Conoce el encanto marino de La Paz

Libre, todavía, de las multitudes, La Paz es un destino que hace honor a su nombre en cualquiera de sus playas de ambiente relajado, como Balandra, El Tesoro o Pichilingue.

Sin embargo, no es un lugar que se limite a la contemplación del sol, que deja en los paisajes de su malecón las memorias de los más bellos atardeceres.

Capital del estado de Baja California Sur, es una ciudad hecha y derecha, con la infraestructura y los servicios que un viajero necesita para el disfrute de la naturaleza con todo lujo y confort.

Y es que con el trabajo constante que realiza el Fideicomiso de Turismo de La Paz, la ciudad, resplandece cada vez más.

Con un aire de comunidad pequeña, segura y acogedora, pero al mismo tiempo cosmopolita y sustentable, es el paraíso de los nostálgicos que todavía prefieren los entornos naturales sobre las grandes urbes.

No obstante, cuenta con hoteles y restaurantes de primer nivel, que se combinan con establecimientos un tanto más familiares.

El mar como diferencial

Puerta de entrada al Mar de Cortés, encuentra en sus apacibles aguas su mayor valor y en las posibilidades que éstas ofrecen, su diferencial.

Y es que es el centro de operaciones ideal para partir hacia una amplia variedad de tours que incluyen actividades como el buceo, la pesca deportiva y el esnórquel.

Además de los encuentros cercanos con exóticas especies que se encuentran en su hábitat natural, como la ballena gris, el tiburón ballena y los lobos marinos, entre muchas más.

Para quienes gustan de otro tipo de experiencia marina, quizá más tranquila aún, está el Stand Up Paddle Board, ideal para los amantes de las tablas de surf, que no tienen experiencia en este deporte.

Finalmente, otra ventaja de tener mar, es la variedad de frutos que de él se extraen para deleite de los comensales más exigentes, que visitan los establecimientos que se distribuyen a lo largo del malecón, antes que la tarde presente el espectáculo final del sol y de paso al ambiente bohemio de los bares.

Así es La Paz, un engranaje de experiencias naturales, sibaritas, urbanas y relajantes que vale la pena experimentar.