Hipódromo Condesa, la colonia hípster de la CDMX
Hipódromo Condesa, La Condechi como le dicen los cuates es, sin duda, una de las colonias más famosas y concurridas de la CDMX.
Su ecléctica arquitectura que remonta al México de los años cincuenta y guarda celosamente algunas de las pocas muestras de Art Decó en el país le dan su peculiar personalidad.
Pero, sobre todo, su variada oferta cultural, de entretenimiento, alimentación, compras y servicios la han vuelto la consentida de los que buscan algo diferente cada día.
Y es que en la Hipódromo Condesa la máxima de renovarse o morir va ligada a un regresar constante de las modas, a un viaje en el tiempo.
Un anacronismo que resulta sumamente atractivo para una suerte de tribu urbana que se ha apoderado de sus negocios y calles: los hípsters.
¿Qué hace de la Condesa el refugio de estos personajes? Es algo que no se sabe exactamente.
Lo cierto, es que se encuentra un tanto alejada del centro burgués que le dio nombre y se ha vuelto mucho más bohemia, vintage y cosmopolita.
Historia de la Hipódromo Condesa
La historia de esta tradicional colonia surgió en los terrenos que antiguamente formaron parte de la Hacienda de la Condesa.
Eran tierras que se encontraban en las afueras de la capital en épocas coloniales, donde crecía el maíz, el maguey y se criaba ganado.
Fue propiedad de la tercera Condesa de Miravalle, Doña María Magdalena Dávalos y Orozco, una terrateniente muy poderosa.
Para el siglo XIX, esta tierra fue llamada “Hacienda de la Condesa”. Su casco se encontraba en lo que hoy es la Avenida José Vasconcelos en Tacubaya.
Asimismo, la casa que en algún momento fue de la Condesa de Miravalle es lo que hoy es la Embajada de Rusia.
Fue a principios del siglo XX que se inició el desarrollo de esta colonia con el fraccionamiento de la antigua hacienda.
El diseño de sus calles, entonces, fue completamente distinto al que tenía la mayoría de las vialidades en la Ciudad de México.
Por aquella época, el Jockey Club de México construyó un hipódromo en la zona, que estuvo en operación hasta 1920.
Esta es la razón por la que la colonia adquirió su nombre actual: “Hipódromo Condesa”.
Una de sus calles más emblemáticas: Ámsterdam, era, precisamente, la pista de carreras.
En el centro, se encuentra lo que originalmente se llamó el Parque General San Martín.
Hoy este espacio es uno de los principales pulmones de la Hipódromo Condesa; el Parque México.
Las mejores cosas que hay que ver en la Condesa
La Hipódromo Condesa es una colonia ideal para caminar por sus calles arboladas y admirar viejas casonas de incalculable valor arquitectónico.
Asimismo, es una invitación a acercarse a sus bares, cafés y restaurantes. Los hay para todos los gustos y bolsillos, en casi cualquier horario.
En materia hotelera, priva la oferta de pequeños hoteles boutique, hostales de lujo y propiedad privada orientada al turismo.
De las edificaciones que hay que ver en la Hipódromo Condesa destacan: la Embajada Rusa, la Parroquia de Santa Rosa de Lima, la Capilla Alfonsina y el Edificio Condesa.
Hay áreas naturales que se han convertido en punto de encuentro, sobre todo para los amantes de las mascotas como Parque España y Parque México.
Las galerías de arte y pequeños museos son también un atractivo importante para los que gustan del turismo cultural.
No faltan librerías, pequeños cinematográficos y centros culturales.
Finalmente, sobresalen gimnasios y distintos centros de bienestar donde se puede practicar desde box hasta yoga.
Sin duda alguna, el problema no está en la falta de opciones sino en decidir que hacer en la Hipódromo Condesa.
Cómo llegar
La Condesa se encuentra en la zona centro de la ciudad. Las vías de acceso son Avenida Insurgentes, Avenida Chapultepec, Avenida Nuevo León, Circuito Interior José Vasconcelos, Avenida Alfonso Reyes y Paseo de la Reforma.
Quienes se mueven en transporte público, pueden optar por llegar a las estaciones del metro más cercanas: Chapultepec y Chilpancingo.
En el Metrobús, la estación Sonora es una buena opción para acercarse a la Hipódromo Condesa.