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Pueblos fascinantes de la provincia de Québec
Québec cuenta con un sinfín de pueblitos donde podrás encontrar un pedacito de magia y descubrir historias fascinantes de la bella provincia. Te dejamos cinco pueblos que cautivaron nuestro corazón, y lo más importante es que estos están a tan solo unas horas de distancia de Montréal.
1) Montebello en Outaouais
Distancia desde Montréal: 1 hora y 35 minutos.
En mayo de 1855, Louis-Joseph Papineau nombró a su propiedad “MonteBello”, y en 1878 se fundó oficialmente la ciudad. El espíritu de la familia Papineau todavía se puede sentir en la mansión y en el pueblo, donde la historia se ha conservado. Al visitar Montebello durante los próximos meses nevados, aprovecha al máximo el invierno y disfruta de actividades y aventuras al aire libre. También podrás disfrutar de un paseo por la calle principal donde las pequeñas boutiques y los restaurantes y la arquitectura del pueblo te enamorará.
Dónde hospedarte: Fairmont Le Château Montebello, sentirás que has aterrizado en un cuento de hadas al hospedarte en un precioso castillo de troncos, un verdadero hospedaje de lujo.
Actividad imperdible: Parque Omega que deleitará a los amantes de los animales donde conocerás más de 400 especies asentados en más de 2,200 acres de naturaleza.
2) Lévis en Chaudière-Appalaches
Distancia desde Montréal: 2 horas y 41 minutos.
Si te fascina recorrer paisajes y asombrarte con su belleza, Lévis es perfecto para ti, ya que además de estar llena de historia, cultura y patrimonio, cuenta con una infinidad de opciones culinarias que te abrirán el apetito, desde una deliciosa y auténtica barbacoa americana o un helado de arándanos te brindarán la energía necesaria para esta aventura.
Dónde hospedarse: Hôtel & Suites Normandin Lévis, perfecto para toda la familia.
Actividad imperdible: Parcours des Anses, el cual podrás recorrer, caminar, patinar e inclusive montar en bicicleta y podrás admirar una vista panorámica de las joyas de la provincia de Québec, desde el Castillo de Frontenac, la isla de Orleans y las cataratas de Montmorency.
3) Mont-Mégantic en Eastern Townships
Distancia desde Montréal: 2 horas y 45 minutos
Mont-Mégantic es uno de los mejores lugares de todo el país para observar las estrellas. Además el Parque Nacional de Mont Mégantic, es un lugar único donde la “tierra y las estrellas” se unen en perfecta armonía y podrás ser testigo de ello.
El Parque está situado en el pequeño pueblo de Notre-Dame-des-Bois, y descubrirás el Astrolab y observatorios astronómicos, recorrer preciosos senderos y mucho más.
Dónde hospedarte: Situado en el corazón de un bosque de más de un siglo, a sólo 6 km del ASTROLab y del Parque Nacional del Mont-Mégantic, Camping Mont-Mégantic, en un paraíso de naturaleza virgen. Podrás armar tu propia tienda de campaña allí o hospedarte en un tipi.
Actividad imperdible: Festival des Perséides observa cómo las estrellas fugaces de la constelación de Perseo dan aún más brillo a los cielos nocturnos. Disfruta de presentaciones especiales y de observación con telescopio y binoculares con música de fondo.
4) Saint-Irénée en Charlevoix
Distancia desde Montréal: 4 horas y 12 minutos
Saint-Irénée fue fundado en 1840 y se encuentra a solo una hora y media de la Ciudad de Québec, ubicada en el corazón de Charlevoix, un verdadero oasis de relajación con una impresionante combinación de fenómenos naturales y culturales que te resurgirán emociones inimaginables. Además, disfrutarás de impresionantes vistas del río San Lorenzo y un espectacular paisaje de la costa.
Dónde hospedarte: Irene’s Lighthouse, un prestigioso chalet estilo náutico que ofrece una cocina de ensueño, una gran terraza y un spa de 4 estaciones.
Actividad imperdible: Senderismo para disfrutar la magnífica vista de la caída del río Jean-Noël al noroeste del parque municipal.
5) Sainte-Rose-du-Nord en Saguenay-Lac-Saint-Jean
Distancia desde Montréal: 5 horas y 24 minutos (ideal para road trip).
Es verdaderamente mágico cuando se combina la cinematografía y los paisajes, Sainte-Rose-du-Nord es conocido gracias a la filmación de la película Le Bonheur de Pierre, es un pueblito rodeado por boscosas montañas, vistas espectaculares y coloridas, y pintorescas casas norteamericanas que te contagian su alegría y color. Además algo muy particular de este pueblo es que notarás como si las casas hubieran sido llevadas ahí por una avalancha creando un pequeño y encantador desorden.
Sainte-Rose-du-Nord también forma parte de la Asociación de los pueblos más bonitos de Quebec.
Dónde hospedarte: En uno de los tantos chalets de la zona como Le Boréal.
Actividad imperdible: Realiza un crucero con Navettes maritimes du Fjord a bordo del Saguenay II o Cap Liberté hasta L’Anse-Saint-Jean donde podrás ver impresionantes acantilados.
Conoce más de la bella provincia de Quebec en su sitio oficial.