Para que no me olvides, Tamaulipas
Para que no me olvides, Tamaulipas
Amigos queridos,
Mi corazón se acongoja al recordar sus andanzas por esta calurosa tierra, que llenó sus corazones de las sonrisas fervientes de mi gente tan hermosa.
Hoy que la vida nos calma, quise enviarles esta caja llena de bellos recuerdos, es para que no me olviden, mientras volvemos a vernos.
Y para poner el ambiente, ahí les va su clarinete como el que armonizó sin tardanza aquellas tardes de danza.
Y ahí les va un puño de sal que les lleve al paladar, el sazón de mi cocina, que enamora con fusión de mar y tierra divina.
Aquí les mando este mapa, pa que se vayan al cielo y descubran que el señor, posó su mano en el suelo y edificó con amor un pedacito de cielo.
También les mando un compás, que sus pasos acompañe, al viajar a mi pasado de un estilo afrancesado y que se muestra orgulloso en fachadas y rincones, para contarles historias, a los turistas curiosos.
Y aquí les mando estas olas, de la playa más divina para quien adora al mar y valora bien la vida, pues llegan con la familia a llenarse de alegría en este bendito edén que es la tierra prometida.
Aquí les dejo estas cintas, que capturan con pasión, escenarios y costumbres, de un pasado que se fue.
Y de la bella huasteca, ahí les mando este ramito, pa venerar muy juntitos a nuestros fieles difuntos, en las fechas que del cielo, se pasan a visitarnos.
Y ya para alegrar su día, les dejo esta melodía, pa que bailen sin decoro, como lo hicieron allá, en esa tierra que adoro.
Aquí les mando esta prenda, que se porta con orgullo, nos dota de identidad y nos arraiga a la tierra.
Y aquí los está esperando, con los brazos bien abiertos, su querido Tamaulipas
Los detalles de esta carta
1. Solo un alegre escritor puede iniciar una carta haciendo referencia a la música y la danza, que hace grande a Tamaulipas con su tradicional Picota tamaulipeca.
Se trata de un género folclórico mexicano, tanto musical como dancístico clásico de Tamaulipas.
Picota significa “Palo alto” o “Columna”, y era el sitio en el que se exponía a la vergüenza pública a los reos al compás del tambor y clarinete.
Hoy se trata de una danza alegre y movida que todo tamaulipeco que se respete conoce a la perfección. También se baila en Tabasco.
2. Si algo hay que agradecer a las bondades de Tamaulipas es su vasta y exquisita gastronomía, tal vez ese es el motivo por el que figure primero en estas letras, representada por un puño de sal para sazonar, seguramente se trata de sal de mar.
Y es que es innegable que la fusión del mar con la tierra es aprovechada oportunamente por Tamaulipas para crear platillos incomparables que deleitan a todos los paladares.
En Tamaulipas como es clásico de los estados del norte del país se come mucha carne, buenos cortes. Pero también buenos pescados y mariscos, gracias a que es una tierra bendecida por una gran zona costera.
Otro ingrediente socorrido es el maíz, el nopal y las hortalizas.
Así que no hay que dejar de probar la carne asada a la tampiqueña, todo un referente nacional, así como el asado de puerco o las jaibas rellenas.
3. Hay un mapa en esta carta que guía a los viajeros al cielo, y es que Tamaulipas no solo es rica comida,también guarda celosamente el secreto de un paraíso bendecido por las manos de la naturaleza.
La Reserva de la Biósfera del Cielo es un sitio perfecto para los amantes de la naturaleza y la aventura al aire libre, una zona de 144,530 hectáreas y cuatro ecosistemas.
Además es un área natural protegida, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Se pueden realizar diversas actividades como senderismo, avistamiento de aves, paseos a caballo, kayak, tirolesa y ciclismo.
Y no hay que dejar de visitar el Centro Interpretativo Ecológico (CIE), único centro de investigación de este tipo en México.
La Reserva de la Biósfera del Cielo está a 37 km al norte de Cd. Mante y 109 km al sur de Cd. Victoria.
4. Con un compás, el escritor nos traslada a su pasado de estilo afrancesado, y no es tan complicado adivinar que nos está hablando del centro de Tampico.
Cuando menciona fachadas y rincones que cuentan historias, es un hecho que nuestro camino se dirige a un sitio que parece pausado en el tiempo.
Una de las primeras cosas que hay que hacer en Tampico es recorrer apaciblemente el centro de la ciudad y permanecer un momento en la Plaza de Armas, rodeada de palmeras y jardines.
Ya que, en torno a esta plaza, se ubican edificios importantes como el Casino Tampiqueño y el Palacio Municipal, que luce en su parte posterior un quiosco construido en 1945.
Y según cuentan, ese quiosco es una réplica de uno existente en Nueva Orleans, Estados Unidos.
Además, al noreste de la Plaza destaca la Catedral de la Inmaculada Concepción, de tres naves y planta de cruz latina, una combinación de neoclasicismo y otros estilos como los mosaicos bizantinos.
Y aun tu recorrido no termina, porque al sureste se encuentra la Plaza de la Libertad, orgullo de los tampiqueños por sus monumentos y majestuosas construcciones de la época pofiriana.
Los viajeros no pueden dejar de visitar la Casa de Castilla, el Edificio de la Luz, la Botica Nueva y el Salón Palacio, de marcado estilo europeo y afrancesado.
5. Las olas que envía nuestro escritor son aquellas de Playa Miramar, localizada en la ciudad de Tampico, que cuenta con más de 10 kilómetros de arenas bañadas por las aguas del Golfo de México.
Ahí se puede nadar en las zonas de suave oleaje, o practicar buceo, kayak o windsurf.
Y en dirección al sur se llega Malecón de las Escolleras de mil 340 metros de longitud.
Ahí se marca el punto en el que Golfo de México y Río Pánuco se encuentran. Es un sitio ideal para admirar el atardecer.
6. El cine siempre es una excelente herramienta para que los viajeros se trasladen a sitios desconocidos a través de una historia o varias.
Tal es el caso de filmes como El Tesoro de la Sierra Madre en donde aparece el actor Humphrey Bogart o hasta de Capulina y Viruta en la cinta Los Legionarios grabada en Ciudad Madero.
Pero la aparición en cine que no hay que perderse es la de Germán Valdez Tin Tan quien grabara su primera película “El que la traga la paga” en Playa Miramar, por ahí de 1943.
7. Con un ramito, nuestro escritor recuerda la tradicional celebración del Día de Muertos en Tamaulipas, mejor conocida como Xantolo
Se trata de una de las conmemoraciones más importante del año y destaca por su particular velación con rezos y alabanzas que llena de incienso los panteones.
Xantolo es una fiesta tradicional de origen prehispánico en honor a los difuntos que se celebra en la región de La Huasteca en México.
Como en el resto del país, los tamaulipecos tienen la creencia de que las almas de los difuntos regresan en espíritu al mundo de los vivos, y se les recibe con honores.
Se levantan ofrendas y altares, oraciones, cantos, y especialmente, danzas tradicionales denominadas vinuetes.
Quien vive el Xantolo se disfraza y baila al ritmo del son huasteco.
8. Con una melodía, el autor nos alegra el día, y es aquella que muchos conocemos y hasta tarareamos, la canción Mi Matamoros querido del fallecido cantante popular Rigo Tovar.
Mi matamoros querido, nunca te podré olvidar es como versa el coro de dicha melodía que hace honor a su tierra natal.
La canción apareció en el primer álbum de Rigo Tovar, en 1972.
9. Nuestro autor finaliza su carta enviando una prenda en recuerdo de orgullo e identidad, está hablando ni más ni menos que de la cuera tamaulipeca, traje típico de Tamaulipa
Esta prenda que se porta con tanto honor es originaria de Cd. Tula, Tamaulipas y la elaboran con piel de becerro o gamuza de venado, con grabados en piel de color blanco y flores además de largos flecos.
La cuera proviene de un traje llamado cotón que era utilizado por los vaqueros para protegerse de las ramas y espinas.
Se utiliza tanto en bailes típicos como en ocasiones especiales.