San Juan Chamula, sincretismo y folclor en Chiapas

Chiapas es indudablemente uno de los estados más fascinantes de nuestro país, hogar de una riquísima historia, catorce pueblos indígenas, gastronomía milenaria y bellezas naturales por doquier. De sus muchos extraordinarios destinos, hay uno especialmente emblemático: San Juan Chamula, puerta de entrada al sincretismo chiapaneco. Vamos a descubrirlo.

San Juan Chamula: guía básica

¿Dónde está San Juan Chamula?

San Juan Chamula se encuentra en los Altos de Chiapas, en el centro del estado, a 67 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez y a 10 kilómetros del Pueblo Mágico San Cristóbal de Las Casas.

¿Por qué visitarlo?

San Juan Chamula es un lugar singular y único, con un aire distinto, casi ajeno. Es una comunidad que se rige por usos y costumbres, garantía de la preservación de las tradiciones y de la perpetuidad de prácticas poco comunes en el resto del país, como el trueque y la desconfianza a cultos externos.

Su complicado pasado, de conquista, rebelión y resistencia, y la fuerza de su gente dieron pie a un sincretismo bastante peculiar, en donde lo indígena y lo europeo se entretejieron para crear un sistema de creencias único y fascinante, reflejado en todos los aspectos, desde la indumentaria hasta la gastronomía y la arquitectura.

¿Qué hacer en San Juan Chamula?

Lo primero que hacer en San Juan Chamula es visitar la legendaria iglesia de San Juan Bautista, donde por una pequeña cooperación de $25, se puede ver cómo lo maya y lo cristiano coexiste en el mismo espacio.

El interior de esta iglesia de fachada blanca con verde es otro mundo, con pisos vegetales, santos católicos en cajas de vidrio con espejos en el pecho, veladoras multicolores, listones y ofrendas: pox, coca, huevos y gallinas –que pronto serán sacrificadas-. Dentro de esta iglesia, está prohibido tomar fotografía o video, por respeto a la creencia local de que roba el espíritu.   

Una vez fuera de la iglesia, la plaza principal recibe a sus visitantes con vendedores de artesanías, guías locales y personas ofreciendo limpias a los turistas. Este peculiar ritual corrige dolencias de cuerpo y el espíritu con ayuda de los santos y una peculiar combinación de oraciones, ofrendas, velas multicolores, huevos y extrañamente, coca cola.

Los afortunados que visitan un día domingo, podrán vivir la experiencia del mercado, en donde entre puestos y llamados, se vende todo desde piratería hasta frutas y verduras, artesanías y utensilios de cocina.

Tras la plaza y la iglesia, hay que visitar el cementerio y las ruinas del antiguo templo de San Sebastián. Aquí, las tumbas son de tierra, y tienen cruces de madera o de cemento, dependiendo de la clase del difunto, y están cubiertas con listones y abundantes ramas de pino, un árbol sagrado para los chamules.  El templo, o mejor dicho las ruinas del templo, permanece en pie a pesar del paso de los años, con su fachada de estuco y su arco de entrada.

Otra experiencia muy peculiar de San Juan Chamula es asistir a su carnaval, celebrado los cinco días previos al Miércoles de Ceniza, una celebración de origen ancestral que integran elementos católicos, rituales indígenas, alegre música y abundancia de pox.  

Además de lo anterior, en esta fascinante comunidad se pueden comprar artesanías y probar la gastronomía local.

¿Qué tomar en cuenta antes de visitarlo?

Dado que el turismo es muy común en la comunidad, en general es un sitio relativamente seguro. Sin embargo, es mejor visitarlo de día, en grupo, y de preferencia, en compañía de un guía profesional.

También es fundamental respetar las normas, como no tomar fotos en los lugares prohibidos -y menos a las personas-, para evitar situaciones incómodas con los locales o con los “mayoles”, que son equivalentes a los policías locales.

Otro detalle que considerar es que los vendedores ambulantes son bastante insistentes, así que ármate de paciencia.