México
Recorriendo la ruta del vino en México
La ruta del vino en México es un obligado en el itinerario de todo amante de la gastronomía y los hermosos paisajes. Para algunos, es todo un arte degustar vino en ocasiones especiales, para otros, es simplemente un placer diario.
Los amantes del vino suelen presumir haber probado los mejores tintos , blancos o rosados, saben distinguir cuando un vino tiene cuerpo y han desarrollado un delicado talento para distinguir aromas, sabores e incluso texturas a través de una copa que revela incluso la riqueza y fertilidad de la tierra donde el vino se ha producido. México es un productor y consumidor relativamente nuevo en vino comparado con otros países, pero en los últimos años ha mostrado un incremento significativo, tanto en el norte como en el centro de la república.
Un poco de historia
Las primeras bodegas fueron fundadas en México hacia finales del siglo XVI, durante la colonia, el cultivo de viñedos se mantuvo durante siglos muy marginal. Hoy vemos el constante crecimiento de su producción. Distintos viñedos mexicanos no son solamente espacios de producción, sino verdaderos destinos turísticos donde es posible incluso pasar un fin de semana disfrutando de caminar por los viñedos, conocer a detalle tanto su historia como el proceso de elaboración, los participar en la pisa de uvas o aprender a maridar con ricos platillos.
La abundante Ensenada
La ruta del vino en México puede comenzar en Baja California, donde se produce el 30% del vino consumido en el país en los municipios como Valle de Guadalupe, Santo Tomás, Tecate, Ojos Negros y San Vicente, donde te encontrarás con cerca de 80 productores que reúnen unas 400 marcas. La ciudad de Ensenada ha cobrado gran importancia, además de haberse posicionado como un referente gastronómico en el país. A sólo 45 kilómetros de Ensenada se encuentra la región vitivinícola de México por excelencia: el Valle de Guadalupe, donde se respira la pasión de los productores por ofrecer vino de la más alta calidad.
La exquisitez de Querétaro
Primero promovía su ruta del vino, ahora reúne también Arte y Quesos para hacerla más completa. Las queserías y los viñedos se extienden a lo largo del territorio semidesértico con 12 regiones que componen una ruta lista para diseñarse como un traje a la medida, a tu ritmo.
Abarca los municipios de Cadereyta de Montes, Colón, El Marqués, Ezequiel Montes, Tolimán, San Juan del Río, Tequisquiapan, Pedro Escobedo y Huimilpan, sitios en donde se ofrece una gran oferta turística en lo que respecta a hospedaje, transportación, restaurantes, artesanías y diferentes servicios turísticos que te llevan a experimentar las costumbres y expresiones artísticas de sus pueblos. No hay que dejar de visitar sitios como Freixenet, La Redonda y San Juanito, entre otros.
La inspiradora San Miguel de Allende
Como parte del programa “San Miguel Inspira”, a mitad de año se llevan a cabo las Fiestas de la Vendimia en San Miguel de Allende como parte de la ruta del vino. Los distintos viñedos se visten de fiesta para recibir a sus visitantes con muestras gastronómicas, catas de vino, recorridos, la tradicional pisa de uvas, música y alegría. El resto del año, es posible también visitarlos y llevar a casa lo mejor de la cosecha de la vid guanajuatense.
El Viñedo San Lucas se distingue por su excepcional paisaje entre campos de lavanda y olivos. Su interesante tour personalizado y su degustación serán un buen preámbulo para disfrutar de ricos manjares en su restaurante La Santísima Trinidad. Por su parte, la Vinícola Toyán es conocida por sus cultivos orgánicos certificados, el amor y respeto por la tierra y la calidad de vida. No hay que dejar de conocer su espectacular cava ubicada 14 metros bajo tierra. También está la Hacienda San José La Vista, donde podrías pasar la tarde contemplando este sitio que destaca por su belleza y la calidad de sus vinos. No está de más considerar hospedarse una noche en alguna romántica suite de su hacienda.