¡En Orizaba, Veracruz, los palacios de metal te esperan!
El Pueblo Mágico de Orizaba “lugar de aguas alegres en náhuatl”, custodiado por el majestuoso Pico de Orizaba, es una población donde la naturaleza, la historia, la aventura y el sabor se entretejen, con muchísimo por descubrir y experimentar con todos los sentidos. ¿Nos acompañas a ver qué descubrir en Orizaba?
Lo primero que hay que hacer en Orizaba es recorrer sus calles adoquinadas y salpicadas con el verde tan peculiar de la vegetación veracruzana. En ellas encontrarás varios magníficos edificios históricos, como el Palacio Municipal, en donde se encuentra un mural de Clemente Orozco; la Casa Embrujada, en donde se cuenta que habitan los fantasmas de una familia asesinada por su mayordomo, el Teatro Ignacio de la Llave, Patrimonio Cultural de la ciudad; y el Palacio de Hierro, el único castillo art nouveau de metal del mundo y diseñado por Gustave Eiffel. Aprovecha para tomarte una taza de café local en el Gran Café de Orizaba, un emblema de la ciudad.
Además, esta población tiene el mayor número de iglesias de todo el estado, con más de 10 construcciones como son: la Catedral de San Miguel Arcángel, el Exconvento de San Juan de la Cruz, y las iglesias de Dolores y santa Gertrudris.
Luego, hay que tomar el teleférico, el tercero más largo de México. Con 917 metros de longitud, va de la plaza Pichucalco hasta la cima del cerro del Borrego ($50 ida y vuelta). Una vez ahí, podrás disfrutar del ecoparque que allí se encuentra, visitando alguno de sus dos museos (uno histórico y otro geográfico), recorrer senderos, disfrutar de miradores o subirte a una tirolesa de 250 metros.
Paseo del Río
Lo segundo que hay que hacer es visitar el Paseo del Río, que cruza la ciudad de norte a sur. En sus 5 kilómetros podrás admirar varios puentes, arboledas y juegos infantiles. Allí se encuentra la Reserva Animal, hogar de 32 especies rescatadas, como monos araña, jaguares, cocodrilos, osos, venados, cebras y muchos más. La entrada es libre y está abierto los 365 días del año.
Para disfrutar de la naturaleza local, Orizaba ofrece varias opciones, como el cercano Ojo de Agua, un balneario de agua cristalina que emerge de los manantiales del Cerro de Escamela. En él, puedes nadar, pasear en lancha o disfrutar los antojitos típicos como memelas, picaditas y “papa extranjera”, llamada así por su extraña forma y con un sabor similar al de la jícama.
Otras opciones son el Parque Nacional Cañón del Río Blanco, donde están la preciosa Cascada del Elefante (cuya caída asemeja la trompa y las piedras de los lados, los colmillos), los famosos 500 escalones, y la tirolesa más alta del estado (120 metros); el Cañón de la Carbonera, que cuenta con 24 cascadas, 12 manantiales y 4 cavernas para explorar; y por supuesto, el Pico de Orizaba, el gigante coronado de blanco más alto de México.
Si de cultura se trata, Orizaba tiene una amplia variedad de museos y recintos, como el ya mencionado museo Geográfico, el de la cerveza, el de historia del Valle de Orizaba, y el de arte estatal, cada uno un mundo por descubrir.
En Orizaba la pasarás como nunca