Las mejores cosas que hacer en Dusseldorf
Hay mucho que hacer en Dusseldorf, una de las capitales con mejor calidad de vida en Europa.
Bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, esta ciudad alemana es, hoy en día, una de las más festivas.
Se caracteriza por su asombrosa combinación de tradición e impecable posmodernidad.
Es conocida como la capital de la moda de Alemania y también por su patrimonio artístico y musical.
Düsseldorf destaca por sus plazas medievales y obras de arte moderno que la hacen un espacio interesante y atractivo.
Se parte de este renacer y descubre lo mucho que hay que hacer en Dusseldorf, la urbe que descansa a orillas del río Rin.
Explora la ciudad de vieja
Altstadt, en alemán, es un gran ejemplo de superación que hay que ver en Dusseldorf.
El 90% de sus edificios fueron totalmente destruidos durante el bombardeo aliado que tuvo lugar en la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, la tenacidad del pueblo alemán reconstruyó la zona, tomando como punto de partida las antiguas murallas.
Hoy la Ciudad Vieja de Düsseldorf tiene dos caras muy bien diferenciadas: la diurna y la nocturna.
Durante el día, puedes disfrutar de algunos de los lugares más emblemáticos que visitar en Dusseldorf.
Tal es el caso de La Burgplatz (Plaza del Castillo), que debe su nombre al castillo de los condes de Berg, que se encontraba en este mismo lugar.
Hoy solo queda una torre del mismo, cuyo interior sirve de sede a un Museo de Navegación y una cafetería con una de las mejores vistas.
En esta plaza encontrarás, también, el Monumento de la Ciudad, algo que hay que ver en Dusseldorf, pues representa los hechos de su historia antigua.
En la Markplatz se halla el edificio del Ayuntamiento, copia exacta del original, destruido en los bombardeos.
También hay una estatua de Jan Wellen, uno de los personajes aristocráticos más importantes de la ciudad.
Por la noche, lo que hay que hacer en Dusseldorf es salir a algún bar de la Altstadt y disfrutar de la famosa cerveza alemana, que no te decepcionará.
Burgplatz, la plaza más animada que visitar en Dusseldorf
Es la plaza más animada de Dusseldorf, situada junto al río y lleva el nombre del castillo que en ella había.
Fue justamente éste el origen de la ciudad, por lo que esta plaza es casi tan antigua como la ciudad.
Dicha fortificación ya no existe por diversas vicisitudes, sin embargo sigue siendo un lugar que hay que ver en Dusseldorf.
Tan sólo queda en pie uno de los torreones, conocido como Schlossturm.
Dentro de éste se encuentra el SchifffahrtMuseum, es decir, un museo marítimo que es de lo más antiguos del país.
Este recinto resume la pesca y el comercio a través del Rin, importante fuente económica de la región desde tiempos inmemoriales.
Otro atractivo es el Monumento de los Privilegios, o Stadterhebungsmonument.
La obra conmemora la Batalla de Worrigen tras la que Dusseldorf se ganó el privilegio de ser Ciudad.
Está cargada de simbolismo, pues el más mínimo detalle tiene su significado.
Al otro lado de la plaza se ubica la escultura, Fuente de los Niños Acróbatas.
Construida en la década de los 50, con ella se hace homenaje a los niños de la ciudad que celebraron la victoria en la batalla antes mencionada.
El Carnaval o el Mercado Navideño tienen lugar en esta ciudad que llegó a ser una de las más poderosas y ricas de Alemania.
Pasear por la Königsallee, lo que hay que hacer en Dusseldorf
La principal calle comercial que hay que ver Dusseldorf, mejor conocida como la “Kö”
Ubicada en el centro de la ciudad cuenta con diversas boutiques de marcas líderes alemanas e internacionales.
Comparten espacio, también, hoteles de lujo, tiendas de antigüedades y de accesorios para el hogar.
La Königsallee, también conocida como King’s Avenue en inglés, comienza en el extremo sur del precioso parque Hofgarten.
Dividida por el canal Stadtgraben, esta calle es una visita que hay que hacer en Dusseldorf.
La calle en sí misma también tiene una belleza paisajística que vale la pena admirar, pero destaca por sus más de 30 tiendas de lujo.
Camina por la Rheinuferpromenade
Este paseo fluvial es una increíble obra de ingeniería que ha conseguido recuperar la ribera del Rin para los peatones.
Y es que el Rin es uno de los ríos más importantes de Europa y parte indiscutible de la historia de Dusseldorf.
Desde la Rheinuferpromenade hay unas fantásticas vistas del propio río, de la Lambertuskirche, de la Burgplatz, de la Torre del Rin.
Por ello es una visita obligada que hay que hacer en Dusseldorf.
No es de extrañar que para los habitantes sea uno de los lugares preferidos para pasear o para tomar unas cervezas tranquilamente.
Classic Remise, el lugar que hay que ver en Dusseldorf, si amas los autos
Es un centro para autos vintage que abrió sus puertas en 2006.
De hecho, es el segundo centro de su tipo en el mundo, el primero se ubica en Berlín.
Se trata de un viejo taller de trenes, una antigua construcción que hoy brinda un espacio para amantes de los automóviles.
Cuenta con espacios para talleres especializados de marcas exclusivas: Ferrari, Jaguar, Alfa Romeo, entre otras.
Asimismo, posee áreas de primer nivel para resguardo de vehículos, brokers de automóviles antiguos y de interés especial.
Finalmente tiene un espacio de venta de partes de repuesto, autos a escala, ropa con tema automotriz y algunas sorpresas más.
La arquitectura del lugar da un plus a la visita de este museo que hay que ver en Dusseldorf.
Aprecia la ciudad desde la Rheinturm
La antigua torre de telecomunicaciones se ha convertido en un curioso restaurante con uno de los miradores más espectaculares.
Hay dos opciones para subir a este sitio: solo al mirador, subiendo hasta el piso 168 o bien a través del restaurante en el piso 172.
Todas las mesas están situadas junto a los ventanales, desde los que se pueden obtener unas fantásticas vistas de la urbe.
Este restaurante gira 360º sobre sí mismo cada hora, una experiencia que hay que hacer en Dusseldorf.
Inaugurada el 1 de diciembre de 1981, contiene 7,500 metros cúbicos de hormingón y pesa aproximadamente 22,500 toneladas.
Su cubierta de observación está abierta al público diariamente de 10:00 a 23:30 horas y es sin duda algo que ver en Dusseldorf.
Además se proyecta sobre ella un reloj con luces diseñado por Horst H. Baumann que es el reloj digital más grande del mundo.
Beberse un Killepitsch, algo que hay que hacer en Dusseldorf
Otra de las cosas obligadas que hay que hacer en Düsseldorf es probar el Killepitsch.
Se trata de un licor tradicional hecho a base de más de 90 especias, frutas y hierbas.
La historia que hay tras Killepitsch es la historia de Hans Müller-Schlösser y su amigo Willi Busch, al que prometió invitar a un buen trago.
Esto siempre y cuando salieran con vida del refugio antiaéreo donde se protegieron durante los bombardeos de la II Guerra Mundial.
Años después Willi fue en busca de su amigo al local que había abierto en el centro de Dusseldörf donde Hans cumplió con su promesa.
La bebida ofrecida, a partir de entonces, se conocería como Killepitsch.
A lo largo de los años, Killepitsch se ha convertido en una bebida reconocida en Alemania y en todo el mundo.
Wildpark el lugar que visitar en Dusseldorf con niños
El zoológico es otro de los espacios que hay que ver en Dusseldorf.
Aquí los animales están en libertad, no en jaulas, y los visitantes pueden interactuar con ellos.
Se trata de un sitio ideal para ir en familia, hacer un picnic o incluso ejercitarse.
Hay mapaches, jabalíes y también unos ciervos de lo más amigables.
A diferencia de muchos sitios parecidos, en este parque sí que se permite dar comida a los animales.
Eso sí, se informa sobre los alimentos que se les puede dar, alertando sobre los que son peligrosos o dañinos y explicando claramente el porqué.
De este modo se educa a los visitantes sobre lo que come cada especie, así como el respeto hacia ellos.
La iglesia de St. Lambertus
Construida en el siglo X, es quizá el edificio más antiguo que hay que ver en Dusseldorf.
Se ha convertido en todo un símbolo por su torre inclinada, que inevitablemente es comparada con la de Pisa, Italia.
Originalmente construida en el siglo XIV, la torre de la iglesia fue reconstruida después de un incendio en 1815 y el uso de cenadores húmedos hizo que se torciera.
Sin embargo, la leyenda cuenta una historia diferente. Se dice que una novia vestida de blanco vino al altar haciéndose pasar por virgen.
Entonces, la torre giró, supuestamente para regresar solo a su forma anterior cuando una verdadera virgen aparece en el altar.
Hoy en día la iglesia medieval se encuentra entre los edificios más antiguos y destaca por su puerta revestida en bronce de Ewald Mataré.
Asimismo, sobresale el exquisito órgano de Rieger y la tumba del duque Wilhelm V de Jülich-Kleve-Berg.
Por ello, la visita a este sitio se ha convertido en algo de lo más imprescindible que hay que hacer en Dusseldorf.
El museo oculto Kunst Im Tunnel
Esta es una de las galerías de arte más curiosas que hay que ver en Dusseldorf.
Se encuentra en un subterráneo y tiene diversas piezas de arte moderno, desde dibujos o esculturas hasta tubos de neón.
No es una exposición muy amplia, pero sólo por el espacio merece la pena visitarla.
La entrada tiene un costo de 4 euros e incluye un tour guiado los domingos a las 15 horas.
Ubicado a orillas del Rin, tiene un centro de casi 900 metros cuadrados dedicado a la exposición de arte moderno.
Cuenta con una terraza que le rodea y es el sitio perfecto para comer o cenar y descansar después de haber visitado la exposición.
En su interior, unas enormes salas se convierten en el lugar elegido para mostrar múltiples colecciones sobre fotografía, pinturas y trabajos de video.
Aquí se programa una gran cantidad de documentales y trabajos cinematográficos alternativos y lejanos al gran público.
Este túnel se ha convertido en uno de los lugares de referencia en Europa para el arte contemporáneo y una visita obligada que hacer en Dusseldorf.
El Palacio Benrath, la fortaleza que hay que ver en Dusseldorf
Una de las joyas barrocas más importantes de Alemania, fue la residencia de verano de los reyes y príncipes.
Los jardines que lo rodean realzan su esplendor y está muy bien comunicado con el centro de la ciudad mediante transporte público.
Eso hace que sea uno de los lugares que hay que visitar en Dusseldorf.
Destaca por su lujosa fachada rosa que data del siglo XVIII y está ubicado en las zonas exteriores de la ciudad.
Se ofrecen tours guiados por esta estructura que contiene museos de arte de jardín e historia natural.
Recorrer este palacio permite conocer su fascinante historia y el papel que ha desempeñado en la cultura de la región.
A cada lado del edificio luce estructuras con arcos de diseño similar, donde solían vivir los sirvientes.
Sus jardines de estilo rococó abarcan un área de 60 hectáreas.
El terreno está dividido en varias secciones, como el Jardín Francés, el Jardín de la Cocina y la Orangerie.
Alberga gran cantidad de flores silvestres, arbustos y árboles que decoran el espacio.
Se ofrece un tour guiado tras bambalinas para conocer mejor todos los detalles y los usos del palacio.
A lo largo del mismo, se pueden observar las exhibiciones y los muebles de época que se encuentran en las habitaciones del salón principal.
También hay que visitar el Museo de Arte de Jardín, que abarca 2,500 años de historia de la jardinería europea.
Finalmente, destacan las exhibiciones del Museo de Historia Natural, ubicado en el ala este de dicho espacio que hay que visitar en Dusseldorf.
Museo Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen
Visitar la mejor galería y museo de arte moderno es algo que hay que hacer en Dusseldorf.
De hecho, el complejo es tan inmenso que el recinto está dividido en dos secciones.
Ambas se encuentran, a su vez, separadas por tres kilómetros y se puede acceder a ellas fácilmente en transporte público.
El museo pone a disposición de los visitantes un minibús que las comunica.
Su colección de arte alemán es espectacular y entre sus secciones se incluyen esculturas, instalaciones y otras exposiciones multimedia.
También alberga obras de artistas internacionales como Picasso o Kandinsky.
Carlsplatz Markt, el lugar que hay que visitar en Dusseldorf para ir de compras
Destaca, como muchos otros mercados del país, por su ambiente tranquilo y ordenado.
Este lugar encontrarás todo tipo de recuerdos a la venta, por lo que es una visita que hay que hacer en Dusseldorf si amas ir de shopping.
Asimismo, ofrece una gran variedad de fruta y flores lo que suele llamar la atención.
También es fácil encontrar pan y queso para llevar, o pedir que te preparen comida.
Habrá que planificar la visita alrededor de la hora del almuerzo, ya que cuenta con un espacio para comer.
Kö-Bogen, la visita que hay que hacer en Dusseldorf para ir de compras
El centro comercial Kö-Bogen (Arco del Rey) es el proyecto arquitectónico más moderno e innovador que hay que ver en Dusseldorf.
Se construyó en el parque Hofgarten en 2013.
Destaca su diseño a base de piedra natural blanca y vidrio, y una interesante combinación de líneas rectas y curvas.
Es el lugar ideal para ir de compras, ya que alberga tiendas de marcas famosas, así como excelentes bares y restaurantes.
Hofgarten, el pulmón de la ciudad
Es un enorme parque público de más de 27 hectáreas, situado en pleno centro de Düsseldorf, muy cerca del Altstadt y de la Könnigsalle.
Está considerado como el más antiguo de Alemania, razón por la cual es uno de los lugares que hay que ver en Dusseldorf.
Se trata del principal pulmón verde de la ciudad, debido a sus numerosos árboles centenarios.
Algunos de los atractivos principales del parque son el lago Landskrone, que se alimenta del cauce del ramal norte del río Düssel.
Dicho caudal es frecuentado por cisnes, patos y otras aves, además de otro pequeño estanque, en cuyo centro puede verse la escultura Jröner Jong.
En Hofgarten pueden verse otras muchas esculturas, como la célebre Märchenbrunnen o la figura reclinada que lleva la firma de Henry Moore.
Del lado este del parque está el Palacio Jägerhof, un impresionante edificio de estilo rococó que fue construido como pabellón de caza.
Llegó a ser residencia del príncipe Federico de Prusia y alberga el Museo Goethe, uno de los principales museos sobre la figura de este conocido poeta.
Sin lugar a dudas, una de las visitas que hay que hacer en Dusseldorf.
El Barrio del Puerto de Dusseldorf
Es una de las zonas con más cosas que hacer en Dusseldorf, ya que alberga numerosos bares y restaurantes.
De igual forma, es famosa por sus singulares y llamativos edificios, que han sido diseñados por arquitectos internacionales.
Frank Gehry diseñó aquí tres edificios cercanos entre sí, los cuáles forman una composición estética de movimiento y asimetría.
Estos se encuentran en Neuer Zollhof y se han convertido en todo un símbolo que hay que ver en Dusseldorf.
De los edificios restantes de esta zona el más llamativo, por su altura y espectacularidad, es la Torre del Rin, en la calle Stromstrasse.
En la calle Speditionstrasse puedes ver Colorium, Kleine Villa y Roggendorf-Haus.
Este último es una impactante construcción en la que muñecos gigantes de colores se deslizan por la fachada.