México
Qué ver en el legendario Fuerte de San Juan de Ulúa
El Fuerte de San Juan de Ulúa fue escenario de algunas de las más populares leyendas y es uno de los lugares que hay que visitar en Veracruz.
Se construyó como sistema de defensa contra los ataques piratas, pero tuvo una época oscura en que fungió como cárcel.
Ahí llegaron a estar encerrados algunos de los iniciadores de los movimientos de Independencia y la Revolución.
Por ello, su alto valor histórico, aunque su atractivo radica realmente en el halo de misticismo de sus historias.
Si has escuchado de Chucho El Roto y la Mulata de Córdoba, entonces, indirectamente has oído algo del Fuerte de San Juan de Ulúa.
Historia del Fuerte de San Juan de Ulúa
El Fuerte de San Juan de Ulúa se construyó en un islote frente al puerto de Veracruz bajo la tutela de Antonio de Mendoza.
Fue hecho a base de argamasa con concha de ostión, huevos de tortuga, arena y agua de mar y tardó alrededor de 172 años en finalizarse como fortaleza.
Rápidamente, el Fuerte de San Juan de Ulúa se convirtió en el punto de entrada y salida al puerto veracruzano, y baluarte del mismo.
Además de proteger a la ciudad de los ataques piratas, en este lugar se resguardaban las embarcaciones de los vientos que la azotaban.
Llegó a contar con hasta 35 argollas para atracar barcos en lo que se llamó el Muro de las Argollas.
El Fuerte de San Juan de Ulúa se utilizó como bodegas de almacenamiento en las que se guardaban metales preciosos que a su vez eran enviados a España.
Se dice que por el año 1601 se construyó la casa del Gobernador o del Castellano, donde vivía el administrador del fuerte.
Más tarde llegó a ser residencia de Benito Juárez, Porfirio Díaz y Venustiano Carranza, quien escribió parte de la Constitución de 1917 entre sus muros.
Monumento Histórico
El Fuerte de San Juan de Ulúa fue nombrado Cuatro Veces Heroico por haber defendido la soberanía nacional en cuatro ocasiones.
Hablamos de la rendición de las últimas tropas españolas en 1825 y del ataque de las tropas francesas durante la Guerra de los Pasteles, en 1838.
También fue testigo del ataque norteamericano durante la Guerra de Intervención y la defensa contra el desembarco de las tropas estadounidenses.
Sin embargo, su época más oscura, cuando fue utilizado como prisión es la que lo ha vuelto más famoso.
Cuentan que las torturas y abusos ejercidos sobre los prisioneros del Fuerte de San Juan de Ulúa terminaban con sus vidas.
En ocasiones la marea subía tanto que ocasionaba inundaciones y los prisioneros tenían que permanecer pegados a la pared.
Fue de esta época que se formaron algunas de sus principales leyendas, herencia de la tradición oral que se preserva tan firme como sus muros.
El lugar se convirtió en museo en 1984, a excepción de uno de los baluartes que es ocupado por la Armada de México.
Aquí se han grabado muchas películas, se han escrito historias y libros, es perfecto para visitar en cualquier momento del año.
Y después de una visita poder regresar al puerto de Veracruz a tomarte un delicioso lechero en el Café de la Parroquia.
Leyendas del Fuerte de San Juan de Ulúa
Existen dos leyendas muy famosas que tienen como escenario el Fuerte de San Juan de Ulúa.
La primera es la de “Chucho el roto”, también conocido como el “bandido generoso”, porque le robaba a los ricos para ayudar a los pobres.
Este Robin Hood mexicano fue de los pocos que logró escapar una vez de la prisión, pero volvió a ser arrestado y se quedó allí hasta su muerte.
Para llegar a la celda en la que se encontraba tienes que recorrer algunos pasillos con un techo no muy alto.
Es un lugar completamente oscuro y frío debido a la humedad provocada por el agua del mar que se filtraba por las paredes.
La segunda leyenda más sonada del Fuerte de San Juan de Ulúa en Veracruz es la de “La Mulata de Córdoba”.
Una curandera que pese a que ocupaba solo hierbas, fue acusada de hechicería y condenada a pasar sus días en prisión.
Se dice que fue allí donde verdaderamente pasó de la curación a la magia y con un pedazo de carbón realizó el hechizo que la sacaría de la cárcel.
Dibujó en la pared un barco, se subió en él y luego desapareció.
Cómo llegar
Hoy el Fuerte de San Juan de Ulúa se encuentra imponente y temerario, casi intacto, en una pequeña isla frente a lo que hoy es el puerto.
Antiguamente solo se podía llegar por mar, pero hoy ya existe una carretera que conduce al legendario inmueble.
La mejor forma de visitarlo es contratando un tour que ofrece una visita guiada.
Des este modo te serán reveladas las anécdotas y leyendas que lo hacen tan importante.
Puedes contratar un guía en la entrada, pero eso sí, tendrás que esperar a que se arme un grupo.
La mayoría de las visitas incluyen el viaje en tranvía, que parte hacia el fuerte, ya ahí, se toma el recorrido con un guía de turistas.
El costo de entrada al museo es de 55 pesos y los domingos es gratis.