Internacional
Los festivales más raros del mundo
Por muchos es conocida La Tomatina en Buñol, España, la Batalla de las Naranjas en Ivea, Italia o el Festival Gastronómico del gato en Perú, prohibido desde 2013. Te presentamos los festivales más raros del mundo que llaman la atención de los viajeros por su originalidad y a veces por su irreverencia.
Nos dimos a la tarea de seleccionar algunos de los festivales más locos del mundo y elegimos los más adecuados para liberar estrés.
Los festivales más raros del mundo
Una literal Guerra de los Pasteles
La Merenguina es uno de los festivales más raros del mundo, se celebra desde hace 21 años durante las fiestas patronales de la Purísima en la Plaza San Francisco de Lliria en Valencia, España.
Las personas que participan llegan a lanzarse hasta 15,000 porciones de pasteles de merengue elaborados por los pasteleros del pueblo.
Al terminar la “trifulca” no hay que perderse el baño de espuma que se lanza a presión desde un cañón, para quitarle lo pegajoso a los participantes. Se lleva a cabo a finales de agosto.
Pijamada en la calle
Como para todo hay Día internacional de…, las almohadas no se quedan atrás, y desde abril de 2008 se celebra en varios países el Día internacional de peleas con almohadas.
La ciudad pionera de esta celebración fue Nueva York, implementándola como combate al estrés, después se extendió a unas 56 ciudades más hasta convertirse en uno de los festivales más raros del mundo.
Los participantes se reúnen en sitios emblemáticos para despanzurrar sus almohadas de forma divertida. Aquí aplica bien eso de que “el que se lleva se aguanta y el que se ríe se lleva”, aunque no se vale atacar a nadie que no tenga una almohada con cuál defenderse.
Es opcional acudir en pijama y personalizar tu almohada, aunque seguramente regreses a casa solo con la funda.
Se realiza en Nueva York, Londres, París, Madrid, Berlín, Shangai, Sidney, Buenos Aires y otras ciudades durante la primera semana de abril.
Un queso rodante es la estrella de uno de los festivales más raros del mundo
No menos liberadora de estrés ha resultado el Festival del queso rodante o Cheese-Rolling Festival. Durante el festival se lanza un queso de bola de 4 a 5 kilogramos por la colina de Cooper sumamente empinada en el distrito de Gloucester, Inglaterra.
El queso rodante, llega a alcanzar una velocidad de hasta 100 kilómetros por hora. Se dice que el origen de esta tradición se remite a 1836, ya que los periódicos comarcales lo mencionaban en su agenda desde 1834.
Dada la cantidad de personas que participan, no faltan las caídas, esguinces y tropezones entre personas que van disfrazadas y otras medio pasadas de copas. Pero no te preocupes, varias ambulancias se mantienen a la expectativa , ya que se llegan a realizar hasta 4 carreras .
Al final, el que alcanzó el queso o quedó más cerca, se lo queda.
Definitivamente, este es uno de los festivales más raros del mundo y se celebra el último lunes de mayo.
¡A martillazo limpio!
No hay que dejar atrás el São João Festival o Festival de San Juan, que es esperado para recibir al solsticio de verano en Oporto, Portugal.
Los participantes salen a la calle con un martillo de plástico en mano para golpearse la cabeza, ¿podría haber un festival más raro?.
Hay quienes aprovechan para ajustar cuentas con uno que otro conocido que se las deba, y otros, por muy extraño que parezca, pueden conocer nuevos amigos a martillazos y risas.
San Juan es patrono de los amantes, así que en la noche se encienden hogueras que quedan prendidas hasta el otro día.
Hay bailes, verbenas, juegos pirotécnicos, globos aerostáticos, vino y bendiciones de amor.
Anteriormente se usaban hojas de ajo para golpearse la cabeza, pero, seguramente, se dieron cuenta que era más divertido el ruido de los martillos chillones y nadie falta con el suyo, ya que el martillazo puede caer en cualquier momento.
Conoce más de este festival raro que se lleva a cabo el 23 y 24 de junio cada año en visitporto.travel
Hamacas al vacío en Los Alpes
Otro de los festivales más raros del mundo es el International Highline Festival. Durante el festival los participantes quedan suspendidos de noche y de día en una hamaca que cuelga en las alturas de los Alpes. Desde allí admiran el paisaje, mientras leen, tocan algún instrumento o meditan.
Los participantes dicen que esta es una actividad sumamente relajante. Aunque no deja de ser de alto riesgo, ya que para llegar a su hamaca, deben caminar sobre una cuerda sujetados con un arnés y practicar el slackline, una actividad de equilibrio usando cuerdas entre dos puntos.
Durante el evento, los espectadores pueden pasar tiempo en un bar disfrutando de música, mientras observan. Además se puede practicar yoga o salto en parapente.
Se realiza durante septiembre en Monte Piana, en los alpes italianos.
¡Que la aguante su esposo!
Este no es propiamente un festival, pero no deja de ser un evento muy raro.
Esta carrera la gana quien, literalmente, aguanta más tiempo a su esposa. Se trata de una competencia que rememora una antigua tradición vikinga que consistía en correr llevando cargada en la espalda a la esposa “del prójimo”.
No es necesario que los participantes sean esposos, pero sí que las mujeres tengan más de 17 años y lleven casco.
El Campeonato de acarreo de esposas reúne a competidores de todo el mundo que pueden correr entre obstáculos cargando a las mujeres en uno o dos hombros, boca abajo o “de caballito” y se descalifica a quien tire al suelo a “su esposa” .
Quienes llegan primero a la meta ganan en litros de cerveza el equivalente al peso de la esposa.
Se lleva a cabo en Sonkajarvi , Finlandia el 4 de julio de cada año.
¡Pajaritos a volar!
Menos arriesgada, pero también solo para valientes es la Carrera de Hombres-Pájaro o International Bognor Bird Man, uno de los festivales más raros del mundo.
Los concursantes crean su propio artefacto volador para lanzarse a volar desde una plataforma y caer a un lago. Gana quien toca el agua al último.
Se celebra durante julio en Bognor, Inglaterra.
¿En cuál de los festivales más raros del mundo te gustaría participar? Claro, que también puedes optar por algún festival de música.