La selva Lacandona, el paraíso maya
Aunque resulte trillado decirlo, la selva Lacandona es un pulmón de México, joya invaluable de su mega biodiversidad.
Un vasto y majestuoso territorio donde es posible encontrar casi todos los tipos de ecosistema existentes.
Reserva ecológica que alberga alrededor de 600 especies de mariposas; 114 de mamíferos, 345 de aves y 84 de reptiles, además de 3,400 de plantas.
La selva Lacandona está clasificada hoy entre las 25 zonas biológicas críticas del planeta.
Es el hogar del mayor número de especies de murciélagos del mundo.
Asimismo, resguarda fauna rara, endémica, amenazada, como el tapir, la nutria de río, el jaguar, la guacamaya roja, el mono araña, el aullador, el águila arpía, el cocodrilo de río y la tortuga blanca.
Sin embargo, más allá de sus servicios ecosistémicos, que no son pocos, la selva Lacandona destaca por su atractivo turístico.
Y es que entre campamentos ecológicos y zonas arqueológicas hay mucho que ver en esta reserva.
Zonas arqueológicas en la selva Lacandona
En la selva Lacandona no solo podrás disfrutar de majestuosas zonas arqueológicas, sino convivir con una cultura originaria.
Y es que el lugar debe su nombre al pueblo Maya-Lacandón que todavía hoy lo habita.
Ellos son los guardianes de esta jungla y los excelentes anfitriones que te habrán de recibir. .
La puerta de entrada a la selva Lacandona, no obstante, se sitúa muy cerca de la Zona Arqueológica de Palenque.
Uno de los más espectaculares vestigios prehispánicos que encontrarás a nivel nacional.
Declarada Patrimonio Mundial, está zona arqueológica se extiende a lo largo de 16 kilómetros con más de 200 estructuras.
Obviamente, no todas han sido rescatas ni pueden ser visitadas, pero si se pueden admirar grandes obras arquitectónicas.
Destacan: el Templo de las Inscripciones, el Gran Palacio, el Templo XI, los templos de La Cruz Foliada, del Sol y del Conde, así como el Juego de Pelota.
En los alrededores de la zona arqueológica, de exuberante vegetación, se pueden practicar diferentes actividades ecoturísticas y recorrer una pequeña ciudad homónima.
Con aeropuerto, hoteles y una gran oferta gastronómica, Palenque resulta un punto estratégico, desde el cual se puede disfrutar de la selva Lacandona.
Desde aquí se puede acceder a maravillas naturales como las Cascadas de Agua Azul y Misol-Há, imponentes atractivos fluviales.
Zona Arqueológica de Yaxchilán
Situada justo en las orillas del río Usumacinta, en la selva Lacandona, sobresale por la gran variedad de esculturas que posee.
Entre los más importantes e impresionantes podemos citar La Gran Plaza, La Gran Acrópolis, El Laberinto, los edificios 12 y 22.
En este sitio los viajeros podrán saciar su interés arqueológico, al mismo tiempo que practicar el ecoturismo o la fotografía.
Bonampak
Otra zona arqueológica entre la selva Lacandona que resalta por su buen estado de conservación y la majestuosidad de sus construcciones.
Pero, sobre todo, debe su fama a las pinturas que fueron realizadas por los Mayas en uno de sus edificios, conocido como El Templo de los Murales.
La única parte de Bonampak abierta al público, sin embargo, es la Plaza Principal, que no es poca cosa. El resto está sepultado bajo la exuberante vegetación.
Campamentos ecoturísticos en la selva Lacandona
La Selva Lacandona es el único lugar en Chiapas que no cuenta con una ciudad punto de llegada. Aunque tiene muy cerca a Palenque, aquellos que deseen visitarla deberán adentrarse en sus entrañas.
Y la mejor forma de hacerlo es adentrándose a un circuito de centros turísticos, ecoturísticos y campamentos cercanos a las zonas arqueológicas.
Estos son administrados por los mayas lacandones, quienes ofrecen comida, alojamiento y mucho que ver y que hacer.
Rodeados de maravillas naturales, aquí se puede practicar desde el senderismo y la observación de aves hasta raffting.
Entre los centros ecoturísticos destacan los siguientes.
Las Nubes
Las instalaciones se ubican en las riberas del caudaloso Rio Santo Domingo en la zona de injerencia de la región de la selva Lacandona.
Es la abrupta topografía de la región la que forma la caída de agua que origina la brisa en forma de una densa nube, que da el nombre al sitio.
Alrededor de esta maravilla natural se establecieron 15 cabañas dobles y un restaurante para 60 comensales.
Igualmente se dispone de áreas para acampar que permiten un contacto más directo con la naturaleza.
Las Guacamayas
Centro vacacional que comprende 1,200 hectáreas de la selva Lacandona, entre la ribera de río Lacan- Tun.
Creado por la Cooperativa Ara Macao para ayudar a preservar la especie de la guacamaya roja, que se encuentra en peligro de extinción y es uno de los principales atractivos de la región.
Dispone de acogedoras cabañas donde es toda una experiencia pasar la noche, rodeado de toda clase de animales como el mono saraguato, el tucán o el venado cola blanca, en su hábitat natural.
Otros campamentos lacandones
Lacanjá Chansayab es otro de los centros ecoturísticos que recibe a los turistas ávidos de naturaleza.
Aquí se pueden practicar actividades de turismo de aventura como el rafting y el kayak.
Por otra parte, está el “Parador Valle Escondido” cercano a las zonas arqueológicas de Bonampak y Yaxchilán, la cascada las golondrinas y la poza Po´op Chan.
Lacandonia y Escudo Jaguar son otros centros ecoturísticos que vale la pena vivir al sur de la selva Lacandona.
A su alrededor se pueden admirar espectaculares cascadas conocidas como las nubes.
Lugar ideal para realizar descenso en río, también en Chiapas.