El altar de muertos, tradición favorita de los mexicanos
Se acerca el momento de colocar el altar de muertos en las casas, los centros culturales, las plazas públicas, los museos y todos aquellos espacios que celebran con esmero esta tradición mexicana.
México lo conmemora todo, desde el nacimiento hasta la muerte, manteniendo su riqueza y originalidad a través de los años.
En muchos de los hogares, durante el Día de Muertos, se coloca una ofrenda o altar de muertos en honor a los que ya no están.
Y en general, son clásicas las expresiones que cada año reúnen a miles de visitantes a conmemorar la festividad de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, los días 1 y 2 de noviembre.
El altar de muertos
“Entre flores nos reciben y entre ellas nos despiden” reza el dicho popular. Y es que el altar de muertos es el ritual con el que simbólicamente regresan a la vida aquellos seres queridos que hemos perdido.
El altar de muertos es la representación de la ofrenda a esos seres que se adelantaron en el camino y a quienes se ofrendan frutas, dulces, pan y bebidas.
Es de esta manera como los mexicanos nos sentimos cerca de nuestra gente que ya no está, para que a través de la memoria nos encontremos con su recuerdo y les brindemos un homenaje.
Cuál es la historia del altar de muertos
La historia del altar de muertos se remonta a tiempos prehispánicos, cuando ya se veneraba a los muertos mediante ofrendas.
En dicha época, morir no era el final sino el principio de un viaje de 4 días hacia el Mictlán, que se creía, era el inframundo.
El viajero llevaba ofrendas a Mictlantecuhtli y a Mictecacíhuatl, señores de los muertos y permanecía en espera durante un periodo de prueba de cuatro años antes de continuar su vida en el Mictlán, para después llegar al fin al eterno descanso.
La tradición del altar de muertos tuvo ciertas modificaciones al expandirse la religión católica con la llegada de los españoles conquistadores, pero el sentido de la celebración es prácticamente el mismo.
Hoy, la representación del altar de muertos varía según la cultura e idiosincrasia de cada región de México.
Qué lleva un altar de muertos
Hay elementos imprescindibles en un altar de muertos, como la sal, el agua, las velas, los inciensos o el copal, las flores de cempasúchil, el pan, y el izcuintle –el perro en forma de juguete que ayuda a cruzar a las ánimas- las calaveritas de azúcar, el mole o el vino y si la persona es muy religiosa, incluirá una cruz.
El altar se adorna básicamente con una cruz grande de ceniza y con papel picado. Y también llegan a incluirse las fotos de los difuntos.
Sin embargo, se vale darle rienda suelta a la creatividad para incluirle todo lo que lo embellezca y todo aquello que en vida era del gusto de los que ya no están en la tierra.
Los niveles de un altar de muertos
Los niveles en el altar de muertos representan una mezcla del mundo material y el inmaterial en el que están incluidos los cuatro elementos.
Los altares de 2 noveles representan la división del cielo y la tierra e incluyen bondades como la lluvia.
Un altar de 3 niveles incluye además del cielo y la tierra el inframundo, que también podría ser el purgatorio según la religión católica.
Pero también están los altares de 7 niveles que resultan más convencionales y representan los 7 niveles que el alma supone atravesar antes de alcanzar la paz espiritual.
Según la cultura otomí, representan los siete pecados capitales.
Altares de Muertos en México
El altar de muertos puede tener ciertas variaciones entre los estados de la república Mexicana según sea la tradición.
En Michoacán
Pátzcuaro, Michoacán destaca por su tradición Purépecha, que honra a sus muertos con coloridos altares en los cementerios de Pátzcuaro, que son alumbrados con la luz de las veladoras que marcan el camino de regreso para las almas que los visitan.
En el Pueblo Mágico de Pátzcuaro, esta tradición se celebra con gran fervor y respeto con el
espectáculo de cantos y rezos que desembocan en la isla de Janitzio.
Y de este sitio, son características las Lloronas, señoras a las que se les paga por llorar toda la noche (o hacer como que lloran) a los fieles difuntos.
Campeche
Cada región de México recuerda a sus muertos de una manera especial, sin embargo, los
habitantes de la Villa de Pomuch, en Campeche, muestran el profundo amor y el respeto hacia sus
muertos al limpiar los huesos de sus familiares difuntos.
En los hogares, el altar de muertos se presenta luciendo las mejores mazorcas como decoración principal, y en el centro no debe falta en pibipollo, tamal sagrado en forma redonda que se hornea bajo la tierra.
El altar de muertos de Oaxaca
La Villa de Etla, en Oaxaca, se caracteriza por las Muerteadas que son comparsas formadas con
gran cantidad de personas caracterizadas de catrinas, diablos y todos los personajes que evoquen
a la muerte.
Y en los panteones y casas, se levantan altares de muertos muy tradicionales, con flores de cempasúchil, veladoras, papel picado y los platillos típicos que gustaban al difunto, tales como el mole negro, los dulces oaxaqueños, el chocolate y el pan de muerto.
El altar de muertos en la CDMX
Desde antes que llegue la fecha de Día de Muertos, grandes explanadas como la del Zócalo, la plaza de Santo Domingo donde se instala la ofrenda de la UNAM y el Centro Nacional de las Artes se lucen con espectaculares mega ofrendas, que se conjuntan con espectáculos artísticos disfrutados por visitantes, que suelen sorprender a su paso con sus disfraces de catrinas o calaveras.
Cabe destacar recintos que se empeñan en colocar un altar de muertos ejemplar en sus instalaciones, como la Universidad del Claustro de Sor Juana, que embellece su Altar de Muertos monumental recordando a personajes destacados del país.
Por cierto, que está inspirado en el mural de Diego Rivera, Día de Muertos y también rinde homenaje al pensamiento y obra de Sor Juana Inés de la Cruz.
Por su parte, los museos Dolores Olmedo y la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo también honran a los muertos a través de las creativas manos de artesanos mexicanos.
Pero si quieres apreciar muchos altares de Día de Muertos en un mismo sitio vete a San Andrés Mixquic, que recupera lo más original y fiel del Día de Muertos en las casas de los habitantes y principalmente, en el Panteón San Andrés.
Grandes altares y ofrendas y la tradicional “alumbrada” en la que el panteón del pueblo se ve iluminado por cientos de velas son los principales atractivos de esta conmemoración de la delegación Tláhuac.
Y otro altar de muertos de infalible visita es el del Panteón de Dolores, que se complementa con puestas en escena y leyendas clásicas mexicanas.
Por su parte, el zócalo capitalino se luce con un altar de muertos al que se le conoce como Mega Ofrenda. Música y artes escénicas forman parte del programa de actividades.
El altar de muertos en Coyoacán
Coyoacán hace honor a las tradiciones mexicanas también con su altar de muertos en el Jardín Hidalgo
La fachada de la Parroquia de San Juan Bautista se ilumina con espectáculos multimedia que hacen referencia a las tradiciones del Día de Muertos.