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¿Qué hacer en Copenhague para sentirte princesa de Disney?
Un destino poco conocido es Dinamarca. Si quieres saber qué hacer en Copenhague para conocer su contraste de un mundo de fantasía salido de cuentos de hadas hasta utopías liberales en una comuna muy particular.
Definitivamente aquí puedes sentirte una princesa de Disney.
¿Qué hacer en Copenhague para sentirte como La Sirenita? ¡Una visita a Nyhavn!
En este distrito famoso con restaurantes y bares te sentirás bajo el mar. Lo primero que tienes que hacer en Copenhague es dirigirte a este lugar.
El Nyhavn o “Puerto Nuevo” fue onstruido en el siglo XVII para los comerciantes que venían a hacer negocios a la ciudad.
Allí mismo también están la Skuespilhuset, el teatro de Copenhague, el Amalienborg Slot, el palacio real, la Marmorkirken, y el Designmuseum Danmark.
En esa zona vivió el escritor Hans Christian Andersen en los edificios 6, 18 y 20. Es autor de algunos de cuentos como “La Princesa y el Guisante”, así como “La Sirenita” (escrito en 1837).
La Sirenita
Una de las fotos que debes hacer en Copenhague es en la foto de la estatua símbolo de la ciudad. Se encuentra justo al este del Kastellet, en Nyhavn, muy cerca hay una versión moderna del artista Bjørn Nørgaard.
La estatua es obra del escultor danés Edvard Eriksen. La figura queda frente a la costa Langelinie, en la bahía del puerto de Copenhague, que desemboca al mar Báltico y muy cercana al Palacio Real de Amalienborg, sobre unas rocas que se adentran en el mar.
Hace poco más de cien años (en 1909), el empresario cervecero Carl Jacobsen– hijo del fundador de Carlsberg- encargó la estatua a Eriksen. Al ser terminada, fue donada a la ciudad de Copenhague. Desde el 23 de agosto de 1913 fue parte del paisaje de Nyhavn.
Se cuenta que Jacobsen quiso homenajear a la bailarina danesa Ellen Price, gran estrella del Ballet Real Danés, quien había cosechado un gran éxito en el ballet basado en el cuento “La sirenita”.
Price se negó a posar desnuda. Entonces, Eriksen usó a su esposa ser modelo, aunque la cabeza y rostro son de la bailarina.
Lo que tienes que hacer en Copenhague para tomarte una foto es acudir en las primeras horas del día. No habrá mucha gente y tendrás un buen nivel de luminosidad.
¿Qué hacer en Copenhague para sentirte como Alicia? Ve a Christiania
En la famosa comuna de Christiania te sentirás en El país de las maravillas. Cerca de la estación de metro de Christianshavn y de lugares como Vor Freslers Kirke y Christians Kirke.
Christiania es una zona de la ciudad que está autogobernada por sus residentes y que se considera independiente de Dinamarca. Allí viven alrededor de unas mil personas, todas tan liberales que incluso consumen drogas como la mariguana o el hachís.
Su historia empieza en 1971 cuando varios padres ocupan este lugar para tener un espacio para jugar con sus hijos y poco a poco, se va transformando en un movimiento político de ruptura con la forma de vida más habitual en el país.
Por ello es uno de los recorridos que tienes que hacer en Copenhague. Ve a dar un paseo por la tarde. En la Pusher Street, su calle principal, puedes comer en alguno de sus locales vegetarianos como Morgenstedet, o comprar alguna artesanía original
¿Quieres sentirte como Elsa? Ve al Castillo de Rosenborg
Se erigió entre 1606 y 1633 por orden del rey Cristián IV, quien quería una residencia de verano. La familia real danesa abrió el castillo como museo en la década de 1830 mientras seguía usándolo para custodiar el tesoro real.
Uno de los recorridos que tienes que hacer en Copenhague es en su impresionante jardín, es uno de los lugares que visitar más bonitos de la ciudad.
Además, el palacio está rodeado por una fosa de agua de estilo renacentista. Realmente parece como un castillo de cuento de hadas. Puedes conocer sus habitaciones, tapices, retratos y ropajes reales, así como las joyas de la corona danesa en un tour pagado. En cambio, puedes hacer el recorrido de manera gratuita para ver la parte externa.
Al lado de este castillo se encuentra el jardín botánico de Copenhague que concentra diferentes especies de vegetales en varios invernaderos de cristal.
Palacio de Amalienborg, para sentirte como Bella
Está compuesta por cuatro edificios de estilo rococó, realizados por el arquitecto Nicolai Eigtved entre 1750 y 1768, como residencia de la nobleza danesa. Tras un incendio destruyó el Palacio real de Copenhague (1794), la familia real comenzó a vivir aquí. Actualmente, solo la usan como residencia de invierno.
Amalienborg está conformado cuatro palacios. Conocerlos es una de las actividades que hacer en Copenhague.
- Palacio de Cristián VII o Palacio Moltke: al suroeste, usado para visitas oficiales.
- Palacio de Cristián VIII o Palacio Levetzau: al noroeste, era residencia del príncipe Federico de Dinamarca hasta el 2004.
Esos dos están abiertos al público. Lo siguientes no permiten el acceso.
- Palacio de Federico VIII o Palacio Brockdorff: al noreste, fue la residencia de la reina Íngrid de Suecia hasta su muerte en el año 2000. Allí vivirá el príncipe Federico de Dinamarca.
- Palacio de Cristián IX o Palacio Schack: al sureste, residencia de la soberana desde 1967.
Jardines Tivoli, para sentirte en Disneyland
Este parque de atracciones es el segundo más antiguo del mundo y se dice que inspiró a Walt Disney para hacer su propio parque. Por ello es uno de los recorridos que tienes que hacer en Copenhague.
Fue creado por Georg Carstensen (1812-1857) quien convenció al rey Cristian VIII de Dinamarca que este parque ayudaría a la gente a no pensar tanto en política y distraerse.
Los Jardines Tivoli se abrieron el 15 de agosto de 1843. Todavía conserva una forma muy parecida a sus primeros años
Tivoli tiene atracciones para dos temporadas:
La temporada de verano, desde mediados de abril hasta finales de septiembre, con juegos pirotécnicos y conciertos.
La temporada de Navidad, desde mediados de noviembre hasta el 23 de diciembre, donde se programas actividades relacionadas a tradiciones danesas.
Aquí las atracciones te permitirán descubrir la mitología nórdica (con el Castillo de Valhalla), los cuentos de Hans Christian Andersen (Den flyv Kuffert), y la vista sobre Copenhague (desde su gigantesca rueda).