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Qué hacer en Costa Esmeralda, la joya de Veracruz

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A los chilangos cansados de repetir la misma escapada a Acapulco, cada vez que se les antoja el mar, les tenemos una alternativa igual de cercana, accesible y plural: Costa Esmeralda.

Destino de playa ubicado a 350 kilómetros, aproximadamente, de la capital mexicana.

Es decir, las mismas 4 o 4 horas y media de viaje por carretera que se hacen para llegar al puerto guerrerense.

Costa Esmeralda es una franja de alrededor de 50 kilómetros de playas, de arena tostada y mar del mismo color.

La región abarca de Nautla a Tecolutla, al norte del estado de Veracruz.

Las playas más bonitas de Veracruz.

Ojo, advertimos de una vez que no se van a encontrar el mismo nivel de vida nocturna o de hotelería de Acapulco.

Pero sí tendrán a la mano una buena oferta de cuartos en Costa Esmeralda.

Un amplio abanico de lugares dónde comer y todo el ambiente cálido y festivo que distingue a los veracruzanos.

Además, el marco de la reserva natural de Los Tuxtlas, que combina la sierra con los pantanos, convierte a Costa Esmeralda en un paraíso para los que aman el turismo de naturaleza.

Desde relajarse en la tranquilidad de sus playas, hasta practicar rafting en el río Filobobos, descubrir sus zonas arqueológicas, saborear su gastronomía o acampar, hay mucho que hacer en Costa Esmeralda.

Cómo llegar

Costa Esmeralda inicia a la altura del kilómetro 73.5 de la Carretera Federal 180 Poza Rica – Nautla.

Para llegar, por tierra, desde la capital del país, se pueden tomar las vías México-Orizaba, Veracruz y México-Puebla, Xalapa.

Diversas empresas de autotransporte de pasajeros cuentan con corridas directamente a varios municipios costeros, por ejemplo: Nautla y Tecolutla.

Si prefieres llegar en avión, la opción es volar al Aeropuerto General Heriberto Jara Corona, en el puerto de Veracruz.

Éste recibe vuelos desde otros estados como Nuevo León, Jalisco, Yucatán, Tamaulipas, Baja California y Quintana Roo.

Qué hacer en Costa Esmeralda

Muchos lo dicen: las playas de Costa Esmeralda son las más bonitas de Veracruz.

Algunas de las que se recomienda visitar son: Playa Monte Gordo, con el hotel más lujoso de la zona y Playa Oriente, que cuenta con espacios para acampar.

La Vigueta, que dispone de una buena oferta hotelera y Guadalupe, con sus múltiples restaurantes.

Ricardo Flores Magón, que es la entrada a los manglares conocidos como Ciénega del Fuerte.

Ciénega del Fuerte.

Explorar el manglar

Este último lugar es algo que hay que ver en Costa Esmeralda.

Allí, los fanáticos de la naturaleza cuentan con 800 hectáreas de manglares con árboles que superan los 3 siglos de vida.

Se trata de un área protegida donde se pueden apreciar distintas especies, desde garzas, hasta cormoranes, halcones, águilas, nutrias, lagartos y armadillos.

Entre las actividades que se ofrecen en Costa Esmeralda destacan los paseos guiados en lancha y en kayak.

Practicar deportes acuáticos

Más allá del disfrute de sus playas o la contemplación de sus esteros, hay mucho que hacer en Costa Esmeralda.

Es un paraíso para ecoturistas que gustan de los deportes acuáticos.

Aquí podrás bucear, ponerte los esquís o practicar el kitesurfing, un deporte que usa una tabla con una especie de vela para deslizarse por el agua.

El wakeboard es otra variante de un deporte en tabla que pondrá a palpitar tu corazón al límite.

Para los que buscan más velocidad están las motos acuáticas y la divertida y tradicional banana.

Costa Esmeralda es un buen sitio, también, para los amantes de la pesca deportiva.

Allí se celebran algunos torneos, como el del robalo o el del sábalo.

Los rápidos en el río Filobobos

Sin embargo, la actividad acuática más atractiva es la que se lleva a cabo en el Río Filobobos.

Los diferentes descensos ofrecen mucho que ver desde la Cascada del Encanto, zonas arqueológicas, cavernas y hasta tirolesas.

Campamento tortuguero Vida Milenaria

Liberar tortugas

Sin duda, ésta es otra de las cosas qué hay que hacer en Costa Esmeralda, sobre todo, cuando se viaja en familia.

Los pequeños podrán entrar en contacto directo con la naturaleza y ponerle nombre a ese animalito que ayudarán a llegar al mar.

Las especies que arriban a esta región son la verde y la lora.

Y el mejor lugar para esta práctica ecológica es Tecolutla.

En dicha población se estableció el campamento tortuguero Vida Milenaria.

Se puede llegar directamente con ellos o programar la actividad por medio de un hotel o un operador.

Zona arqueológica El Tajín.

Descubrir zonas arqueológicas

Aunque poco conocidas, son varias las zonas arqueológicas que hay que ver en Costa Esmeralda.

La primera de ellas, la del Pital, que consta de aproximadamente 150 pirámides que están prácticamente cubiertas por la vasta vegetación de la zona.

La zona arqueológica El Cuajilote se encuentra en un casi similar, pero este carácter natural le imprime una gran belleza al paisaje que, por sí solo vale la visita.

Otro vestigio arqueológico interesante es el de Vega de la Peña que cuenta con estructuras como el Templo de las Grecas, que exhibe en su fachada una franja decorativa que alude a la serpiente de fuego o Xicalcoliuhqui.

También destacan el juego de pelota que se ubica en las orillas del río, el auditorio circular o los patios interiores.

Finalmente, está la zona arqueológica Paxil que, aseguran algunos está mencionada en el Popol Vuh.

Sobresale por edificaciones como el edificio de la Palma, la pirámide D y la pirámide I, además de por la abundante vegetación que enmarca estas estructuras.

No obstante, es a 45 minutos de Tecolutla, donde se localiza el máximo atractivo arqueológico de la región.

El Tajín

Hablamos, por supuesto, de la monumental Ciudad del Trueno: El Tajín, en Papantla, Veracruz.

Si bien este municipio no está dentro de la llamada Costa Esmeralda, si es una parada obligada.

Ubicada a 120 metros de altitud, entre las cuencas de los ríos Cazones y Tecolutla, ésta fue la ciudad más grande de la costa norte del Golfo de México.

Hoy, Patrimonio Mundial de la Humanidad que no puedes dejar de admirar.

Entre las estructuras más impresionantes destacan la icónica pirámide de los nichos, así como algunos juegos de pelota.

Siguiendo con esta línea cultural, visitar los pequeños museos de la zona, es otra cosa que hay que hacer en Costa Esmeralda.

Resultan sitios interesantes que dan una mejor perspectiva de la localidad.

Destaca en ese sentido el Museo Marino Comunitario que da un esbozo de la vida acuática en este lugar.

Hotel Azúcar

Dónde hospedarse en Costa Esmeralda

Los municipios con la mayor oferta hotelera en Costa Esmeralda son Casitas y Tecolutla.

Poblados que, independientemente de que te hospedes o no, bien merecen una visita, pues también en estos hay cantidad de restaurantes.

Son comercios, en su mayoría, familiares e independientes, que operan con plan europeo, generalmente, con buenos estándares de atención.

Van desde categoría cuatro estrellas hasta los más económicos. Hay opciones como Ananta Hotel & Massage de más de 2 mil pesos la noche hasta hotel Cocoloco o Costa Azul de alrededor de mil.

Esto en Casitas, mientras que en Tecolutla encontramos nombres como La Mansión del Faro, Real del Mar o Plaza Marsol, entre tantos más.

El hotel más lujoso de Costa Esmeralda, sin embargo, se llama Azúcar, pertenece a Grupo Hábitat y está en Monte Gordo.

Cerca de la región, en Jalcomulco se encuentra, también, México Verde, el lugar para acampar, a todo lujo, en Veracruz.

Restaurante-Bar El Pirata del Golfo.

Qué comer en Costa Esmeralda

Sin duda comer es algo que hay que hacer en Costa Esmeralda, no sólo porque es necesario, sino porque es delicioso, además de realmente barato.

Pocos lugares como este con amplias ventajas en la relación calidad precio.

Como buena costa, la oferta de pescados y mariscos va primero.

Entre los platillos típicos que se pueden saborear están: el pescado en escabeche, el pulpo en su tinta con arroz blanco o las empanadas de camarón.

Platillos típicos

Disfruta de un pescado frito desde un local con vista al mar.

Mención aparte merece el chilpachole, que es un caldo picante de jaibas condimentado con pimienta y epazote.

Y ni que decir del tradicional pescado a la veracruzana, preparado con salsa de tomate, chile y aceite de oliva.

Pasando a lo dulce, destaca el exquisito pan francés cocido en una hoja de plátano, condimentado con echalote, una especie de ajo, en lugar de cebolla.

Finalmente, en Tecolutla, no hay que dejar de probar el huatape de camarón, un orgullo de la región.

Todo ello acompañado de un torito, el aguardiente de la región saborizado con frutas. Un clásico que no pueden dejar de lado en Costa Esmeralda.

Con tanto que hay que ver, que probar y que hacer en Costa Esmeralda, sólo falta que le des una oportunidad y decidas cambiar tu fin de semana en Acapulco.

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