Cuidado con las fake news: tanto de cisnes como de coronavirus
En plena crisis de coronavirus, cuando los medios están ocupados en reportar números alarmantes de contagios, decisiones drásticas y medidas gubernamentales para contener el brote, han surgido noticias positivas y virales, como el regreso de los cisnes (y hasta delfines) a los canales de Venecia o los elefantes que tomaron demasiado vino de arroz y se quedaron dormidos en un campo de té en Yunnan, China.
Aunque es indudable que la ausencia del hombre es beneficiosa para la naturaleza, esas noticias son, lamentablemente, falsas. Por ejemplo, en el caso de los cisnes, las fotos fueron tomadas en Burano, en donde regularmente habitan, y las de los delfines, en el puerto de Sardinia. Eso sí, el agua de los canales sí es más clara y cristalina de lo que había sido en sesenta años.
Cuidado con las fake news de animales y coronavirus
Las fotos de los elefantes, aunque encantadoras, no corresponden al incidente de Yunnan, pues aunque efectivamente llegaron elefantes (un fenómeno inusual), pero no se emborracharon con vino.
Por supuesto, es perfectamente natural querer compartir este tipo de noticias en tiempos tan complicados. Pero, hay que tener cuidado con la veracidad de lo que compartimos y el origen de la información. Las noticias falsas de animales regresando a su hábitat natural no hace ningún daño (sólo decepcionan al declararse falsas), pero el mismo fenómeno ocurre con información que puede tener consecuencias mucho más graves, como en todo lo que tiene que ver con el coronavirus.
Cuidado con las fake news de animales y coronavirus
Estas fake news de animales en tiempos de coronavirus nos enseñan una lección valiosa: las noticias no necesariamente son reales, aunque queramos que lo sean. En el mundo, sin embargo, siguen ocurriendo cosas buenas y es importante que no nos enfoquemos solamente en lo negativo.
Mucho cuidado con lo que compartes, especialmente con información en redes sociales, que muchas veces no está verificada y no es totalmente real. Antes de reenviar esa cadena de WhatsApp o darle compartir a ese tweet, tomate un minuto para asegurar que la información sea certera. No contribuyamos a viralizar información falsa.
