Descubre los Pueblos Mágicos de Nuevo León

Los Pueblos Mágicos de Nuevo León son atractivos imperdibles para los viajeros de negocios que llegan a Monterrey.

Una opción para descansar de las arduas jornadas de trabajo a menos de dos horas de distancia de la capital regia.

Opciones para hacer un tour después de participar en un congreso o una convención o sostener un evento diferente.

Pero, ¿qué hay qué ver y hacer en los Pueblos Mágicos de Nuevo León: Villa de Santiago y Linares?

Descubre los Pueblos Mágicos de Nuevo León

Villa de Santiago

Villa de Santiago está ubicado a sólo 45 minutos de distancia de Monterrey.

Fue el primero de los dos Pueblos Mágicos de Nuevo León, un lugar ideal para una escapada de ese ambiente urbano.

Rica en naturaleza por estar enclavada en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey.

Puesta de entrada a la Sierra Madre Oriental, presume cañones, ríos e impresionantes caídas de agua.

Escenario natural idóneo para la realización de actividades de aventura y team building.

Y una opción para recorridos posteriores a un congreso o una convención.

Este Pueblo Mágico tiene también un gran valor histórico por su pasado colonial.

Destaca su paisaje de haciendas y casas de amplios patios encabezadas por el Templo de Santiago Apóstol.

Edificaciones, que se han convertido en tiendas, galerías de arte y museos en muy buen estado de conservación.

Qué ver en la Villa de Santiago, el primero de los Pueblos Mágicos de Nuevo León

La Plaza Ocampo es el punto de reunión de éste que fue el primero de los dos Pueblos Mágicos de Nuevo León.

Un tranquilo parque donde las personas se pueden relajar mientras disfrutan la vista de los alrededores.

Cerca se concentra la iglesia, con su fachada de estilo barroco, su escalinata y su enorme atrio.

Mismos que contrastan con los detalles de su interior de corte neoclásico resultado de las intervenciones arquitectónicas que se realizaron durante el siglo XIX.

Frente a la parroquia se encuentra el Museo de Historia de Santiago, dentro del edificio de la Presidencia Municipal.

Este brinda un retrato de la esencia de sus habitantes, a través de objetos, documentos y fotografías.

De mayores dimensiones todavía, la Plaza Hidalgo es otro imperdible de este Pueblo Mágico.

Las caminatas por Santiago son la manera de descubrir sus galerías de arte, tiendas de dulces, muebles y artesanías.

En cuestión de eventos, por aquí pasa la Ruta Polaris, un paseo en motocicleta que se realiza cada año.

Imperdible, sin duda, el mirador de Santiago, el punto más alto de éste, el primero de los Pueblos Mágicos de Nuevo León.

Aventura en Santiago

El ejido de Potrero Redondo ofrece actividades de aventura para fortalecer equipos de trabajo.

Cañones, laderas, barrancos, senderos, desfiladeros, toboganes naturales, cascadas, cuevas y ríos subterráneos son parte de su oferta.

En el cañón el Chipitín, podrás admirar una espectacular caída de agua de casi 80 metros.

En el de los Matacanes, puedes conducir un vehículo 4×4 o practicar rappel.

El tour continúa por varios saltos al agua de entre uno y doce metros de altura y un recorrido por un río subterráneo.

En este mismo ejido se encuentra la cueva de La Tierrosa o el de La Puerta, ideales para el espeleísmo.

Finalmente, está el Cañón Hidrofobia que reta a superar una variedad de saltos en cascadas.

La Presa de la Boca, también conocida como Rodrigo Gómez, es una opción más familiar en Santiago.

Ideal para tener una comida con carne asada al aire libre, cervezas y música, al estilo regio.

El Parque Natural Cola de Caballo es otra de las opciones naturales, con la belleza de su cascada de casi 30 metros de altura.

Este parque de aventura se precia de tener el salto en bungee más alto del país, una caída libre de 70 metros.

Además cuenta con un sistema de tirolesas que recorre más de medio kilómetro entre las copas de los árboles.

Qué comer en Villa de Santiago

Como en casi todo el estado, la carne es la protagonista de las mesas en Linares.

Está presente en los tacos de chicharrón del desayuno, en la machaca con huevo o barbacoa.

Pero, también, en platos más elaborados como los machitos de cabrito, el asado de puerco o las tradicionales empanadas de carne de cerdo conocidas como “”turcos”.

Entre los restaurantes recomendados de este Pueblo Mágico de Nuevo León, está La Casona o El Zaguán.

Aunque para comer mariscos, el mejor sitio es El Rey del Marisco, en Presa La Boca.

De postre Santiago ofrece el pan de elote, el jocoque, preparado con leche o nata agria; dulces de leche con nuez y la calabaza en tacha.

El encanto arquitectónico de Linares, el otro Pueblo Mágico de Nuevo León

Linares se convirtió, en 2015, en el segundo de los Pueblos Mágicos de Nuevo León.

Rica en historia, su Plaza de Armas es un imperdible de esta comunidad.

Allí se alberga la Catedral de San Felipe Apóstol, primera sede episcopal del noreste, desde noviembre de 1962.

Templo de etilo barroco, construido en 1715, con altas cúpulas y una bella fachada recubierta de cantera.

Su enorme torre se ha vuelto referencia del paisaje del pueblo, donde se mezcla arquitectónica que colonial con porfiriana.

A un costado se levanta el Palacio Municipal, edificio neoclásico de gruesas columnas, coronado por un reloj que cada hora suena con la música del guitarrista clásico español Andrés Segovia.

Al otro lado de la plaza se encuentra el Casino de Linares, cuya arquitectura está inspirada en el Teatro de la Ópera de París.

Considerado el edificio más bello de la ciudad, sitio de interés turístico que, además, se utiliza para realizar eventos especiales.

Otro gran imperdible de Linares es la Botica Morelos, que presume motivos indígenas en la decoración de su fachada.

Después de un siglo de existencia, continúa surtiendo los remedios y recetas de los linarenses.

Aquí se pueden apreciar el mobiliario original y la valiosa colección de pomos y envases de cerámica que se usaban.

Esencias, hierbas y aceites utilizados por el boticario están contenidos ahí para combatir el mal de ojo, el susto, la menopausia, etcétera.

El Museo de Linares es otro extraordinario atractivo donde confluyen 200 piezas que reflejan la historia de la región.

Ocupa un edificio de 1,600 metros cuadrados construido a finales del siglo XVIII, que fue restaurando para fungir como museo.

La Casa de Cultura de Linares también ofrece sumergirse en la historia del pueblo, a través de exposiciones, teatro y una biblioteca.

La Capilla del Señor de la Misericordia es otro imperdible a visitar.

Edificio de cantera que, por su fortaleza, fue usado como refugio contra las incursiones de indígenas hostiles.

Los alrededores de Linares

En los alrededores de Linares, el segundo de los Pueblos Mágicos de Nuevo León, también se encuentran diversos atractivos naturales que vale la pena visitar.

Espacios que ofrecen magníficas vistas y recreación a sus visitantes. El más enfocado al turismo es el Parque El Nogalar.

Allí se puede disfrutar de albercas, toboganes, río lento, palapas, asadores, zonas para acampar y el Museo Geológico de Linares.

Lugar donde se exhiben interesantes restos fósiles de mamut y otros animales del Pleistoceno encontrados en la zona.

Hacia el noreste, se encuentra la Presa Cerro Prieto, ideal para practicar la pesca deportiva y deportes como el kayakismo.

Un sitio imperdible para comprender la historia comercial de Linares es la Ex Hacienda de Guadalupe.

Edificio que perteneció a un rico minero español, que lo donó a los jesuitas para apoyarlos en su misión evangelizadora.

Cuando los religiosos fueron expulsados, todo quedó en manos de la familia Urquijo.

Y se convirtió en una potente productora de maíz, frijol y naranjos en sus fértiles tierras.

La hacienda perdió extensión luego de la revueltas revolucionarias y para la década de los 50 sólo se dedicaba a la distribución de naranjas.

Fue hasta 1981 que la Universidad Autónoma de Nuevo León adquirió la propiedad y la mandó a restaurar para convertirla en su Facultad de Ciencias de la Tierra.

Otra construcción que no se puede dejar de conocer en Linares es el Acueducto, de cinco metros de alto y 110 de longitud.

Obra única en su tipo en la región por su estilo y técnica arquitectónica.

El pueblo de Linares ofrece a sus visitantes varias opciones para conocer sus edificios y rincones emblemáticos, como los paseos dominicales y nocturnos.

Se puede disfrutar en bicicleta o a pie una visita guiada a través de los edificios del centro histórico.

También se ofrecen muestras artesanales y gastronómicas y para cerrar la oferta, destacan los tours de leyendas.

Qué comer en Linares, Pueblo Mágico

En Linares se reunieron los alimentos nativos de la región citrícola del país, como la flor de azahar y el naranjo.

La mezcla de costumbres culinarias dio como resultado delicias propias de los regios como el cabrito.

Otro plato típico que no se deben perder es la torta compuesta, hecha en pan suave bañado en salsa de jitomate con chorizo y rellenas de verduras con queso o huevo cocido.

La oferta restaurantera de Linares es amplia, entre los más conocidos se encuentran Los Laureles y el Heredero.

Además destacan el Manantial de las Delicias y el Tierra Noreste que sirve platillos tradicionales con presentaciones de alta cocina.

Linares, el segundo de los Pueblos Mágicos de Nuevo Léon ofrece, también, confortables hoteles con servicios de lujo.

Entre estos se encuentran la Hacienda Real de Linares, el Hotel Guidi y El Ángel.

Estos son los Pueblos Mágicos de Nuevo León, ambos muy cercanos a Monterrey, ciudad de negocios que cada vez entiende mejor cómo sacarles provecho.