Las grutas de Cacahuamilpa: un destino que une personas
En esta ocasión les hablaremos de un tesoro que nos ofrece la naturaleza en el subsuelo del territorio mexicano en pleno Eje Neovolcánico y que es pasión de los espeleólogos, me refiero a las Grutas de Cacahuamilpa: una de las áreas naturales protegidas más emblemáticas de la República, integrada por un fascinante sistema de cuevas y formaciones calizas de origen marino.
Este sitio que se ubica en un área hasta ahora integrada por 1,600 hectáreas en la región hidrológica del Balsas, justo donde nace uno de los principales ríos del país, el Amacuzac, en la confluencia del Chontalcoatlán y del San Jerónimo. Maravilla geológica integrada por una fila de dos pisos de cuevas desplantadas a lo largo de casi 5 kilómetros de longitud en los confines de Guerrero con el Estado de México, de los cuales los dos primeros en su parte superior son recorridos diariamente por centenares de turistas.
Originadas en plena era Mesozoica, hace más de 160 millones de años, cuando poblaban la superficie terrestre los dinosaurios, las Grutas de Cacahuamilpa están constituidas por increíbles formaciones rocosas sedimentarias, predominantemente calizas, y metamórficas, como esquistos del Jurásico, que podemos admirar en sus más de 90 cámaras, cuya altura fluctúa entre los 20 y 85 metros, interconectadas con la galería principal y que adornan majestuosamente milenarias estalagtitas y estalagmitas.
No obstante, a pesar de su inconmensurable valor geológico y de la importancia turística que representa para la economía del lugar, por décadas su situación jurídica ha sido incierta. En 1936 fueron declaradas Parque Nacional y en 1992 su administración quedó a cargo del gobierno guerrerense. Sin embargo, en 1995 el gobierno federal lo entregó en concesión a un particular para que construyera una especie de Parque Jurásico con inmensos dinosaurios mecánicos. Alarmadas las comunidades de Pilcaya ante esta inminente catástrofe, se opusieron terminantemente. Más de diez años duró su lucha, hasta que lograron revocar la concesión y recuperar su administración mediante convenio con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Confiamos que el peligro ha pasado, pero ¿qué nos deja como lección Cacahuamilpa? El ilustrativo caso sobre cómo cuando la sociedad civil es consciente y asume su compromiso social puede llegar a ser capaz de impedir aberrantes geo y ecocidios avalados por la autoridades negligentes e irresponsables o secuestradas por la ambición.
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