Más de una razón por la que debes atascarte en Mazatlán
Aunque el título es sugestivo, no me voy andar por las ramas para afirmar que en Mazatlán, Sinaloa se come, y por mucho, el mejor camarón a nivel nacional y probablemente hasta a nivel mundial.
A lo largo y ancho del bello puerto mazatleco, un sinnúmero de restaurantes nos ofrecen, exquisitamente preparado en las más diversas formas, este manjar que el mar y el estero nos da. Pero si a fondo este tesoro quieres admirar, una vuelta por la calle Aquiles Serdán en el centro de la ciudad te tienes que dar, pues es con las famosas “changueras” donde habrás de encontrar el camarón más fresco que puedes llevar.
Sin duda que “camarón bueno que se duerme, las “changueras” de Mazatlán te lo venden”, pues ya sean chiquitos como para un coctelito, o enormes como para platillo único, estas “monas” y atentas señoras solo lo mejor es lo que expenden.
A estas alturas seguro ya más de uno se habrá preguntado el porqué de tan despectivo nombre de “changueras”, pero créame que nos les dicen así por groseros los mazatlecos, ni porque se cuelguen a los barcos camaroneros, como siempre más de un turista a sugerido, y mucho menos, por supuesto, a que estas vendan o vendían changos, como de vez en cuando ha llegado a sugerir alguno que otro “ilustre” visitante. Se trata ni más ni menos por el uso de la red con la que atrapan, o en este caso, llenan, de este crustáceo proveniente del barco camaronero que arriba al puerto; y cuyo nombre, seguro ya adivinó usted, lleva el nombre coloquial de “chango”.
Diario, sin descanso de 6:00 am a 6:00 pm y a lo largo de la banqueta con sus puestos llenos de cubetas rebosantes de camarón y otros productos (pulpos, jaibas, callos, etc.) te las habrás de encontrar, y créeme, se trata de un verdadero espectáculo visual que querrás disfrutar más tarde con el paladar.
Una vez adquirido el producto a la medida de tu presupuesto y gusto, pues los precios rondan desde los 75 hasta los 250 pesillos según pude verificar yo mismo, puedes congelarlos para llevarlos a casa, prepararlos tú mismo donde te estés hospedando o si quieres ahorrarte la molestia o te urge mucho, comértelos enfrentito de los puestos de las “changueras”, pues hay unos restaurantes o fondas donde te preparan al momento los manjares recién adquiridos.
Para que no llegues por tu dotación de camarón con cara de “what”, has de saber que el tamaño de este se mide de una manera muy particular, por lo que a continuación te lo voy a explicar.
Cada vez que encarguemos o compremos camarones, estos se piden por un número que se expresa en fracción: llámese 51/60, 36/40 o 16/20 e ignoramos lo que esto significan. Simplemente esos números son la expresión de la cantidad aproximada de camarones que encontraremos en la compra por cada libra, recordando que una libra equivale a unos 450 gramos.
Ejemplo: en una bolsa de camarón 36/40, sabremos que hay entre 36 y 40 camarones por libra, algo así como 70 y 80 camarones por kilo. A medida que el número de calibre sea menor, mayor será el tamaño del crustáceo.
Con las “changueras” es común el encontrar calibres del tipo colosal con el numero: U4, U10 y U12. O sea que encontramos 4, 10 y 12 camarones por libra respectivamente. Ya te puedes imaginar que tamaños de animalazos.
Así que ya lo sabes, una visita a Mazatlán no es completa sin una visita a sus “changueras”, y si de plano eres alérgico a estos cascarudos amigos, aun así visítalas, pues también encontrarás muchas otras delicias y pescado fresco todos los días.