Destinos mexicanos en riesgo de barcelonizarse: OMT
Históricamente, la promoción ha sido el factor de mayor preocupación de los destinos turísticos, pero ahora hay otras realidades que muestran que no todo en la industria es tratar de atraer viajeros. Así lo dijo el Secretario General Adjunto de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Jaime Alberto Cabal Sanclemente (que algo sabrá del tema), en los tiempos en que la industria nacional se encuentra angustiada, justamente, por la falta de claridad en ese tema.
Con el Consejo de Promoción Turística de México en proceso de liquidación y el empresariado tratando de encontrar recursos, este hombre vino y planteó que hay nuevas preocupaciones.
Por ejemplo, el riesgo de que, sin una planeación adecuada, los destinos mexicanos pudieran llegar a barcelonizarse.
Brincos dieran algunos, por acercarse a tener el potencial turístico que tiene esta gran urbe española, en la que, sin embargo, se han tenido que idear modelos innovadores para administrar los desbordantes flujos de turistas que han llegado a generar descontento entre los locales.
Este caso de éxito es, entre otros, el ejemplo que ocupó el experto para describir que hay un nuevo paradigma urgente de atender en el mundo turistero: el de la sustentabilidad.
Los destinos tienen que preocuparse ahora, también, por aprender a gestionar los flujos de turistas y generar una sana convivencia entre éstos y los locales.
Habrá que ir del marketing a las políticas públicas, pensar en accesibilidad, en inclusividad, en normatividad de las nuevas tecnologías de economía colaborativa, en formación de recursos humanos y en muchas cosas más, explicó.
Si la desaparición del CPTM está bien, el tiempo lo dirá, pero si no se hace nada respecto a cómo hacer más sostenible los destinos de México, entonces también será cuestión de tiempo para darse cuenta que estuvimos mal, dejo ver el distinguido invitado, poco antes de que Cepillín, o bueno, su creador, Ricardo González Gutiérrez, le pusiera a esta conferencia magistral un colofón tan raro como inesperado, al subirse al escenario a saludar.