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Valley of Fire Road: la carretera del fuego en Nevada
Extendiéndose de punta a punta del espléndido Parque Estatal del Valle de Fuego, el más grande y antiguo de Nevada, el Valley of Fire Road serpentea entre enormes piedras rojizas que parecen arder bajos los rayos del sol, jeroglíficos de los primeros nativos americanos y otras maravillas naturales, lo que lo convierte en un recorrido único en la vida.
Valley of Fire Road
Además de los paisajes que ofrecen sus 17 kilómetros, en los que se combinan los rojos cobrizos con los blancos, los morados y los verdes, el parque Valley of Fire Road tiene algunas atracciones icónicas que hay que conocer para poder presumir el haber ido, como son:
Arch Rock:
Uno de los grandes símbolos del parque, la roca en forma de arco se formó gracias a la erosión del viento y de la lluvia a lo largo de milenios. Y así como ha sido, seguirá siendo, hasta que llegue el día en que la piedra no se pueda sostener y colapse. La rodea un circuito de dos kilómetros que vale la pena recorrer por sus formaciones rocosas.
Elephant Rock y Piano Rock:
Con la forma natural de un elefante y de un piano respectivamente, estas enormes rocas son casi como un guiño de la naturaleza, y continuemos nuestro recorrido en el Valley of Fire Road
White Domes:
Famosas por sus colores contrastantes, estas formaciones de piedra están rodeadas por un camino que ofrece hermosas vistas del desierto, cañones, cuevas y una locación cinematográfica.
Atlatl Rock:
Nombrada en honor de un artefacto indio para lanzar flechas, en esta zona se encuentran varios petroglifos que hablan del mundo antiguo y de las vidas de sus habitantes. Alrededor se ubican 43 áreas de campamento, para pasar una noche bajo las estrellas.
Beehives:
Estas formaciones de piedra caliza son una muestra más de la espectacular belleza de la naturaleza, famosas por sus múltiples capas de piedra y sus profundos surcos que indican en qué dirección soplaba en viento o corría el agua durante su creación.
Troncos petrificados:
Cuando la madera ha permanecido a la intemperie por demasiado tiempo, eventualmente se fosiliza. Toda la materia orgánica es reemplazada por minerales gracias a los efectos de los elementos. Los árboles-piedra del valle del fuego datan de hace 225 millones de años y se pueden admirar en dos locaciones.
Cañón de Fuego:
Resultado de la fuerza de la tierra, en el parque abundan monumentales cañones; este es solamente uno de ellos.
Rainbow Vista:
Uno de los miradores más conocidos del parque, permite ver desde las alturas una serie de formaciones rocosas, valles, cuevas y domos creados hace más de 150 millones de años, en el tiempo de los dinosaurios… un panorama que enamora a quien guste de la fotografía.
Mouse’s Tank:
Si tiene que la suerte de estar en el parque después de que llueva, no dejes de visitar esta hondonada natural donde se concentra el agua. Hay también varios petróglifos.
Balanced Rock:
Con una peculiar forma que parece hecha por el hombre, es un ejemplo más del inmenso poder de la erosión –y el paso del tiempo-.
Centro de visitantes:
Además de tener las facilidades habituales, como tienda de souvenires y estacionamiento, también tiene exposiciones de geología, ecología, prehistoria e historia más moderna del valle.
De los puntos anteriores, el Valley of Fire Road tiene muchos otros paisajes por descubrir y milagros minerales por admirar, a poco menos de una hora de la ciudad de Las Vegas, uno de los muchos destinos que puedes descubrir con Gran Plan de Aeroméxico.