México
El ABC para visitar el Monumento a la Revolución
El Monumento a la Revolución es uno de los puntos de reunión más importantes de la Ciudad de México, además de una visita obligada para los viajeros. Si vives en la Ciudad de México y aun no lo conoces, te estás perdiendo de un gran atractivo.
Y si no vives en la Ciudad de México, entonces el Monumento a la Revolución debe estar contemplado en tu itinerario. Una buena hora para visitarlo es la tarde, por el buen ambiente que se percibe en su explanada.
Sin dude, hay muchas cosas qué hacer alrededor mientras esperas el anochecer, para subir hasta la parte más alta y contemplar el panorama iluminado de una parte del Centro Histórico.
¿Dónde está el Monumento a la Revolución y cómo llegar?
El Monumento a la Revolución se localiza en la Plaza de la República, colonia Tabacalera. Aunque puedes llegar en auto, encontrar un sitio para estacionarte resultará una pesadilla casi en cualquier día y hora de visita.
Sin embargo, está muy cerca de avenidas principales para llegar caminando desde Paseo de la Reforma o desde Insurgentes. Si llegas en metrobus, sal en la estación de la Línea 1 del mismo nombre.
Y si prefieres llegar en metro, la Línea 2 (o línea Azul) también tiene su propia estación Revolución.
¿Cuál es la historia del Monumento a la Revolución?
El Monumento a la Revolución es en realidad, el vestigio de lo que pudo ser el Palacio Legislativo Federal. Incluso, éste recinto habría sido la máxima obra pública durante el mandato del ex presidente Porfirio Díaz en 1897.
Fue en 1910 cuando gracias al proyecto arquitectónico de Émile Bénard, se colocó la primera piedra como parte de los festejos del Centenario de la Independencia de México. Unos 17000 pilotes estaban preparados para sostener la gran estructura de acero que lo corona, hecha por Miliken Bros, en Estados Unidos.
Sin embargo, al iniciar la Revolución Mexicana la construcción se detuvo, y la obra del hoy Monumento a la Revolución se quedó en pausa al morir el ex presidente Francisco I. Madero; y mientras la construcción sufría el desgaste natural del tiempo, Émile Bénard regresaba a México para rescatarlo.
Así que, en 1922, el arquitecto propuso que la construcción a medias, se convirtiera en un monumento a los grandes hombres de la lucha de la revolución y lo llamó Panteón a los Héroes, cosa que encantó al presidente en turno, Álvaro Obregón.
Pero, el proyecto parecía estar salado, ya que Álvaro Obregón fue asesinado en 1928 y un año después falleció el arquitecto Bénard.
Al rescate de la obra
Entonces, el Monumento a la Revolución vuelve a quedarse en el olvido por más o menos 5 años, incluso, en ese tiempo su estructura iba siendo desmantelada para construir vías férreas con el material.
Pero un día, siendo el año de 1933, otro arquitecto animoso que vivía por la Tabacalera nota que la estructura central estaba en perfectas condiciones. El nombre de este individuo era Carlos Obregón Santacilia, quien le sugiere al Ingeniero Alberto J. Pani que aprovechen lo que queda de aquella construcción abandonada para honrar a la recién concluida Revolución Mexicana.
Y como el hombre había construido las oficinas del Banco de México entre 1925 y 1926 y la Secretaría de Salud, de 1926 y 1929, la tenía fácil para llegar a los tomadores de decisiones en cuanto a obras públicas se refiere.
Fue así como Pani anima a Don Plutarco Elías Calles de involucrarse en el proyecto y convencer al presidente Abelardo Rodríguez.
Entonces, la adaptación de la estructura de la Sala de Pasos Perdidos en Monumento a la Revolución Mexicana se llevó 5 años, entre 1933 y 1938. Se recubrió la cúpula con laminas de cobre, se removió la figura de un águila que adornaba la cúpula monumental y que ahora está en el Monumento a La Raza.
El 4 de febrero de 1936 un decreto otorgaba al Monumento de la Revolución la función de recinto funerario, por lo que, ahí permanecen los restos de personajes históricos como Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y Francisco Villa.
El Monumento a la Revolución en la actualidad
Actualmente, el Monumento a la Revolución conserva el estilo Art Decó que Obregón Santacilia le dio en la época, que se embellece con el contraste entre las piedras de cantera de color claro y piedra volcánica negra.
Además, el escultor mexicano Oliverio Martínez de Hoyos puso de su cosecha con el diseño de águilas y lámparas. Y haciendo cuentas, se calculó una inversión de 360 millones de pesos para su remodelación.
Fue el 20 de noviembre de 2010, cuando se reinauguró como parte de los festejos del Centenario de la Revolución y hoy podemos visitar en su interior el Museo Nacional de la Revolución, el mausoleo y un elevador transparente en el centro, que lleva al mirador abierto al público.
Visita el Museo Nacional de la Revolución
Si vas a conocer más a fondo el Monumento a la Revolución, no puedes dejar de visitar el Museo, en el que aprenderás sobre la historia de la Revolución Mexicana hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas.
Se divide en ocho salas, una de las cuales muestra la idea original de la construcción e incluye maquetas y planos. No dejes de pasar por la cafetería.
Sube al mirador
Por supuesto que la mejor parte del Monumento a la Revolución es el mirador. Puedes subir a éste recorriendo el interior de la estructura con la ayuda de un guía, pero prepárate para ejercitar las piernas y subir muchas escaleras.
Y la opción más rápida y cómoda es por el elevador. Tu premio será la agradable vista desde las alturas, observando algunos de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México.
Pregunta por el paquete para subir al amanecer.
El Acceso Completo REvoluciónArte 2019 tiene un costo de 90 pesos e incluye todos los espacios del monumento y una visita guiada. Si solo quieres subir al mirador, el costo es de 60 pesos.
Cuáles son los horarios
- Los horarios son de lunes a jueves de 12 del día a 8 de la noche.
- Viernes y sábado de 12 del día a 10 de la noche.
- Domingos de 10 de la mañana a 8 de la noche.
- TIP: Compra tu boleto por internet para evitar las filas.
Algunos datos curiosos sobre el Monumento a la Revolución
- En una ocasión le cayó un rayo a la cúpula, pero no pasó a mayores.
- Si quieres subir por tu cuenta a la parte más alta, prepárate para contar 300 escalones.
- Dentro del Monumento a la Revolución hay un salón presidencial, el expresidente Obregón lo utilizaba para pequeños eventos y reuniones.
- En 1940, algunas avionetas practicaban maniobras bajo el arco y entre las columnas.
Ahora que sabes todo sobre el Monumento a la Revolución, te invitamos a darte una vuelta por el Museo de Antropología e Historia.