¿Sabías que hay momias en la CDMX?
Muy cerca de San Ángel, con sus bazares y sus restaurantes que nunca tienen lugar, hay un lugar bastante singular, llamado el Museo de El Carmen, que no solamente tiene una impresionante colección de arte religioso colonial sino también, once momias residentes. Aquí te contamos su historia.
Este precioso monasterio se construyó en 1615 como una escuela para varones de la orden de los carmelitas descalzos. Se llamaba “Colegio de San Ángelo Mártir” y llegó a tener la sorprendente cantidad de 51 alumnos. Todo iba bien hasta la Reforma, en 1858, cuando la escuela cerró sus puertas para convertirse en todo desde cuartel hasta cárcel.
Los carmelitas descalzos, sin embargo, dejaron algo atrás en la capilla mortuoria: los cuerpos de once benefactores y frailes (de quienes años después aún no sabemos su identidad), que con el paso del tiempo y las condiciones de la tierra, se momificaron, olvidados por todos.
Pero esta fascinante historia tiene muchas más curiosidades, pues las momias fueron fueron descubiertas por el Ejército Libertador del Sur (liderado por Emiliano Zapata) durante la Revolución Mexicana. Dicen las malas lenguas que por muchos años, las momias se quedaron ahí como una curiosidad más del antiguo barrio.
Fue hasta 1929 y debido a la popularidad que le dio a San Ángel el asesinato de Álvaro Obregón, que el monasterio se convirtió en el Museo del Carmen, con todo y momias.
Hoy puedes ver a las momias en la Capilla Mortuoria (sala 6) del museo. Eso sí, aprovecha para visitar el resto del museo que vale mucho la pena, pues tiene espacios bastante bonitos independientemente de si te gusta el arte sacro o no.
El museo está en Av. Revolución 4-6, Col. San Ángel, abre de martes a domingo de 10:00 a 17:00 y cuesta $55 pesos.