Así que muy mexicano, ¿ya le entraste a esta comida exótica?
Migas, tripas, flores, tacos de cochinada y atoles con nombres muy sospechosos. Aunque para los mexicanos la mayoría de estos platillos son el pan de cada día, hay quienes todavía temen probar esta comida exótica que no tendrán buena vista pero su deliciosos sabor lo compensa todo. ¡Arrancamos!
Sopa de Migas
La sopa de migas se trata de una sopa caliente de bolillo y huesos de cerdo con ajo, cebolla, epazote, y chile cascabel, además se puede sazonar con chile, limón y orégano al gusto. Este es un platillo que puedes encontrar en las calles y zaguanes de las vecindades del barrio de Tepito en la Ciudad de México. Recuerde que a buen hambre, no hay mal pan, así que provechito.
Mondongo, pancita o menudo
Si pides un plato de mondongo, pancita o menudo en México, te llevarán un caldo muy picante que puede ser rojo o blanco y que se prepara con el estómago de la res, en algunos lugares le agregan garbanzos y hasta maíz cacahuazintle; también la pancita se guisa para quesadillas, empanadas o tacos. Dicen que este platillo es un remedio infalible para la cruda dominguera y mientras más picoso mejor surte su efecto. Su nombre varía según la región en la que te encuentres: en Veracruz y Tabasco la encuentras como mondongo, en algunos estados del centro del país como Guanajuato se le conoce como menudo y en la Ciudad de México y el Estado de México se le conoce como “pancita”. Pero en Hidalgo el mondongo se hace con la panza picada del borrego, en chile rojo o verde.
Orejas de mico
Este es un dulce típico de Tabasco, que se prepara con papayas pequeñas que se dan en la región. Se abren por la mitad, se quitan las semillas y se hierven en miel de piloncillo, tomaron este nombre porque dicen que al partir el fruto parece una oreja de un mico, un animal nocturno de la región también conocido como kinkajou.
Gualumbos o Quiotes
Son los tallos comestibles de la flor del maguey y se pueden preparar en caldos, salsas, moles, huevos y hasta en atole; dicen que su sabor es similar al pollo pero tiene un toque más delicado. Forman parte de la cocina prehispánica de este país, y son muy especiales ya que florecen únicamente cada quince años.
Acociles
Los acociles o cangrejos de río mexicano, solían ser una importante fuente de proteínas para el pueblo azteca. Su aspecto y sabor se asemejan al del camarón; generalmente se fríen y se comen en tacos, aunque también los podemos degustar como botana con jugo de limón e incluso en ensaladas. A diferencia de los camarones, no se les remueve la cabeza, las extremidades ni la cáscara. Si quieres encontrarlos búscalos en los mercados de la Ciudad de México, sobretodo en el de comida de Xochimilco.
Tacos de cochinada
Estos tacos se preparan con los restos de todo lo que quedó en la plancha de una taquería: chorizo, chicharrón, cebolla, carne y hasta carbón. Se raspa hasta el fondo con una pala el sartén todavía caliente, se sirve en una tortilla, se le agrega salsa al gusto y se le da una mordida esperando la sorpresa del sabor. Los puedes encontrar en la taquería “Don Beto” que se ubica en Dr. Vértiz 1023, colonia Narvarte, en nuestra querida Ciudad de México.
Pejelagarto
Es un pescado típico de Tabasco, que tiene una cabeza parecida a un lagarto pero cuerpo de pez. Es considerado un fósil viviente y en la cultura prehispánica era considerado un pez sagrado. Se puede preparar frito, empalado, a la leña, al carbón, en tamales, en empanadas, en tortillas rellenas con queso y camarón, en ensalada, asado, acompañado con tortilla al mojo de ajo, chile amashito y limón. El platillo más representativo es el pejelagarto en chirmol, una receta chontal que ha sobrevivido al paso del tiempo y que se elabora con semilla de calabaza y tortilla quemada.
Atole de chaqueta
Su nombre parece albúr, pero es así como se le conoce al atole negro o de cáscara de cacao en algunas regiones michoacanas, como Uruapan y Zinapécuaro, para prepararse se muelen las cáscaras de cacao junto con pelos de elote, canela, azúcar, nixtamal y piloncillo.