Guía básica y necesaria para ir a Sinaloa

Estas características, aunadas a otros grandes atractivos, como sus tres Pueblos Mágicos: Cosalá, El Rosario y El Fuerte; su historia, gastronomía y calidez de la gente, hacen de Sinaloa una joya en el Pacífico.

 1. La Perla del Pacífico: Mazatlán, su cultura y tradición

Bienvenidos a Mazatlán, un destino que además de ser famoso por sus bellos litorales, posee una legendaria tradición artística y cultural que data del siglo XIX. El Centro Histórico, es la mejor alternativa para conocer su ancestral historia. La Catedral, el Cerro de la Nevería, la Plazuela Machado, el Teatro Ángela Peralta, Patrimonio Histórico de la Nación, y los interminables callejones invitan a contemplar la arquitectura y vida que ofrece el puerto en medio de impresionantes atardeceres.

Pero eso no es todo porque esta robusta arquitectura ha cedido espacios a encantadores restaurantes para degustar lo mejor de la famosa gastronomía sinaloense, románticos bares y cafés gourmet, galerías de arte y tiendas de artesanías que lo convierten en sitio consentido de turistas nacionales y extranjeros. Como verán va más allá de ser un destino de playa pues también combina la arquitectura tradicional del centro histórico, conocido como el Viejo Mazatlán – con los modernos hoteles y restaurantes que conforman la Zona Dorada, la cual cuenta con 10 kilómetros de hermosas playas -como Playa Norte, Playa Gaviotas y Playa Venados.

2. Deleitarse con la extraordinaria cocina de Sinaloa

La cocina sinaloense cautiva, seduce y deja una promesa a quien disfruta de su vasta oferta para volver a experimentarla y degustar todo su sabor y sazón. El generoso Mar de Cortés le regala al estado una infinita variedad de especies marinas, donde se captura camarón, pargo, atún, lisa, almeja, callo de hacha, ostión y marlín entre otros. No por nada Mazatlán es considerada la capital mundial del camarón, pero no solo eso, el estado también es conocido como el granero de México por la variedad de productos regionales fruto de un mestizaje cultural, provocando un sabor infinito en cada uno de sus platillos.

Pero para ponernos a tono mejor recordemos algunos de ellos, ¿listos?

• Pues ahí les va, algunos de los platillos más populares son el aguachile, tamales borbones de camarón o el tejuino, pero hay mucho más.
• En el centro del estado existen las típicas enchiladas de suelo, el muy conocido chilorio de Mocorito, la caguamanta, los famosos y tradicionales platillos como el colache de calabaza, frijoles puercos o los quelites en salsa.
• Y si nos vamos más al sur no puede faltar el cóctel de camarón, el ceviche mazatleco, pescado zarandeado y la vasta variedad de chiles y de mango que hacen suculentos platillos.
• Y ni qué decir de las bebidas típicas como el pinole, el champurrado, tepache, aguas frescas de coco, ciruela amarilla, nanche, entre muchas otras.
• Pero esperen porque ahí no para la cosa, ¿qué tal una cerveza Pacífico?

Podríamos seguir, tenemos 158 platillos que podríamos mencionar, la aventura gastronómica aquí, como verán, no tiene fin.

3. Disfrutar una aventura al natural en Mazatlán

Los amantes de la naturaleza y la aventura encuentran en Mazatlán una de las mejores alternativas para encausar su adrenalina con deportes acuáticos, pero también para alimentar su espíritu mediante la contemplación y el ecoturismo.

Pues fíjense que justo frente al Malecón, a unos 15 kilómetros de la costa del Mar de Cortés se erige un símbolo de Mazatlán: Las Tres Islas: Pájaros, Lobos y Venados. Su riqueza e importancia ecológica las ha catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Isla Pájaros es todo un santuario y el refugio más grande de Latinoamérica de aves marinas, mientras que Isla Venados, la más grande de las tres, cuenta con un acervo cultural único en el que se pueden encontrar petroglifos, además de ser el sitio ideal para disfrutar de actividades acuáticas.

Por otro lado, la Isla de la Piedra es un balneario que se remonta hasta el siglo XIX, cuando familias mazatlecas cruzaban en pangas el canal de la Puntilla, para disfrutar de sus largas y anchas playas que siguen siendo el lugar ideal para la realización de diversas actividades recreativas.

4. Descubrir el brillo de su capital, Culiacán

Llegamos a Culiacán, la capital de Sinaloa, tierra de gente amable y hermosísimas mujeres, y no es por nada pero los “culichis” son a todo dar. Más allá de ser una ciudad con una gran infraestructura turística que alberga diversos congresos y convenciones, la ciudad capital, goza de diversos atractivos envueltos en historia, cultura y naturaleza, gracias a su ubicación privilegiada entre la sierra y el mar.

Un recorrido muy recomendable puede iniciar adentrándose a la joya arquitectónica que representa la Catedral de Culiacán, al igual que la remozada Plaza Álvaro Obregón y apreciar el compendio de pasajes históricos, los muros de cantera del actual Palacio Municipal. Y hablando de paradas obligadas, un imperdible es caminar por la Plazuela Rosales, llena de nostalgia, simbolismo y tradición, aquí se localiza el edificio central de la Universidad Autónoma de Sinaloa, de larga y relevante trayectoria institucional.

Otro símbolo de la ciudad es El Puente Negro, de casi un kilómetro de longitud, sitio ideal para disfrutar de una puesta de sol y adentrarse más a la gran ciudad. Por otro lado, no cualquier destino tiene el privilegio de contar con una isla para divertirse. La Isla de Orabá es un área natural protegida donde es toda una tradición la práctica de actividades deportivas y recreativas.

5. Disfrutar un encuentro con el pasado en Las Labradas

La experiencia de viaje por Sinaloa debe incluir un encuentro con la arqueología, al sur del Estado, en el Municipio de San Ignacio, se ubica un sitio lleno de magia: Las Labradas, donde encontrarán piedras de origen volcánico en donde nuestros más remotos antepasados nos dejaron el legado de su visión del universo. Se trata de un hermoso lugar ubicado a escasos 40 minutos de Mazatlán, junto a una playa de aguas transparentes y suave arena donde yacen cientos de piedras suavemente desgastadas por el embate de la naturaleza, pero increíblemente aún decoradas por una incontable cantidad de petroglifos.

Todo un museo al aire libre y en este despliegue de arte rupestre podemos identificar figuras humanas, animales marinos y terrestres, aves, reptiles, figuras celestes y geométricas, espirales y laberintos. Es una excursión que no se pueden perder, no posee gran infraestructura turística en realidad lo que aquí vale la pena es la contemplación de un pasado de más de 1500 años en un inmejorable escenario que tiene a las caricias del mar como su principal aliado o enemigo, no lo sabemos pues a pesar del tiempo, el testimonio sigue presente.

6. Vivir las tradiciones del Pueblo Mágico de Cosalá

Todos quienes han ido a Cosalá, saben que ahí hay magia, aquí convergen cultura, naturaleza y leyendas de fantasmas. Para conocerlas nada como iniciar caminando por sus calles coloridas, admirar sus bellas construcciones coloniales y adentrarse en su historia, los mejores cronistas y guías son sus propios pobladores.

Este Pueblo Mágico se ubica en las faldas de la Sierra Madre y es un antiguo centro minero; al inicio de la Independencia de México, era considerada la población más próspera del noroeste de México, con más de 50 minas. Después vino su declive pero ahí quedan las suntuosas casas a lo largo del pueblo que dan una idea de la gran riqueza que se concentraba en la región. Permanece la Quinta Minera, una hacienda restaurada que hoy opera como hotel.

7. El Pueblo Mágico: El Fuerte

El municipio El Fuerte, asentado a orillas del río del mismo nombre es considerado uno de los pueblos más bellos del noroeste de México. Este Pueblo Mágico es lugar de paso para el Tren el Chepe que va a las Barrancas del Cobre y atrae la mirada de los visitantes por su arquitectura colonial que reina en todo su esplendor. Para muestra el Templo del Sagrado Corazón, del siglo XVIII. Pero tampoco pueden perderse una caminata por los alrededores del Palacio Municipal, la Plaza de Armas y la Posada de Hidalgo que les impresionará por su pintoresca y ordenada urbanización, donde los indígenas aún danzan durante sus ceremonias rituales.

Solo por este espectáculo vale la pena la visita, pues las fiestas de los Yoremes destacan en este escenario de sobresaliente arquitectura. Una visita a El Fuerte también debe incluir una visita al Cerro de la Máscara, sitio de petroglifos, donde es posible practicar ciclismo, kayak y pesca deportiva, pero sobre todo donde te impresionará las huellas del pasado que envuelven este Pueblo Mágico.

8. Empaparse de la vida y la devoción de El Rosario

Y llegamos a El Rosario, tierra de Lola la Grande, Doña Lola Beltrán, orgullosa sinaloense que tiene su propio museo y monumento en este poblado ubicado a 70 kilómetros al sur de Mazatlán. El Rosario es un Pueblo Mágico que debe su nombre a una leyenda que señala que aquí fue perdido el Rosario del caporal Bonifacio Rojas quien al buscarlo encontró una gran cantidad de Plata, ¿cómo la ven?

En las cercanías de esta localidad se ubican las playas de Chametla y del Caimanero y la Laguna del Iguanero, y desde luego sería imperdonable haber visitado El Rosario sin haber probado antes unos tamales colorados, pero ojo, ¡pídanlos con camarones!

9. Vivir al máximo el Carnaval de Mazatlán, y echar taco de ojo también

Con más de un siglo de tradición, el Carnaval de Mazatlán es una de las fiestas alegóricas más importantes de México, tan es así que se dice que en este destino el tiempo se mide por Carnavales. Pues fíjense que la edición número 117 del tercer Carnaval más importante del mundo, según la Revista Forbes, se realizará del 12 al 17 de febrero de 2015. Las calles, plazas y el malecón se vestirán de colores, música y belleza con la esperada coronación de la reina y el desfile de carros alegóricos.

10. Disfrutar el ritmo de la Banda Sinaloense

Y cerramos nuestro Top Ten por el estado de Sinaloa con un ritmo que descifra de la manera más atinada de lo que está hecho el estado, su esencia y tradición: la tambora.

Dejen que el viaje por este estado sea también a través de contagiosos ritmos, denle oportunidad a la banda de mostrarles porqué pone a mover a miles de personas en fiestas o conciertos, disfruten y bailen!

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