Cenotes de Yucatán para cada tipo de viajero

Los cenotes de Yucatán son una maravilla natural de México, localizados en la zona peninsular de la república.

Muchos están abiertos al público libremente, otros están concesionados y es necesario pagar para tener acceso, pero muchos otros se encuentran escondidos entre la naturaleza o incluso, dentro de las casas de los oriundos de regiones yucatecas.

Visitar a los cenotes de Yucatán resulta básico para los viajeros, así como nadar en ellos.

Si buscas en internet, te encontrarás con infinidad de información y fotografías sobre estos regalos de la naturaleza que representaron sitios sagrados para los antepasados, puertas de entrada al inframundo maya.

Hoy hicimos una selección de cenotes de Yucatán, según tu tipo de viajero.

A cuál de los cenotes de Yucatán debes ir primero, según el tipo de viajero que eres

El viajero que va con toda la familia

Foto: Gobierno Yucatán

Son los viajeros que no salen sin su tribu. A estos les conviene visitar los tres cenotes de Yucatán de Cuzamá trasladados por un truck, que es un transporte jalado por un caballo o un burro que corre sobre vías del tren.

Pasarán momentos bien divertidos en los cenotes Bolonchoojol, Chaczinicche y Chelentún.

Se localizan en el poblado de Cuzamá, a poco menos de una hora de Mérida.

Los cenotes de Yucatán para los que no nadan nada

Foto: Gobierno Yucatán

Si eres de esos viajeros que se queda en la orillita de las albercas sujetando la bardita, el cenote abierto Xlacah es para ti.

En un extremo es muy bajo, el agua te llegará a la cintura, aunque en el otro extremo alcanza hasta 43 metros de profundidad, para lo que necesitarás llevar chaleco salvavidas.

Se encuentra en el sitio arqueológico de Dzibilchaltún, a una hora de Mérida.

Los viajeros deportistas y que aman nadar

Foto: Gobierno Yucatán

Es aquél viajero que nada como delfín o que hasta practica buceo. Para este resulta ideal el cenote Nah Yah, de 40 metros de largo y 30 metros de ancho para no dudar en lanzarse con unos buenos clavados.

En su interior, se encuentran cuevas y cavernas para bucear y al salir, se vale quedarse a acampar.

Se encuentra en el municipio de Tecóh, a 30 minutos de Mérida y es uno de los más extremos cenotes de Yucatán.

El viajero hippie-fresa

Foto: Gobierno Yucatán

A este viajero le gusta la onda orgánica y natural sí, pero sin batallarle demasiado. Si eres medio hippie fresa te quedará a la medida el cenote Ik Kil, que además de una gran belleza, ofrece hospedaje en casitas mayas de lujo, restaurante y snack bar.

Está acondicionado con escaleras y balcones para ver desde arriba cómo la vegetación exótica cae como cascadas al centro. Se encuentra 3 kilómetros de la zona arqueológica de Chichén Itza y a una hora y media de Mérida.

Los viajeros aventureros no se pueden perder estos cenotes de Yucatán

Foto: Gobierno Yucatán

Te dicen que no vayas y respondes ¿por qué no? El cenote Noh-Mozón es el tuyo. Es uno de los menos conocidos pero también de los más hermosos.

Para llegar hay que recorrer varios kilómetros de selva y brincarte una cerca.

Desde las alturas impone, pero un chapuzón hará que el susto pase rápido.

Tiene también escaleras por si no te atreves a lanzarte en un clavado. Se encuentra en el municipio de Pixyah, a 50 min de Mérida.