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10 increíbles destinos para amantes de la literatura
En nuestro ancho mundo existen muchos sitios que inspiraron a grandes autores a crear historias extraordinarias, tomando acontecimientos del día a día y transformándolos en relatos atemporales, revelando al viajero universos totalmente nuevos en entornos que se creían ya explorados. Acompáñanos a recorrer esos diez destinos imperdibles para amantes del literatura.
Y es que, como dice Pérez-Reverte: “Cambia mucho las cosas recorrer la Mancha con el Quijote en las manos, pasear por Buenos Aires con Borges […] o caminar por Hisarlik sabiendo que allí hubo una ciudad llamada Troya y que los zapatos del viajero llevan el mismo polvo por el que Aquiles arrastró su carro […]”.
10 destinos para amantes de la literatura
1.- Nueva York, Estados Unidos
“La ciudad desde el puente de Queensboro es siempre la ciudad vista por vez primera. Intacta todavía, su primera promesa desmesurada de todo el misterio y toda la belleza del mundo” F. Scott Fitzgerald
Nueva York es un destino tan conocido y explorado que sus atracciones resultan casi familiares, incluso a aquellos que nunca lo han visitado. Esta curiosa cualidad se debe a que grandes plumas la han inmortalizado como escenario de historias de romances imposibles, poetas atormentados, atractivas socialités, misteriosas muertes, y otros memorables personajes.
Y es justamente esta abundancia de historias, la que hace a la Gran Manzana una de las metrópolis más atractivas para quienes buscan redescubrir lo ya conocido. Por ejemplo, en una simple visita al Hotel Plaza, el viajero puede adentrarse en relatos distintos, ya sea reviviendo las aventuras de la pequeña Eloise oo asistiendo a las reuniones del Gran Gatsby.
O ¿qué tal seguir las huellas de Holden Caufield en el Guardián en el Centeno, pasando por los patos de Central Park, las rockettes de Radio City Hall, y el Museo de Historia Natural?
Y ni qué decir de los bares y cafés que albergaron a los escritores bohemios del siglo XX, como la Taberna Minetta, punto de reunión de Hemingway, Ezra Pound y Eugene O’Neill, o el White Horse, hogar temporal de Kerouac. Nueva York es casi una obra de arte para los amantes de los libros y ciudades.
2.- Londres, Inglaterra
“Vengan conmigo, damas y caballeros cansados de Londres y de lo conocido: vengan conmigo, pues tenemos aquí nuevos mundos” Lord Dunsany.
Durante siglos, la capital inglesa ha sido hogar de grandes escritores y trasfondo de algunos de los relatos más emblemáticos de la literatura europea, desde Shakespeare y Woolf, hasta Harry Potter y Las crónicas de Narnia.
Para un lector asiduo, explorar Londres es una estupenda oportunidad para entrar a un mundo de detectives extraordinarios, cuentos de navidad, diarios de irónicas solteronas y callejones mágicos.
En un área de menos de 16 kilómetros, puedes visitar puntos clave del universo literario, como el Rincón de los poetas de la Abadía de Westminster, el Globe Theater de Shakespeare y el Barnards Inn de Dickens en Grandes Esperanzas.
Se encuentran allí también la plataforma 9 y ¾ de la Estación King Cross de Harry Potter; el Cavendish Square, escenario de Doctor Jekyll y Mr. Hide; el museo de Sherlock Holmes, en Baker Street, y los Jardines de Kensington, inicio del cuento de Peter Pan.
Se podría decir que Londres es una de las mejores ciudades llena de misterios, con aventuras esperando en cada esquina.
3.- París, Francia
“Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará vayas donde vayas, todo el resto de tu vida”.E rnest Hemingway
¿Cómo empezar a hablar de París, la ciudad de las luces, el corazón del mundo bohemio, inspiración de revolucionarios y escenario de grandes movimientos literarios?
Con su soberbia catedral, hogar del solitario jorobado, sus mansiones señoriales habitadas por vampiros, sus buhardillas de niños inventores, y sus orfanatos con valientes niñas pelirrojas, París es una antología de relatos en sí misma.
Para comenzar a explorar el París de la literatura, dirígete a Shakespeare y Compañía, la librería más importante de la ciudad, mítica por haber publicado el Ulises de James Joyce.
Continúa hacia St. Germain des Près, donde se encuentra el Museo de las Letras y Los Manuscritos, que en su interior resguarda cartas y textos originales de Víctor Hugo.
Alójate al menos una noche en L’Hôtel, donde el ingenioso Oscar Wilde respiró su último aliento tras perder un duelo a muerte con su espantoso papel tapiz
No puede faltar un recorrido por los característicos cafés parisinos, como Le Procope, el favorito de Molière y Balzac, y el Café Polidor de Víctor Hugo, con su inigualable tarta de manzana.
También vale la pena también visitar el antiguo barrio bohemio de Montparnasse, frecuentado por artistas del ayer y hoy, y hogar de La Closerie Des Lilas, donde Hemingway escribió The Sun Also Rises.
Curiosamente, una de las mejores formas de conocer París es bajo la guía, no de un francés, sino del argentino Julio Cortázar, siguiendo el mapa incluido en su novela Rayuela.
¿Qué opinas de las ciudades de Francia?
4.- Buenos Aires, Argentina
“A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: la juzgo tan eterna como el agua y como el aire”. Jorge Luis Borges.
Para muchos, Buenos Aires es el París de las Américas, una metrópoli con aires europeos y escondrijos furtivos; lugar de origen de soberbios autores de la escena latinoamericana
Recorrer su centro es hacer un viaje por las páginas de fascinantes novelas, como “El desagravio” de Piglia, donde se comete un crimen en el Paseo Colón, o “Sobre Héroes y tumbas” de Sábato, donde el protagonista suele refugiarse en el Parque Lezama.
Aunque, si hay un escritor representativo de Buenos Aires, es definitivamente el ya mencionado Cortázar, quien en su amplia obra retoma la identidad urbana porteña, lo que dio lugar a la creación de una ruta turística enteramente dedicada a él.
Dentro de la “Ruta Cortázar”, destacan la escuela Mariano Acosta de Balvanera, el célebre estadio de Luna Park, el Barrio Rawson, la Galería Güemes, y la confitería London City.
Esta confitería, por cierto, es famosa por su exquisito dulce de leche, una tentación obligada para cualquier visitante.
A pesar de que, al igual que en Rayuela, la Capital del sur puede recorrerse sin un orden específico, el final definitivamente debe ser la Plaza Julio Cortázar de Palermo.
5.- Barcelona, España
“Incluso la luna estaba avergonzada por la belleza de Barcelona” Andrew Barger
Barcelona es indudablemente una de las ciudades más enigmáticas del mundo, una urbe cuyo violento pasado se oculta bajo las espléndidas fachadas de belleza mediterránea y sus exuberantes begonias
Para viajar en el tiempo y descubrir la Barcelona imaginaria, se destacan dos opciones de recorrido, ambos basados en novelas históricas contemporáneas. La favorita es el tour de la Barcelona de La Sombra del Viento, basada en la popular obra de Carlos Ruiz Zafón.
En él revivirás las aventuras de Daniel Sempere en la Barcelona mística del siglo XX, recorriendo enmarañadas calles y tétricas locaciones, como la avenida Santa Ana, el Arco del Teatro, Las Ramblas, La Plaza Sant Felip Neri, el Asilo de Santa Lucía, y el Ateneo Barcelonés.
En palabras del autor: “La Barcelona encantada, el laberinto de los espíritus, donde las calles tenían nombre de leyenda y los duendes del tiempo caminaban a nuestras espaldas”.
El segundo recorrido está basado en La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones, una novela dedicada los habitantes de un pequeño pueblo de pescadores que se unieron para construir la monumental Santa María del Mar.
Entre los escenarios de esta apasionante historia medieval, se encuentran, por supuesto, la Catedral, la Plaza Nova, la Vidriería, la Pla de Palau y la calle Consolat del Mar, entre otros.
“Mira, Arnau, le dijo Bernat al niño, que dormía plácidamente pegado a su pecho, Barcelona. Allí seremos libres”.
6.- Macondo, Colombia
“Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y caña brava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos”. Gabriel García Márquez
Si existe algún pueblo imaginario que todo amante de la literatura quisiera visitar es definitivamente Macondo, la creación más querida de García Márquez, una población donde la realidad y la fantasía se entretejen en cien años de historias
Y aunque Macondo no existe en la geografía colombiana, es posible encontrarlo en los territorios que inspiraron su creación. En palabras de Gabo: “Macondo no es un lugar, sino un estado de ánimo que le permite a uno ver lo que quiere ver y verlo como quiere”.
La primera visita debe ser a Aracataca, al norte de Colombia, el pueblo natal del Premio Nobel y su principal inspiración.
Es un pueblito soñoliento y tranquilo, en el que durante las horas de más calor la gente se sienta en la sombra, viendo pasar el mundo con infinita calma.
Al igual que en Macondo, ahí se encuentra la zona bananera, la estación del tren, el camellón de los Almendros, el edificio de la United Fruit Company y la casa del telegrafista.
También se puede conocer la Casa-Museo Gabriel García Márquez, antigua vivienda de los abuelos maternos del escritor, con paredes decoradas con frases y mariposas amarillas, y al fondo, el célebre castaño de José Arcadio Buendía.
Otro de los grandes encantos del pueblo es la presencia de Gabo y sus historias en todos lados. Desde el nombre de un autobús y la estatua de Remedios la bella, hasta un colorido mural, Macondo existe en Aracataca.
La siguiente visita es a Riohacha, a 250 kilómetros, “la ciudad de arena y sal donde nació mi estirpe desde los tatarabuelos, donde mi abuela vio a la Virgen de los Remedios apagar el horno con un soplo helado cuando el pan estaba a punto de quemársele, donde mi abuelo hizo sus guerras y sufrió prisión por un delito de amor”.
Esta pacífica población costera es una de las más antiguas de Latinoamérica y el escenario de importantes acontecimientos de Cien años de soledad y el Amor en los tiempos del cólera.
Riohacha no es un destino particularmente turístico, por lo que mantiene su autenticidad y pintoresco. Sus mayores atractivos son el paseo marítimo y el muelle, las artesanías wayuu, y el pequeño centro cultural.
Al igual que Aracataca, Riohacha es un territorio con un realismo mágico latente, que solo se revela a aquellos que saben observar más allá de lo evidente.
En palabras del poeta serbio Dejan Stojanovic, “Márquez no nació en Colombia. Nació en Macondo, y su Macondo es su La Mancha”.
7.- Castilla, España
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…”
Don Quijote de la Mancha es posiblemente la obra literaria más importante de la literatura española y universal, y la segunda más publicada después de la biblia.
Llamado “el mejor trabajo literario jamás escrito”, cuenta las andanzas del Hidalgo Don Quijote, su noble corcel Rocinante y su escudero Sancho Panza por tierras españolas, donde los molinos son gigantes, las plebeyas son princesas y los títeres son moros.
Escrito como una parodia de las costumbres de su tiempo, el Quijote, tras leer demasiadas novelas de caballería, decide “irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y a ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban…”
Con base en la obra de ficción, se ha creado “La Ruta del Quijote”, que en 10 tramos, 2500 kilómetros y 148 municipios, cubre los sitios de interés cervantino en al región de Castilla-La Mancha. Estos son los atractivos imperdibles.
Partiendo de la espectacular Toledo, capital de la provincia, la primera parada es el Campo de Criptana, hogar de los míticos molinos contra los que luchó Don Quijote.
“Dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer”
A 18 kilómetros de ahí se encuentra El Toboso, donde se encuentra el museo Cervantino, y patria de la encantadora Dulcinea, el gran amor del Quijote.
Continuamos hacia la Ossa de Montiel, donde el protagonista se queda dormido dentro de una cueva y tiene un encuentro con el caballero Montesinos, personaje habitual del Romancero Viejo
Seguimos con Villanueva de los Infantes, el pueblo del que se dice Cervantes no quiso acordarse, con Argamasilla de Alba, donde se empezó a escribir la obra, y finalmente con Sigüenza, una magnífica ciudad medieval.
Al igual que el Quijote, un viajero también puede aprender a ver el mundo de un modo fantástico, aunque no tenga nada que ver con su realidad.
La importancia de la fantasía literaria se hace más evidente en poblaciones radicalmente distintas a Castilla.
Conoce más rutas de España aquí.
8.- San Petersburgo, Rusia
“Todo puede cambiar en Petersburgo excepto su clima y su luz. Es la luz del norte, pálida y difusa […] en la que los pensamientos del caminante viajan más lejos que su destino”. Joseph Brodsky
Bienvenidos a San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, e inspiración de literatos como Vladimir Nabokov, Alexander Pushkin, Nikolai Gogol y Fyodor Dostoevsky.
Como cuna de artistas, en la ciudad se ofrece una gran variedad de tours dedicados únicamente a la perspectiva de un autor en particular, recorriendo desde memoriales hasta casonas restauradas
Entre los recorridos más populares está el San Petersburgo de Dostoievski, el escritor ruso por excelencia, en el que se siguen los pasos de Raskólnikov y Marmeladova, los protagonistas de la magistral novela Crimen y Castigo.
El paseo incluye la Casa Museo Dostoievski, donde el autor escribió Los hermanos Karamazov, la casa de la prestamista asesinada por Raskólnikov, y el puente Voznesenski, donde muere el funcionario Marmeladova.
Lo que hace esta ruta tan popular es que se aleja de la grandiosidad imperial tan común en Rusia, y se concentra en lugares más cotidianos, más cercanos a sus habitantes, y por ende, más familiares.
Otro itinerario bastante interesante es el de Alexander Pushkin, el poeta más famoso de la nación. Se visita el que solía ser su apartamento, hoy es el museo literario más antiguo del país, y la Villa de los Zares, en las afueras de la San Petersburgo.
Además de estos dos recorridos, vale la pena visitar el Café Literario, en la esquina de Nevsky Prospect y la Casa- Museo de Vladimir Nabokov. ¿Qué opinas de las ciudades rusas?
9.- Mumbai, India
“Lo primero que me llamó la atención de Mumbai, en ese primer día, fue el olor de un aire diferente… huele a diez mil restaurantes, cinco mil templos , santuarios , iglesias y mezquitas, y un centenar de bazares” Gregory Roberts.
Mumbai, el corazón del subcontinente indio, es una ciudad de caos permanente y casi inexplicable, donde los extremos más inimaginables conviven en el día a día. Una de las ciudades que debes visitar al menos una vez en tu vida.
Aquí, hoteles de mármol se elevan sobre los barrios más pobres del planeta, limusinas se deslizan en las calles invadidas por peatones, vacas, taxis amarillos y ciclistas, y el llamado a la oración de las mezquitas se fusiona con el último hit de Bollywood, Es una metrópoli en la que los gangsters, las estrellas de cine, los pescadores y los recolectores de basura, conviven en los mismos espacios, es una novela en ella misma.
Y por ello, autores como Salman Rushdie, con The Moor’s Last Sigh, y Paul Theroux, con The Elephanta Suite, así como infinidad de escritores indios, se han dedicado a plasmar la ciudad con palabras
Para aquellos afortunados con la oportunidad de hacer un recorrido literario por Mumbai, he aquí las visitas obligadas.
La primera parada es Marine Drive, un larguísimo paseo costero y el sitio preferido de locales y extranjeros para gozar de la brisa con el skyline mombaití de fondo.
Seguimos con la emblemática Gateway To India, el monumento colonial británico más importante de la metrópoli y considerado el Taj Mahal de Mumbai.
Igual de impresionantes son la Mezquita Haji Ali de la isla, una de las grandes joyas de la ciudad, y la terminal de trenes Chhatrapati Shivaji, Patrimonio de la Humanidad.
Es importante mencionar que, aunque los slums son parte fundamental de la realidad local, no son sitios turísticos, y es muy poco recomendable visitarlos sin el apoyo de una agencia u organización social.
Para cerrar la noche, no puede faltar una visita a Leopold’s en el barrio de Colaba, el bar más famoso de la metropoli, y frecuentado por absolutamente todo tipo de gente, de mochileros a contrabandistas. Como dijo el autor Subhasis Das, Mumbai no es una ciudad, sino un estilo de vida.
10.- Ciudad de México, México
“A veces sueño que estoy en una ciudad que es México pero que al mismo tiempo no es México. Quiero decir: es una ciudad desconocida, pero yo la conozco de otros sueños, ¿no te estaré aburriendo, verdad?” Roberto Bolaño
Ciudad de México, Distrito Federal, Chilangolandia, o simplemente México… la ciudad del valle y los volcanes tiene tantos nombres como historias que contar. Es una de las ciudades más grandes y bonitas. De Santa Fe a Coyoacán, y de Pedregal a la Doctores, la región que solía ser la más transparente, es mucho más que una simple locación. Es la protagonista de historias de emperadores y políticos, batallas en el desierto, falsos príncipes, ciegos enamorados de santas, yeguas finas, detectives salvajes y hasta laberintos de la soledad.
Y, descubrir la herencia ficcional de nuestra ciudad es tan sencillo como zambullirse en la literatura mexicana y luego recorrer sus conocidas calles con una mirada distinta.
Por ejemplo, en un simple paseo por el Centro Histórico se puede visitar el Bellas Artes de Mastretta, donde Carlos Vives le dedica “Cielito Lindo” a Catalina Asencio… Y las cantinas de Gonzáles Celorio, donde el maestro bebe para olvidar, así como los cafés chinos de Bolaño, donde los real-visceralistas discuten la naturaleza la poesía.
¿Y qué tal la colonia Roma? La de Pacheco, donde Carlitos le declara su amor a Mariana; la de Zapata, donde el vampiro busca nuevas aventuras nocturnas; y la de Kerouac, con sus Medellín Blues.
O el Xochimilco de Poniatowska, donde los domingos las trajineras floreadas transportan a turistas güeros, y donde desde la abuelita hasta el recién nacido comen acompañados de músicos acuáticos. Nuestra capital es tan magna y tan diversa, que estos lugares y sus historias son solamente una minúscula parte de la gran magia mexicana que nos caracteriza.
“¿Explicarlo? No , creerlo, nada más. México no se explica; en México se cree, con furia, con pasión, con desaliento”. Carlos Fuentes.