¿Pulmonía en Mazatlán? ¡Conoce esto que te sorprenderá!
Hoy les voy a platicar sobre un icono de la capital turística de Sinaloa, uno símbolo muy especial pues solo se requiere estar sentado a lo largo del bello malecón para verlo pasar, que digo verlo, verlos, pues son muchos los que verás circulando, claro, hablo de las Pulmonías de Mazatlán.
El día 20 de Diciembre de 1965, por primera vez hicieron su aparición en la ciudad unos extraños carritos de características muy peculiares, los que de inmediato atrajeron la atención de la gente. Con el tiempo se sabría que estarían destinadas a convertirse en una nueva modalidad de transporte público, la cual a partir de su introducción y con el transcurso de los años ha quedado tan arraigada su uso y popularidad, que hablar de ellas es señalar algo muy representativo de la ciudad.
Historia
Esta interesante historia nos remonta al ya lejano año de 1962, fecha en que un hombre visionario que durante toda su vida se había caracterizado por tener un espíritu emprendedor, empezó a retomar una inquietud que ya tenía varios años dándole vuelta en sus pensamientos y que consistía en encontrar algún tipo de transporte popular que viniera a sustituir a las típicas “Arañas”; aquellos carruajes de madera con dos enormes ruedas, jalados por mulas o caballos, las que por muchos años fueron el transporte preferido de nuestros padres.
Eran también los años del acelerado crecimiento y despegue turístico de la ciudad, por lo que esta situación lo impulsaba a buscar un medio de transporte que resultara atractivo para todos los turistas que visitaban Mazatlán.
Retomando el origen de las pulmonías, surgieron con la idea de sustituir a la popular araña; un día, el Chícharo se encontró con unos carritos de tres ruedas que una empresa que se dedicaba a la comercialización y reparación de aires acondicionados tenia a la venta, por considerar que no habían resultado apropiados para el traslado de su material y equipo de trabajo.
Era un vehículo “Sui Generis” que por mucho tiempo había estado buscando. De inmediato los compro y se dio a la tarea de buscar más carros de este tipo. Así se dedicó a recorrer algunas ciudades de la República en busca de estos carritos y después de una afanosa búsqueda, localizo varios carritos en la Ciudad de México, mismos que se encontraban abandonados en un galerón y estaban en muy malas condiciones.
Características
Todos estos vehículos tenían una característica en común que los hacia difíciles de encontrar y es que eran de origen Norteamericano, de la marca “Cushman”, producidos por una fábrica localizada en la ciudad de Lincoln, Nebraska. Además estos triciclos solamente se utilizaban para el transporte de jugadores de Golf o personas discapacitadas y eran bastante caros y por consiguiente su uso en la República estaba muy restringido, ya que además de que se tenían que importar directamente de los Estados Unidos había muy pocos campos de golf o personas que quisieran tener uno de estos carros para su uso.
No obstante que esta modalidad de transporte, desde su inicio fue del agrado de los usuarios, en sus inicios encontró bastante oposición, críticas y presiones por parte de los Sindicatos de taxis y permisionarios de autobuses urbanos, los que al resentir una baja pronunciada de sus servicios, emprendieron una campaña de desprestigio en contra de este novedoso servicio de transporte.
Este llamado de alerta, no evito a que la población usara estos simpáticos carros y si bien al principio se usaron por curiosidad y diversión, después con el tiempo, su tarifa y maniobrabilidad hicieron que su uso se generalizara por toda la ciudad.
Es a partir de estos ataques que el ingenio popular, bautizó a estos carritos con el nombre de “Pulmonías”, nombre que sigue conservando hasta nuestros días.
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En Mazatlán
La aceptación de este tipo de transporte trajo por consecuencia que la empresa del “Chícharo” creciera rápidamente. El número de carros aumento al doble de las autorizaciones concedidas por el Gobierno del Estado, esta situación se hacía necesaria para estar en posibilidad de otorgar el servicio en todo tiempo y sin interrupción; de tal manera se podía observar que todas las unidades que trabajaban en el turno matutino, al regresar a la base eran despojadas de sus placas de circulación para colocárselas a las unidades del turno vespertino.
La idea del “Chícharo” Ramírez, soportada con fuertes dosis de ingenio, lo que aunado a su gran visión empresarial, fue responsable de la creación de un transporte público que indudablemente modifico sustancialmente las preferencias de la población y con el tiempo se arraigó fuertemente en las preferencias de propios y extraños. Es justo reconocer que la participación de este popular personaje fue decisiva, para que se pudiera dar la existencia de un transporte, pintoresco, atractivo, cómodo, maniobrable y económico, que se ha constituido en parte del escenario de nuestra ciudad y patrimonio de muchas familias Mazatlecas.
Fuente: http://mazatlan.gob.mx/