El ahorcado de Tetla, una leyenda de Tlaxcala que debes conocer
Si Tlaxcala es tu destino, te sorprenderá las muchas historias y leyendas que sus habitantes suelen contar, por ejemplo en las fiestas de Tetla surge la historia de un hombre ahorcado, ¿quieres saber cómo pasó? Aquí va la historia.
Un día llegaron a la ciudad de Tetla una pareja de turistas. Cansados del trajín se pararon a descansar frente a la Iglesia de Santiago, en cuyo costado vieron que había un árbol que parecía muerto.
Al tiempo que se preguntaban por el árbol, un anciano sentado en una banca próxima al verlos interesados les dijo si querían saber la historia del árbol, a lo que los jóvenes asistieron. El anciano narró que hace mucho tiempo venían muchos viajeros con rumbo a la Ciudad de México o Veracruz.
Para descansar se alojaban en la posada del pueblo, un lugar regentado por un andaluz de fuerte temperamento, que tenía una hija de nombre Gloria, cuya belleza resultaba todo un tema de conversación. Muchos hombres la admiraban en silencio pero ninguno se atrevía a decir palabra alguna, por miedo al padre.
Por aquel entonces se andaba buscando a un grupo de forajidos, conocidos como “Los plateados”, pues iban ataviados con botones y espuelas argentos. Un día llegó a la posada un grupo de hombres que con su sola presencia asustaban a cualquiera. Entraron a la posada y pidieron vino y comida de forma correcta. Pero en un momento uno de ellos insultó con violencia a otro. Una de las camareras de la posada no quiso ir a servirles, pero Gloria se acercó con valentía y les dio lo pedido.
El más temible de ellos, Evaristo, la miroó, le dio las gracias y le dijo que ella moriría. Gloria le contestó con gracia que mejor viviese. Entonces el jinete le propuso visitarla a lo que ella accedió, diciéndole que fuese en la noche y diese tres golpes en su balcón. Paso una semana y el misterioso apareció en medio de la noche, se acercó al balcón de Gloria y asesto tres golpecitos. Gloria le recibió contenta y sorprendida de que ese hombre carismático se atreviese a desafiar a su padre. Juntos pasaron la noche, y otras muchas, hasta que el padre de Gloria fue alertado.
El padre solicito ayuda a varios hombres para preparar la emboscada. Cuando Evaristo llegó vio cómo Gloria le gritaba desde el balcón que no se acercase. El jinete comprendió sus lamentos pero ya habían comenzado a tirotearlo, hiriéndolo no de muerte. Los demás hombres lo apresaron y tomando una cuerda lo colgaron de un árbol.
De repente apareció Gloria montada a caballo y con un golpe seco cortó la cuerda del ahorcado.
Ambos huyeron galopando bajo una lluvia de balas. En un momento cesaron los tiroteos, momento en que se percibió la imagen del caballo en la lejanía sin jinetes. Fueron a buscarlos, tomaron a Gloria que yacía muerta y a Evaristo malherido y lo colgaron del mismo árbol. Pero no pasó mucho tiempo hasta que los asistentes a este hecho se sorprendieron viendo como el ahorcado literalmente desaparecía.
Segundos después oyeron al caballo relinchar a lo lejos, con el jinete montado junto a Gloria. Cuando se celebran las fiestas de Tetla se dice que nadie pasa por debajo del árbol del ahorcado, pues se aparece la imagen fantasmagórica de un caballo que galopa veloz, montado por un jinete y una joven cuyo rostro es una calavera.