Para que no me olvides: Xochimilco, CDMX
Para que no me olvides: Xochimilco, CDMX
Hola mi gente querida,
La soledad y el silencio que acompañan hoy mis días, me han hecho reflexionar sobre el valor de la vida. Yo también los he extrañado, pero se que prontamente, recorrerán estos lares, con singular alegría.
Por eso, aquí yo les mando un montón de cosas lindas, para que recuerden bien lo que tanto han disfrutado.
Y para que no me olviden esos que yo tanto amo, les mando estas florecitas, que sin duda simbolizan mis más bellas tradiciones.
Aquí les mando el color de aquellas naves florales, que deambulan apacibles desde tiempos ancestrales, navegando sin cesar, entre jardines flotantes.
También les mando un puñito de esta tierra a que alimenta a las plantas y a las flores que decoran los rincones de los ricos y los pobres, para brindar armonía a mi gente tan querida.
Aquí les va la leyenda de una historia sin igual, que llegó con la Conquista para a todos asombrar, es la historia de una diosa que penaba sin cesar.
Y como el sazón es el rey, les mando aquí ajo y cebolla, para que cocinen bien mis delicias en la olla y las repliquen en casa al calor de un buen fogón, que les recuerda que el gusto se acompaña con amor.
Para su postre amaranto, que brota de la tierra mía, como señal de lo dulce que se disfruta día a día, para que sus noches consuele y las llene de alegría.
Y aquí les va un corazón con las costumbres del pueblo, barrio a barrio lo formé pa que este usted bien contento.
También les van las escenas, que resguardan mis ayeres y que rebelan gustosas que la esencia nunca muere.
Y pa dar gracias al cielo, aquí les mando un rosario, símbolo de aquel lugar que resguarda nuestra fe y que vuelva pronto el día que los tenga yo a mi lado.
Y aquí me quedo penando, añorando su regreso, su querido Xochimilco
Los detalles de esta carta
1. Enviando florecitas es como inicia esta carta su autor, esas que representan sus tradiciones más arraigadas.
Y es que en Xochimilco, Patrimonio cultural de la humanidad, las flores son un símbolo de todos los tiempos y no solo en los mercados o en las chalupas en las que son transportadas por las mujeres de esos lares.
Tal es la importancia de las flores en Xochimilco, que durante la primera semana de abril se celebra una de sus más importantes fiestas, La flor más bella del ejido.
Se trata de una celebración a la mujer, a través de un certamen que exalta la belleza de las mujeres mestizas.
Y aunque se celebra desde 1995, se sabe que la festividad tiene sus raíces prehispánicas, basadas en la época en la que gobernó Tlahuicatl o Atlahuicatl, tercer señor de los Xochimilcas, se estableció el culto a la diosa Xochiquetzalli, diosa de las flores.
2. Seguramente los lectores de esta carta adivinaron inmediatamente que al hablar de las naves florales el escritor se refiere a las tradicionales trajineras.
Para quienes no las conocen, se trata de grandes embarcaciones adornadas con flores y tituladas al frente con el nombre de una mujer.
En éstas pueden subirse unas 20 personas para recorrer los canales de Xochimilco mientras escuchan música de mariachi y el pasar de las chalupas con antojitos mexicanos.
No hay que perderse la visita por las diversas islas, como la tenebrosa Isla de las muñecas.
3. Un puñito de tierra es enviado como representación del popular Mercado de flores y plantas de Cuemanco en Xochimilco, que existe desde 1991.
Recorrer sus 17 hectáreas es sumergirse en un viaje de aromas y colores, gracias a la impresionante variedad de flores y plantas que comercializa en casi 1500 locales.
Los viajeros se encontrarán con plantas llevadas al mercado desde los estados de Puebla, Morelos y Guerrero.
Aunque también los chinamperos cosechan flores y plantas de ornato para interiores y exteriores.
4. El autor de estas letras no podía dejar de lado la tradicional Leyenda de la llorona, otro símbolo de los canales de Xochimilco desde hace 27 años.
Cada año, desde finales de octubre se lleva a cabo la representación particular de este conocido relato en la laguna de Tlilac.
La representación se realiza al aire libre, con las trajineras como butacas rodeando el escenario.
Y un grupo de más de 50 músicos, danzantes y actores recrea la célebre leyenda mexicana en una versión que recuerda la llegada de los españoles y su conquista.
5. El escritor envía ajo y cebolla para sazonar en casa lo que en Xochimilco se crea con gracia en las ollas de sus mercados.
Y es que así como Xochimilco se distingue por su cultura y tradiciones, lo hace también por su gastronomía.
Por eso no hay que dejar de visitar sus mercados y probar de todo, subirse a una trajinera y compartir en familia todas las delicias que lleven las chinamperas, como el café de olla, el atole o los tamales.
Y después hay que detenerse en sus fondas mexicanas, para seguir deleitando al paladar con platillos mexicanos de diversos estados o antojitos rápidos por si un huequito quedó por llenar.
6. Y como después de un buen festín gastronómico, el postre no puede quedarse fuera, es un hecho que nuestro escritor no podía dejar de mencionar una de las tantas fiestas de Xochimilco, a que celebra al amaranto.
Que por cierto, la Feria de la alegría y el olivo se realiza en Santiago Tuyehualco Xochimilco durante los primeros 15 días del mes de febrero.
El barrio se convierte en una fiesta de dulces sabores y delicias gastronómicas que se complementan con espectáculos artísticos y culturales además de una muestra artesanal.
7. Con un gran corazón el autor de esta carta representa a las tradiciones y costumbres de los 17 barrios Xochimilco y 14 pueblos con tradiciones, costumbres y festividades coloridas de gran significado.
Cada pueblo tiene sus autoridades locales, organismos desconcentrados del gobierno delegacional, electas por los habitantes.
8. Al hablar de las escenas que resguardan sus ayeres, nuestro escritor nos remite por supuesto a los escenarios de Xoxhimilco que pueden apreciarse en el cine mexicano.
Basta con recordar cintas del cine de oro como María Candelaria, protagonizada por la actriz Dolores del Río y el emblemático Pedro Armendariz, cinta en la que se aprecia un hermoso Xochimilco del ayer.
Otra cinta que viene a nuestra memoria es Mi niño Tizoc, un drama protagonizado por el actor y cantante Alberto Vázquez y el actor Cuitláhuac Rodríguez.
9. Nuestro autor se despide con un rosario para resguardar la fe, refiriéndose por supuesto a la Catedral de Xochimilco.
También se le denomina Catedral y exconvento de San Bernardino de Siena. El recinto se localiza en el centro de Xochimilco.
La iglesia estuvo a manos de los franciscanos hasta el año de 1756, cuando fue habitada como parroquia al haber sido cedida al clero secular.