Conviértete en un verdadero vaquero en Durango

Durango tiene una infinidad de atractivos para los turistas que lo visitan, pero si es la primera vez que te acercas a este estado, no dudes en conocer estos 5 atractivos de Durango imperdibles en tu recorrido:

La gastronomía

Si vas a Durango, no puedes dejar de probar el platillo duranguense por excelencia: el “caldillo”. Preparado con carne seca o fresca y chile rojo es una delicia tradicional entre los locales. Sin embargo, existen otros platillos que puedes saborear en la capital como la pierna de cerdo en pulque y el mole de Analco, la variedad local de la famosa receta mexicana elaborada con chocolate, chile y almendras; el menudo duranguense, un guisado hecho con estómago de res, hierbas y especias y, por último, las gorditas de huevo perdido se preparan con masa de maíz, huevo, jitomate y chile. Y de postre, dada la tradición ganadera del estado, la cajeta, un dulce elaborado con leche de cabra se ha ganado un lugar central en las mesas mexicanas. Pero la mejor forma de finalizar el banquete es tomar un delicioso trago de mezcal de Durango.

El centro histórico de Durango

Al caminar por el centro histórico de Durango te puedes encontrar con más de 20 maravillas arquitectónicas representativas de diferentes estilos. Entre las bellezas que te encontrarás se encuentran la Catedral, con su imponente colección de arte sacro, la plaza de armas y el Palacio del Conde de Súchil, residencia de Don José del Campo Soberón y Larrea construido en 1777. Una vez que quieras tomar un descanso, dirígete al restaurante Zocabón ubicado en el edificio llamado de las Tres Rosas, el primer edificio afrancesado de la ciudad.

La Zona del Silencio

Desde hace ya casi cuarenta años, miles de personas unas 2,500 anuales en promedio, siguiendo diferentes causas han visitado la Zona del Silencio. Unos van a ver la naturaleza, otros quieren contacto con seres extraterrestres, algunos se van buscando a si mismos pero indudablemente todos se han sentido atraídos por el gran magnetismo natural del sitio.

Varios son los acontecimientos que han otorgado gran fama a este lugar: la desaparición de las ondas de radio, el hallazgo de el “Meteorito de Allende”, que tiene material más antiguo que el mismo sistema solar, o el cohete “Athena” lanzado por la Fuerza Aérea desde el estado norteamericano de Utah, según esto rumbo a White Sands, Nuevo México y que cae en la “Zona”, para ser encontrado 24 días a ocho kilómetros al norte del cerro San Ignacio.

En el año de 1974 se declara una área natural protegida, la primera a nivel mundial dentro de un programa de la UNESCO: Reserva de la Biósfera de Mapimí. Sin embargo, el revuelo y el misterio que envuelven esta zona la convierten en uno de los mayores atractivos de Durango. 

Fuente: mexplora.com

Paso resbaloso

La sierra duranguense regala fascinantes entornos, entre los que destaca Mexiquillo. Aquí se encuentra el famoso conjunto de peñascos con formas llamativas conocido como Jardín de piedra, así como la impresionante cascada de Mexiquillo, de 20 metros de altura, con uno de sus pasajes más conocidos: el arroyo de Paso Resbaloso. Una vez que estés en esa zona, puedes aventurarte a descender con la técnica de rappel, lo cual será una increíble, y agotadora, aventura que te dejará con una gran sensación de paz, al estar rodeado de las hermosas bellezas naturales que conocerás.

El viejo Oeste

En el año de 1898 se filma por parte de “Edison” un corto llamado “Un Tren Llegando a Durango”. Unos años más tarde, en 1912, el General Francisco Villa se convierte en el “primer actor” de cine nacido en Durango, al dar permiso y ser protagonista de la filmación de las tomas de Zacatecas, Torreón y Ojinaga por Raúl Wash. Desde ahí y por ya más de cincuenta años, tanto productores nacionales como internacionales han estado buscando los cielos azules, bellezas naturales, y rasgos coloniales de Durango para sus películas.

Si bien es cierto, fue en los años 60’s cuando gracias a directores famosos como John Houston, Raoul Walsh, Chano Urueta, Raúl de Anda, George Sherman, Sam Peckinpah y otros, se filmaban en el Estado más de cinco largometrajes al año casi en su totalidad con artistas de renombre. Visita el viejo oeste a unos cuantos kilómetros de la capital duranguense, donde se asientan Villas del Oeste y Chupaderos, dos poblados de calles polvorientas donde abundan los vaqueros, las cantinas, oficinas de sheriffs y bailarinas de cancán, escenarios de una gran cantidad de películas del género western que vieron pasar a John Wayne.

Fuente: revistafortuna.com.mx

Así pues, ya sabes qué visitar en tu próxima vuelta a Durango. Pero si quieres conocer un puente muy peculiar de Durango, checa este puente construido por el Diablo, según dicen por ahí…

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Fuente: Durango Turìstico