Manarola, el pueblo de colores en Italia
Manarola es un pequeño pueblo de pescadores cerca del puerto de La Spezia, en la región italiana de Liguria. Desde sus terrazas se disfrutan de magníficas vistas al mar pero la panorámica más espectacular se obtiene justo en el sentido contrario: desde el mar, admirando la belleza de un pueblo de colores que se desparraman por la falda de la montaña hasta el agua.
Es la gran postal que nos brinda uno de los cinco pueblos pequeños de laRiviera italiana que conforman la región de Cinque Terre: cinco maravillas, cinco perlas para un rosario conectado por un tren turístico y una vía peatonal que discurre entre acantilados y viñedos: Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola, y Riomaggiore.
El pequeño puerto de Manarola (aunque llamarlo puerto es algo sumamente generoso) es en realidad una larga rampa para botes. Por no tener, esta aldea de pescadores no tiene ni playa, solo una escalera esculpida en las rocas por la que los más aventureros amantes de la natación descienden al encentro del Mediterráneo más auténtico.
Las industrias principales de Manarola han sido tradicionalmente dos: la pesca y el vino. El vino de la tierra, llamado Sciacchetrà, es especialmente conocido y muy reputado. Ya hay referencias de su calidad en antiguos documentos escritos de la época romana. Hoy, dos mil años después, Manarola y sus pueblos vecinos se han convertido en destinos turísticos populares, sobre todo en los meses de verano, y no solo por sus paisajes, sino también por sus vinos.
Entre los lugares de interés turístico de esta región hay que destacar una famosa ruta de senderismo entre Manarola y Riomaggiore: Via dell’Amore, el camino del amor, que pasa por colonas, campos de viñedos y fabulosos rincones costeros.
Y ya que andas por ahí, no dejes de visitar las bellezas de Florencia.
vía: Viajes y turistas