrañas.
Guía útil: Finca cafetalera Irlanda. Teléfono: (962) 625 9203 y 642 5475. Precio $250 por persona. Grupos de 50 personas, $50 por cada una.
Día tres. Finca cafetalera Chiripa.
Se localiza a 900 metros sobre el nivel del mar, en una falla natural que forma una isla en el corazón del Río Cuilco, donde su cauce se abre en dos brazos para dejar más de dos hectáreas de tierra en medio de la vegetación densa. Es una de las pocas que hoy conservan su plantación de café Maragogipe, que se cultiva en este sitio desde 1930 en un área de 20 hectáreas de bosque húmedo tropical.
Aquí se practican diversos deportes para los amantes de la aventura, es en el Río Cuilco dónde se extiende una tirolesa de 350 metros de largo sobre su cauce. Además se puede cruzar por el puente hamaca para admirar las formas caprichosas de las rocas que sobresalen por doquier.
Este sitio es el preferido de los aventureros para acampar mientras conversan a la luz de la luna y porque les regala la oportunidad de zambullirse en el río, cuando la época así lo permite, también pueden hacer tirolesa sobre su cauce.
Guía útil: los tours se alquilan en la Finca cafetalera Chiripa. Precio: $400 por persona, incluye equipo para aventura y casa de campaña para 15 personas.
Día Cuatro. Finca cafetalera Argovia
A la mañana siguiente, viajamos hacia Argovia, localizada a 42 km de Tapachula, se encuentra en medio del corazón de un bosque tropical, resguardado por majestuosas montañas.
Sus orígenes se remontan hacia 1880, cuando una familia Suiza, originaria del canton Argau, la fundó y le dio su nombre actual. Y fue, a finales del siglo XIX cuando fue adquirida por el señor Adolf Geiseman, y hoy, es manejada por la cuarta generación de la familia.
Los viajeros podrán vivir la experiencia de cuatro generaciones de cafetaleros que trabajan bajo el concepto de la agricultura sostenible, la diversificación y el respeto del medio ambiente, así como recorridos por los viveros de flores exóticas y de avistamiento de aves.
La variedad que se cultiva es la Arábiga y por medio de injerto de la especie robusta con la arábiga, se crea el café uva, que está listo para cortarse después de ocho meses. Conocerás desde la pisca, que es recolectar el fruto de la planta que puede ser árabe o robusto, hasta el tostado del grano que define su sabor. La producción y cultivo también es orgánica y sustentable que pasa por los mejores estándares de calidad a nivel mundial.
Después de recorrer el beneficio húmedo y seco, iniciamos un paseo por los viveros dónde se cultivan flores exóticas como anturios, antorchas rojas, patas de elefante y una amplia variedad de plantas exóticas que fueron traídas de Europa y África para su reproducción.
Después de la caída de los precios del café, Argovia también se convirtió en hotel, abrió sus puertas en el año 2000 y hoy es reconocida en todo el mundo.
Dónde Dormir
Las fincas cafetaleras Hamburgo, Irlanda y Argovia tienen servicio de hospedaje.
Finca Hamburgo 9ª. Oriente esq. 11 Norte No. 54-A, col centro, Tapachula Chiapas. Teléfono: (962) 62 67 578 y (962) 62 66 404. Habitaciones desde $712 (temporada baja).
Finca Irlanda T. (962) 625 9203 y 642 5475. Habitaciones desde $700 (temporada baja), incluye desayunos.
Finca Argovia. Carretera Nueva Alemania Km 39+2 30700, Tapachula, Chiapas. Teléfono: (962) 692 3051. Habitaciones desde $1200.
Qué comprar
Cada una de las fincas cafetaleras, tiene a la venta café en grano o molido. También puedes adquirir diversos productos elaborados a base de café como licor, salsas y granos tostados con chocolate. Además en las fincas se elaboran mermeladas de mango, carambola, y papaya y miel orgánica. Otra sugerencia es comprar accesorios hechos con granos de café.
Sabías qué…
- El café fue descubierto en Etiopia, alrededor del siglo IX cuando un pastor se dio cuenta que su rebaño de cabras se exaltaban después de comer un pequeño fruto rojo, entonces, decidió probarlo y se pronto, se encontró eufórico. Poco a poco comenzó a conquistar territorio en el mundo como una deliciosa bebida aromática en Europa, y llegó a Italia 1645. Entonces el pastor lo comunica un Abad de un templo cercano, quien da de beber su infusión a los monjes del monasterio. A partir de entonces, empezó a ganar fama en el viejo mundo.
Sin embargo, los europeos trataron de cultivarlo inútilmente, hasta que llegó a América, a bordo de las embarcaciones que intercambiaban mercancías exóticas, fue en este continente donde encontró el clima propicio para su reproducción.
- Desde 1820, el café se cultivaba en Chiapas.