¿Por qué extrañamos tanto viajar?
Para quienes estamos acostumbrados a viajar frecuentemente, el no poder hacerlo por tantos meses es una angustia constante. Aunque es, como dicen por ahí, un problema del primer mundo, y no es ni remotamente importante en comparación con lo que millones de personas están sufriendo en esta pandemia, tiene un efecto particularmente devastador para quienes sentimos que viajar es casi como vivir.
Pero, ¿por qué es tan difícil y tan frustrante? ¿Por qué a momentos nos sorprendemos fantaseando con lugares a los que hemos viajado, o que simplemente soñamos con conocer? ¿Qué tienen los viajes que nos hacen extrañarlos de tal manera?
¿Por qué extrañamos tanto viajar?
Desde el punto de vista psicológico, viajar es una actividad que nos estimula física, sensorial y socialmente, que nos obliga a salir de la rutina y de nuestra zona de confort, obligándonos a hacer cosas que usualmente no intentaríamos en casa. Es una experiencia estimulante y emocionante, que nos hace sentir libres y más nosotros que nunca antes.
Viajar también nos enfrenta con obstáculos a cada paso, forzándonos a ponernos a prueba constantemente. Sin importar si los superamos o no, aprendimos algo de la experiencia, y nos hicimos un poquito más sabios que antes. Es, en pocas palabras, una oportunidad de mejorar nuestra confianza y autoestima, y de ser una mejor versión de nosotros mismos.
Y, claro, viajar nos da la oportunidad de hacer nuevos amigos, encontrar el amor o simplemente compartir experiencias con personas nuevas.
Es por todo lo anterior que para los viajeros constantes, el estar confinados en un solo lugar es tan increíblemente difícil.
¿Cómo lidiar con el no poder viajar?
Aunque en realidad no nos queda más que esperar a que esto pase y podamos volver a viajar (aunque sea con mascarilla y a una cabaña completamente aislada en Noruega), hay algunas cosas que podemos hacer para no sufrir tanto este periodo.
Una buena opción es empezar a planear nuestro próximo viaje, para tenerlo listo para cuando sea el momento preciso. Aprovechemos que tenemos más tiempo de lo normal para investigar bien acerca de nuestro próximo destino y de lo que queremos ver y hacer.
Si eres de los que viajan sin tener la menor idea de qué hacer, es un buen momento para aceptar que, a veces, un poco de investigación previa puede prevenir muchos problemas. O, si al contrario, no sales de tu casa sin tener cada minuto planeado, date la oportunidad de soltarte un poco el pelo y anímate a ser un poco más libre.