¿Es tiempo de despedirse de los buffets?
La crisis del COVID-19 ha transformado el mundo de la hotelería y la hospitalidad, exigiendo nuevas medidas de higiene y restricciones para proteger tanto a los empleados como a los comensales. A la vez, ha provocado que muchos sistemas de toda la vida dejen de funcionar, y uno de los más terribles (para todos aquellos que aman comer) es el buffet.
De las barras de ensaladas a los tradicionales desayunos de hotel, los buffets parecen no tener cabida en esta nueva normalidad. Y con toda la razón, ya que entre las aglomeraciones, la comida expuesta, los utensilios compartidos y las superficies que todo el mundo toca, son el vehículo perfecto para transmitir y adquirir el virus.
Así que respondiendo a la pregunta de si próximamente podremos disfrutar de un buen buffet a la antigüita, la respuesta es, lamentablemente, que definitivamente no.
¡Pero aún hay esperanza! Aunque por el momento, los buffets están cancelados, no todo está perdido. Algunos restaurantes están explorando nuevas opciones, como estaciones de servicio más pequeñas, servicio individual, porciones pre-empacadas, buffets asistidos y servicio tipo cafetería, en el que te formas (manteniendo la distancia mínima) y se te sirve la comida.
Acorde al protocolo “Mesa Segura” de la Canirac, una de las modalidades más populares será que habrá una sola persona dedicada a servir (evitando así que los comensales se acerquen a los alimentos) y se podrá volver a pedir las veces que uno desee. La comida estará cubierta y protegida, tanto en la barra como en los platos. Incluso, habrá una cubierta anti-estornudos. Por supuesto, todo el personal tendrá que usar cubrebocas, careta y guantes, y los utensilios se desinfectarán periódicamente. Indudablemente, para grandes problemas, grandes soluciones.
Habrá que ver qué nos depara el destino y mientras tanto, tendremos que conformarnos con lo que hay.