Qué hacer en Tepoztlán, Morelos
Desayunar en el centro de Tepoztlán, subir (o sufrir) el Tepozteco, tomar fotos del paisaje, comer en el mercado, chacharear en el centro, tomarte una Tepoznieve o una michelada y regresar a la ciudad, es el plan más típico de una escapada al Pueblo Mágico de Tepoztlán, Morelos. Y aunque esta secuencia de actividades es garantía de un muy buen día, eventualmente se vuelve, si no aburrido, demasiado predecible.
Aquí te damos 5 experiencias para vivir Tepoztlán de un modo diferente.
1. Ir a desayunar a la Sombra del Sabino
Con un ambiente cool sin perder lo relajado, la Sombra del Sabino es una opción ideal para desayunar “con onda”. Ubicado en un precioso jardín con vista al Tepozteco, este café literario ofrece desde huevos benedictinos al chipotle hasta crepas de requesón con zarzamora y un pan francés para chuparse los dedos. El café es tan rico que te tomarás tres tazas. Tiene, además, columpios para niños e íntimas mesitas para parejas.
Si te interesa, en el café se llevan a cabo talleres de arte y poesía, así como una buena cantidad de actividades infantiles y familiares.
2. Los venaditos, Amatlán
Lo creas o no, a unos minutos del centro de Tepoztlán está una preciosa cascada que muy pocos foráneos conocen. Se encuentra dentro del “Santuario Ecológico de Los Venaditos”, una pequeña reserva natural en la que habitan –en cautiverio- varios de estos lindos animales. Es un espacio fundamental para la comunidad, tanto para el esparcimiento familiar como para el acercamiento de los niños a la fauna local. Si quieres visitar la caída de agua, hazlo durante la temporada de lluvias, que es cuando tiene más fuerza.
3. Escaparte a Amatlán
A 15 minutos de Tepoztlán, está la pequeña comunidad de Amatlán, donde se dice que nació el dios Quetzalcóatl. Es especialmente famosa por su proyecto ecoturístico Quetzalcóatl Temachtiani, dedicado a promover actividades como senderismo entre los magníficos cerros y cañones del Tepozteco, safaris fotográficos, paseos a caballo, visitas a pozas, talleres de artesanía y de papel amate, campamentos, y hasta medicina tradicional.
En la comunidad se encuentra, además, uno de los secretos mejor protegidos de la zona: El restaurante La Ceiba. Familiar aunque con aires bohemios, tiene una magnífica terraza con vistas a las bellísimas montañas. Su carta, aunque no muy extensa, combina lo moderno con lo tradicional, lo que le da un toque bastante especial. Tienen, además, su propia etiqueta de mezcal que vale la pena probar, siempre y cuando no planees manejar después. Los domingos tienen música en vivo. ¡No te pierdas el ceviche con pesto!
Abren jueves y viernes de 14:00 a 21:00, y sábados y domingos de 13:00 a 22:00.
4. Pozolería Flores, Tepoztlán
Se dice que no hay mejor forma de conocer un lugar que a través de sus sabores. ¿Y, qué mejor que hacerlo que con un buen plato de pozole? A unos diez minutos del centro, sobre la calle de Matamoros, en el número 20, está la Pozolería Flores, un local que compensa su sencillez con la riquísima sazón de su comida. Su menú es chiquito pero sabroso, con pozole blanco –tú eliges con qué carne lo quieres- , tacos dorados de papa o rajas, quesadillas surtidas, y los típicos Boings de mango y coca light. Pregunta por doña Irene, quien te podrá dar consejos acerca de qué ver y qué hacer en Tepoztlán.
5. Ocotirolesas
Si para ti volver a subir el Tepozteco ya no es aventura, ¡no desesperéis! Pues a sólo unos minutos de Tepoztlán está el pueblo de Santo Domingo Ocotitlán, famoso por sus tirolesas (Ocotirolesas). Ahí está la tirolesa más grande del estado, con más de 700 metros de longitud y a 150 metros de altura, y que promete una muy buena dosis de adrenalina. Tiene, también, puentes colgantes y otras divertidas actividades. Cuenta, naturalmente, con personal especializado para garantizar tu seguridad. El parque abre los fines de semana y días festivos de 10:00 a 17:30.
¡Ahora ya sabes qué hacer durante tu próxima visita a Tepoztlán!
Conoce este pueblo mágico lleno de flores