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Destinos de viaje en el mundo para los amantes del buen vino
Te presentamos los mejores destinos de viaje en el mundo para los amantes del vino. El vino es un elemento inminente en la gastronomía. Para algunos, es todo un arte degustarlo en ocasiones especiales, para otros, es un placer diario. Los amantes del vino han desarrollado un delicado talento para distinguir aromas, sabores e incluso texturas a través de una copa que revela incluso la riqueza y fertilidad de la tierra donde el vino se ha producido. Por eso, hoy dedicamos este top ten a 10 destinos ideales para los amantes del vino.
No olvides escuchar el programa:
#1 Valle de Guadalupe, Baja California
En Baja California se produce el 30% del vino consumido en el país, en municipios como Valle de Guadalupe, Santo Tomás, Tecate, Ojos Negros y San Vicente, donde te encontrarás con cerca de 80 productores que reúnen unas 400 marcas. La ciudad de Ensenada ha cobrado gran importancia para los amantes del vino al convertirse en el punto de partida para la denominada Ruta del Vino. A sólo 45 kilómetros se encuentra el Valle de Guadalupe, donde se respira la pasión de los productores por ofrecer vino de la más alta calidad. Ahí se localizan idílicos hoteles boutique con una ubicación privilegiada, rodeados de impresionantes viñedos y montañas de vegetación desértica, lo que contrasta de manera deliciosa con el azul de sus apacibles piscinas. Visita Adobe de Guadalupe, Hacienda La Lomita, Las Nubes, Monte Xanic, Quinta Monasterio y Vinisterra, por mencionar algunas.
#2 Provincia de Salta, Argentina
Desde Buenos Aires, es posible llegar a Salta en un vuelo local con duración de dos horas, pero el traslado vale la pena para encontrarse con La ruta del vino de Salta, un circuito turístico-temático de aproximadamente 200 km donde puede observarse, comprender y conocerse la historia, el desarrollo y el funcionamiento actual de la actividad vitivinícola del norte de Argentina. Esta ruta atraviesa hermosísimos paisajes, entre los que destaca la Quebrada de las Flechas que es un afortunado accidente geográfico, la Quebrada de Quebrada de Cafayate, reserva natural de enormes formaciones rocosas en tonos rojizos, además de pueblos centenarios como Molinos y Cachi, con una enorme riqueza cultural expresada en la música y las artesanías. No hay que dejar de visitar el museo de la Vid y el Vino en Cafayate o el Museo James Turrell de Colomé, que cuentan la historia de la Vid en la región.
#3 San Miguel de Allende, Guanajuato
Como parte del programa “San Miguel Inspira”, a mitad de año se llevan a cabo las Fiestas de la Vendimia en San Miguel de Allende. Sus viñedos se visten de fiesta para recibir a sus visitantes con muestras gastronómicas, catas de vino, recorridos, la tradicional pisa de uvas, música y alegría. El resto del año, es posible también visitarlos y llevar a casa lo mejor de la cosecha de la vid guanajuatense. El Viñedo San Lucas por ejemplo, se distingue por su excepcional paisaje entre campos de lavanda y olivos. Su interesante tour personalizado y su degustación serán un buen preámbulo para disfrutar de ricos manjares en su restaurante La Santísima Trinidad.
Por su parte, la Vinícola Toyán es conocida por sus cultivos orgánicos certificados, el amor y respeto por la tierra y la calidad de vida. No hay que dejar de conocer su espectacular cava ubicada 14 metros bajo tierra. También está la Hacienda San José La Vista, donde podrías pasar la tarde contemplando este sitio que destaca por su belleza y la calidad de sus vinos. No está de más considerar hospedarse una noche en alguna romántica suite de su hacienda.
#4 Valle de Napa en California, Estados Unidos
Napa Valley o Valle de Napa, cuenta con una importante relevancia a nivel mundial y se localiza a solo una hora de la ciudad de San Francisco. A principios del siglo XIX comenzaron a sembrarse los primeros viñedos sin imaginar que a la fecha habrían más de 400 productores de vinos asentados en esta región, quienes tienen en común el combinar lo último en tecnología con las técnicas tradicionales. Napa es la tierra de las grandes fincas entre pueblos pintorescos, las grandes salas de degustación y los hoteles boutique con encanto, localizados en su mayoría en el sendero Silverado. Durante la primavera, las hojas de parra se tornan de un verde brillante que contrastan con los campos de mostaza amarilla. El verano es caluroso y tan bullicioso como el otoño, y el invierno es calmado, perfecto para comer y cenar en restaurantes galardonados con estrellas Michelin y relajarse en un spa.
#5 Burdeos y Borgoña, Francia
Burdeos y Borgoña son las regiones vitivinícolas más reconocidas del mundo pero no son iguales, hay diferencias importantes tanto en el tipo de uva como en el terreno y en la cantidad de bodegas de vino, Burdeos cuenta con 14 mil y Borgoña con 6,650, que para nada son pocas. Borgoña se localiza a 3 horas de París. Cuenta con un excepcional patrimonio artístico y una gastronomía muy reconocida. Su Ruta de los Vinos se divide en varios itinerarios. Burdeos está a la misma distancia de París y tiene tantos atractivos que un fin de semana no sería suficiente para disfrutarlos todos.
#6 Ruta del queso y el vino, Querétaro
Querétaro promovió por muchos años su famosa Ruta del Vino, ahora reúne también Arte y Quesos para hacerla más completa y mostrar sus riquezas arquitectónicas y culturales. Sus queserías y los viñedos se extienden a lo largo del territorio semidesértico con 12 regiones que componen una ruta lista para diseñarse como un traje a la medida, a tu ritmo. Esta ruta posee una gran oferta turística en lo que respecta a hospedaje, transportación, restaurantes, artesanías y diferentes servicios turísticos que te llevan a experimentar las costumbres y expresiones artísticas de sus pueblos. No hay que dejar de visitar sitios como Freixenet, Viñedos La Redonda y San Juanito, entre muchos otros.
#7 Pirque, Chile
El valle del Maipo en Pirque, es la zona vitivinícola más antigua y reconocida de Chile, sitio en donde se encuentran muchas de las mejores bodegas de la región, su cepa por excelencia y la más reconocida a nivel nacional e internacional es el Cabernet Sauvignon, que abarca más del 70% de las hectáreas del valle. En esta región se localizan los importantes viñedos Concha y Toro, a pocos kilómetros de Santiago, una de las pocas viñas del mundo que ofrece una experiencia tan completa y entretenida para los amantes del vino a través de la degustación, el jardín de 26 cepas y las visitas a los viñedos y a la bodega del famoso vino Casillero del Diablo.
#8 Parras de la Fuente y Cuatro Ciénegas, Coahuila, México
Coahuila presume viñedos distribuidos en los alrededores de dos de sus pueblos mágicos encantadores, Parras y Cuatro Ciénegas. La tradición vitivinícola de Parras de la Fuente se remonta a la llegada de los españoles, cuando los frailes y los buscadores de oro se encontraron con fértiles tierras para el cultivo de la vid. Con el tiempo surgió la hoy famosa Casa Madero, una de las vitivinícolas más antiguas del continente y que hoy cuenta con un interesante museo del vino y paseos por sus viñedos. La magia continua en Cuatro Ciénegas, donde se ubica Bodegas Ferriño y Bodegas Vitali, de donde hay que llevarse unas cuantas botellas de vino “Sangre de Cristo, licor de granada y aguardiente.
#9 Valle de Okanagan, Columbia Británica, Canadá
Los vinos canadienses son también favoritos de los amantes del vino. En la Columbia Británica hay que dirigirse sin duda al Valle de Okanagan, en el que te enamorarás de un gran lago rodeado de bosques y montañas, donde se crían cabras y se pueden ver algunos de los mejores paisajes de Canadá. Disfruta de deliciosos quesos y buenos vinos entre poblados que parecen haber salido de una pintura en cualquier estación del año.
Kelowna es la ciudad más turística del Valle de Okanagan, con numerosos resorts y hoteles a orillas del lago. Quédate a dormir en una cabaña de troncos de madera o dentro de alguna construcción victoriana para disfrutar con calma de alguna de las 25 bodegas de vino de la zona.
#10 Washington, Estados Unidos
Woodinville, ubicado en el estado de Washington, a los pues del río Sammamish, es hogar de más de 100 bodegas de vino y salas de degustación que han dado al estado de Washington su calidad vitivinícola con denominación de origen. La experiencia estará completa al visitar La granja Woodinville Lavender Farm, que ostenta una hectárea de plantas de lavanda que florecen desde junio hasta agosto, pero el lugar está abierto todo el año, y pueden hacerse picnics, tomar clases de cocina, aprender a realizar artesanías, ver demostraciones o simplemente dar paseos.