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Los puentes naturales más imponentes
En los lugares más inhóspitos de la tierra y a capricho de la naturaleza, la erosión de agua formó imponentes Puentes naturales.
Hoy esas estructuras son uno de los principales atractivos naturales del lugar donde se encuentran.
Algunas de estas inexplicables estructuras se encuentran en República Checa, Jordania, Canadá, España y Estados Unidos. Descubre su belleza.
Los puentes naturales: Pravcicka Brana, República Checa
Este puente de piedra arenisca tiene una envergadura de 27 metros de largo y se alza a una altura de 21 metros.
Es la estructura de este tipo lo más grande de Europa.
Se localiza en el Parque Nacional de la Suiza Bohemia.
Su atmósfera de cuento de hadas, cautivó a Hans Christian Andersen.
Dicen que el escritor y poeta danés escribió en este sitio gran una parte de su cuento Reina de las Nieves.
Los puentes naturales: Burdah, Jordania
En el Wadi Rum, también conocido como el Valle de la Luna, el agua y el viento han labrado majestuosos puentes naturales.
Entre los que destaca el de Burdah, el más alto de esta región desértica.
Para descubrir estas estructuras de piedra es posible realizar recorridos en vehículos todo terreno o a bordo de un camello.
Los puentes naturales: Parque Nacional Yoho, Canadá
Enclavado en las Montañas Rocallosas, en la Columbia Británica, este Parque Nacional alberga uno de los puentes naturales más extraños del mundo.
Y es que el río kicking horse se abre camino a través de esa formación rocosa.
Además, el parque alberga un sinfín de cascadas, lagos y el yacimiento de fósiles Burgess Shale.
Los puentes naturales: Owachomo, Estados Unidos
El monumento nacional de los Puentes Naturales, localizado al sureste de Utah, conserva tres puentes de piedra arenisca.
Estás estructuras se formaron por las corrientes de agua que atravesaron lentamente las paredes del cañón.
Uno de los más imponentes es Owachomo, que lleva ese nombre en honor a los indios americanos que vivieron en esa zona.
Los puentes naturales: Puentedey, España
Localizado al norte de la provincia de Burgos, este enorme puente natural de piedra se formó por el paso del río Nela.
Ese hecho que fue considerado por sus antiguos pobladores como una obra divina.
Por eso lo llamaron el “puente de Dios”, que derivó en el topónimo Puentedey.