Todo lo que tus ojos tienen que ver en Portugal
Una vez que te enteres de todo lo que hay que ver en Portugal vas a querer volar a Madrid para conectarte con este increíble país.
Y te enamorarás de sus paisajes, del ritmo de la vida, la gastronomía típica y los deliciosos vinos de la región, para después perderte entre poblados que no imaginaste y disfrutar de playas escondidas.
Qué ver en Portugal al menos una vez en la vida
Portugal es un país miembro de la Unión Europea y se localiza al suroeste del continente, en la península ibérica. Limita al este y al norte con España y al sur y oeste con el océano Atlántico.
Y también comprende los archipiélagos de las Azores y Madeira situados en el hemisferio norte del océano Atlántico.
Sigue leyendo para descubrir aquellas ciudades, parajes naturales y escenarios incomparables que tienes que visitar en Portugal.
Lisboa, la capital
Es seguro que lo primero que tendrás que ver en Portugal sea la ciudad de Lisboa porque muy probablemente sea tu base de operaciones.
La capital de Portugal, una ciudad con mar, deslumbra con su maravillosa arquitectura y enamora con sus siete colinas.
Se trata de un destino romántico si vas en pareja y nostálgico si lo conoces en solitario, por sus tranvías y ascensores de hierro forjado, pero no deja de lado la modernidad y la alegría.
Descubre construcciones emblemáticas como el blanco Palacio Nacional de Sintra, Patrimonio Mundial de la Unesco, un edificio de chimeneas cónicas, patios arabescos y columnas salomónicas.
Otra edificación majestuosa es el Castillo de San Jorge, una fortificación de mediados del siglo XI que domina la ciudad y que ha sobrevivido a batallas y al embate del tiempo.
No dejes de visitar recintos culturales obligados como el Museo Nacional de Arte Antiga situado en un palacio del siglo XVII, el Museo Nacional del Azulejo y el Monasterio Dos Jerónimos, fundado en 1501.
Si te es posible, quédate una noche en el barrio de Alfama y date tiempo para recorrer sus clles laberínticas, tomar un te en alguna de sus plazas y disfrutar de sus escondites.
Y no te vayas sin subirte al antiguo Tranvía. La línea 28E circula entre Praça Martim Moniz y Campo de Ourique, un tramo en el que tendrás hermosas vistas y ascensos empinados.
Oporto, la ciudad más romántica que ver en Portugal
La segunda urbe más grande que visitar en Portugal está llena de cultura, expresiones artísticas y escenarios salidos de una pintura.
Hay que perderse entre sus estrechas calles peatonales para al paso sorprenderse con sus pintorescas plazas, sorprendentes iglesias barrocas y grandes recintos teatrales.
No dejes de fotografiarte teniendo como fondo el puente que une el barrio de Ribeira, Patrimonio Mundial de la Unesco.
Disfruta también de los sabores de restaurantes cosmopolitas y una imperdible vida nocturna.
Las playas de El Algarve
Una de las cosas que hay que hacer en Portugal al menos de pasadita es relajarse en sus hermosas playas. Y la mejor muestra está en El Algarve, una estrecha franja de tierra con imponentes playas.
Se trata de un litoral de escenarios diferentes e ideales para todo tipo de viajero, aunque nunca faltan los que solo desean recostarse en un camastro y contemplar la inmensidad del mar mientras se broncean y por la noche, salir a disfrutar de la vida nocturna.
Pero para los más osados, Algarve tiene islas de arena accesibles solo en barco, acantilados y accidentadas playas a las que pocos llegan.
Disfruta de deliciosa cocina del mar como la açorda de camarões (cocinado con gambas, ajo y cilantro espesado con pan rallado), pasea por colinas de pinos, navega en una laguna y en lagos esmeralda y pasea en pueblitos escondidos.
Es también un destino ideal para el surf en la parte de la costa oeste.
Madeira, entre los lugares turísticos de Portugal imprescindibles
Visitar Madeira es como meterse en un cuento de hadas gracias a sus exóticos colores y su encanto isleño.
A esta isla volcánica se le conoce como la Perla del Atlántico gracias a todos los tesoros que aguarda para quienes buscan algo único que ver en Portugal.
Pasa la tarde en el Casco Antiguo de Funchal, un barrio viejo pero que encanta por sus restaurantes y vida nocturna. Súbete al teleférico para apreciar villas aristocráticas y pasea por los hermosos jardines botánicos.
También te encantará visitar la Fábrica de mimbre y el Mercado Dos Lavradores. Y si te queda tiempo, asómbrate con el acervo de los Museos, como el de Arte Sacro y el de Quinta de las Cruces, que documenta el estilo de vida de las clases ricas de los mercaderes.
Évora, la ciudad histórica
Évora es una de las ciudades medievales mejor conservadas de Portugal, el sitio perfecto para volver al pasado y escapar del bullicio de la vida cotidiana.
Protegida por murallas del siglo XIV, Évora enamora con sus callecitas empedradas que serpentean y se salpican de sorprendentes obras de arte arquitectónicas.
Lleva tu cámara fotográfica para captar plazas, catedrales medievales, ruinas romanas y claustros. Descansa en un restaurante y por la noche únete a la jovial vida nocturna de esta ciudad universitaria.
Es una de las ciudades más lindas que visitar en Portugal.
El Cabo de San Vicente, uno de los atractivos más bellos que ver en Portugal
Aunque se localiza en el extremo suroccidental de Europa, el Cabo de San Vicente es uno de los puntos que tienes que visitar en Portugal.
En este escenario de áridos acantilados los marineros se aventuraban hacia lo desconocido durante la edad de oro de los exploradores portugueses.
Llega hasta la fortaleza y el faro para tomar fotografías envidiables y no dejes de entrar a su museo para enterarte de la historia de la navegación marítima portuguesa.