Está bien ser turista y no viajero
Cuando viajas, ¿eres turista o viajero?
Hoy, viajar es mucho más fácil de lo que solía serlo. Con todo desde aerolíneas de bajo costo y plataformas como Couchsurfing hasta información de los sitios más remotos del planeta en la palma de la mano, el mundo está más cerca que nunca.
Pero así como han cambiado las restricciones para viajar, también han cambiado los prejuicios y los estereotipos que lo rodean. Parecería que ser turista, de esos que cargan cámaras enormes y guías de viaje, es algo vergonzoso, especialmente para las generaciones más jóvenes. Hoy todos tenemos que ser viajeros.
Esto nos lleva a la pregunta, ¿qué es turista y qué es ser viajero? Acorde a infinidad de blogs de nómadas digitales e influencers…
El turista
- Se queda en su zona de confort. No explora más allá de lo que le indica su guía de viajes.
- Elige tours guiados y autobuses de esos en los que te subes y te bajas.
- Tiene una lista de atracciones y experiencias y acomoda sus días para cumplirla
- Prefiere quedarse en hoteles con las mismas comodidades que tiene en casa
- No interactúa con los locales ni se esfuerza por experimentar “la vibra” del lugar
- Por nada del mundo consume una bebida con hielos
- Se viste cómodamente, sin esforzarse en mezclarse con los locales
Básicamente, alguien que no está dispuesto a sacrificar su comodidad y su seguridad…
El viajero
- Alguien que busca experimentar un sitio como un local
- No sigue itinerarios rígidos y explora a su ritmo
- Está en búsqueda constante de vivencias únicas, en todos los sentidos, desde gastronómicas –usualmente-callejeras hasta culturales
- Busca adaptarse a las costumbres locales
- Está perfectamente cómodo con la idea de perderse en un sitio nuevo
- Suele evitar lugares “turísticos” y busca lugares “auténticos”
- Le es fundamental interactuar con la gente local
Básicamente, alguien que está dispuesto a experimentar cosas nuevas, implique lo que implique…
Aunque parecerían ser polos opuestos, la realidad es que en el fondo, turista o viajero son un poco lo mismo: personas que aman viajar. Y, ninguno de los dos lo hace de forma 100 % “correcta”, pues ambos son propensos a cometer errores… distintos, sí, pero errores.
Al final del día, lo que importa realmente no es el estilo del viaje, sino la conciencia de qué es viajar. El saber que, al llegar a un lugar nuevo, somos invitados. Y que es nuestra obligación respetar y apreciar a la gente del lugar, sus costumbres y su entorno.
Así que, si eres turista o viajero, si viajas para descansar o para no dejar de moverte, para recordar o para olvidar, para perderte o para encontrarte… da lo mismo. En los viajes, como en la vida, hay distintos estilos, gustos y preferencias. Cada quién elige cómo explorar el mundo y no hay modo correcto o incorrecto. ¿Por qué mejor no limitamos las etiquetas al equipaje?