Valle de Guadalupe: 10 errores comunes de la Ruta del vino
Si estás planeando recorrer el Valle de Guadalupe, a través de su famosa y espectacular ruta del vino, pero aún no sabes por dónde empezar. Toma nota, estos son los 10 errores más comunes al explorar estas tierras de Baja California.
Lo primero que tienes que saber es que el Valle de Guadalupe es la región vitivinícola más importante del país con más de 180 bodegas que producen, alrededor, del 90% del vino mexicano.
10 errores comunes al recorrer el Valle de Guadalupe
1. ¿Vacaciones o viaje?
Uno de los errores más comunes al recorrer la Ruta del vino, en el Valle de Guadalupe, es no tener claro qué tipo de experiencia se quiere vivir. Recuerda que hay destinos perfectos para unas vacaciones relajantes, pero otros lugares que son perfectos para expandir tu conocimiento e internarte en la cultura local, como es el caso de este maravilloso valle repleto de viñedos. Si bien, actualmente, en el Valle de Guadalupe, hay una interesante oferta de alojamiento y gastronómica digna para los amantes del buen comer, recorrer la ruta del vino demanda un esfuerzo de movilización y planeación adicional.
2. No ubicarlo en el mapa
Dicen los ensenadenses que es común escuchar: “me gustaría conocer, pero no tengo pasaporte” o “¿está bien si aterrizo en Los Cabos?”, lo que queda claro es que pareciera que los visitantes nunca encuentran en el mapa el Valle de Guadalupe, pues no dimensionan distancias. Por ello, es importante saber que las bodegas no están ni aglomeradas en un solo punto ni cerca una de otra. Además, es fundamental considerar que el aeropuerto más cercano es el de Tijuana que se encuentra a casi 2 horas de Ensenada, puerta de entrada de esta maravillosa Ruta del vino.
3. ¿Cuánto tiempo se requiere para hacer la Ruta del vino?
Esta es la disyuntiva de cualquier destino, pero recuerda que el Valle de Guadalupe enamora a primera vista, así que siempre hará falta tiempo para conocerlo. Sin embargo, siempre es preferible regresar que saturarte del destino, al final no importa cuánto tiempo elijas, la pregunta existencial es que tipo experiencias quieres vivir y que tanto quieres explorar el destino.
4. ¿Hotel o glamping?
En el Valle de Guadalupe es posible dormir en medio de una montaña o en una burbuja viendo las estrellas. Sin embargo, debes saber que los hoteles de experiencia “glamping” nunca podrán satisfacer las necesidades de un hotel o resort, si no comprendes esto, podrías terminar creyendo que el velador es un muy mal recepcionista.
5. Subestimar la movilidad
Parece mentira, pero la mayoría de las personas subestimamos la transportación y la importancia de la misma, pese a que los viajes y vacaciones se pueden arruinar en este punto. Es fundamental considerar los costos, seguridad y hasta permisos legales de los proveedores de este tipo de servicio. No olvides que podrías pasar más tiempo con el chofer u operador, que en el mismo cuarto de hotel.
6. Improvisar el itinerario
Jugarle al sabelotodo puede ser un riesgo sea cual sea el destino. Aunque un viajero abierto a la aventura y dispuesto a vivir el momento es siempre bien recibido, improvisar puede poner en riesgo la inversión y experiencia, siempre es importante tener un itinerario, reservaciones y conocer los costos y horarios del destino.
7. No soltar la carga
Los ensenadenses son relajados, por lo que los viajeros que vienen de otros estados del país o del extranjero suelen desesperarse, así que recuerda que allá en el Valle de Guadalupe se camina lento, se come despacio y
Acá comemos lento, tardamos en responder y tardamos media hora en llegar, así sea de una vinícola a otra como una botella a la habitación, y no es por ser groseros, simplemente hay cosas que llevan detalles o bien se viven y prueban lento, entre más rápido sueltes la carga, más rápido empezaras a disfrutarlo.
8. Traer la maleta equivocada
El vino es como los zapatos, y los zapatos como el vino, no todos sirven para todo. Frecuentemente nos toca ver personas que se basan en sus redes sociales para elegir su atuendo, sin embargo, la regla es simple: la ropa es fresca para el día, abrigadora en la noche; los zapatos para la tierra, y mucho bloqueador solar.
9. No ampliar horizontes
Sal del camino y permite que Ensenada te conquiste, aunque las guías de las grandes revistas y publicaciones han hecho una admirable labor en la promoción turística de la región vinícola, aún existe muchísimo por descubrir, mientras planeas tu viaje asegúrate de descubrir lugares que nadie más conoce, busca experiencias nuevas de pequeños productores, una cata de vino – picnic en la playa o una plática con maestros cerveceros puede ser el mejor complemento de tu viaje.
10. No honrar el origen
No es la primera vez que lo escuchamos, “ese lugar tan hermoso se destruyó cuando llegó el turismo”. Viajar a Baja California y su región vinícola significa disfrutar de la combinación de tres factores: el gran regalo de la naturaleza, el esfuerzo de muchos en el campo y la nobleza de la gente que nos abre las puertas de sus casas compartiendo su pasión.
Esta es la esencia que nos trajo a todos aquí, y cuando en el viaje, solo nos interesamos por aquellas necesidades inmediatas y nuestras fotos en redes, hemos cometido el error más grande de todos ¡ignorar el milagro de la tierra, la vid y el vino!
