Qué hacer en
Altata, aventura y diversión en el Mar de Cortés
A 45 minutos de la ciudad de Culiacán se localiza la Bahía de Altata, un exclusivo destino que invita a disfrutar de su exquisita gastronomía, divertidas actividades acuáticas y espectaculares atardeceres. Acompáñanos a descubrir que ver y hacer en Altata.
Este bello puerto, convertido en el destino de fin de semana de los sinaloenses, también fue un importante puerto comercial que llenó, a principios del siglo XIX, de bonanzas estas tierras.
Y es que, en aquella época, por su ubicación estratégica y tráfico, llegó a ser considerado el segundo puerto con mayor importancia de Sinaloa. Hoy, Altata, garantiza una visita llena de momentos únicos, paseos inolvidables, playas virgenes y un sinfín de aventuras.
Disfrutar de gastronomía
Los amantes de los frutos del mar encontrarán en Altata, un sinfín de opciones para consentir al paladar. Desde rústicas palapas a la orilla del Mar de Cortés que ofrecen el tradicional aguachile hasta creativos espacios gourmets que fusionan tradición y sabor.
Aquí, los protagonistas de los menús son las almejas, ostiones, callos de hacha, patas de mula y, por supuesto, los camarones gigantes que tanto caracterizan a Sinaloa.
Explorar las maravillas del Mar de Cortés
Dicen que cuando el oceanógrafo francés Jacques Cousteau exploró, por primera vez, estas cálidas aguas, fue tanto su asombro que aseguró que era prácticamente imposible volver a admirar algo tan maravilloso. Y es que estas cristalinas aguas, además de resguardar increíbles montañas marinas, bancos de coral únicos, misteriosas cuevas y hasta barcos hundidos, son habitadas por más de 4,500 especies, entre ellas, las toninas, un cetáceo muy parecido a los delfines.
Aquí es posible bucear, esnorquelear, practicar kayak, veleo y hasta dar un paseo a bordo de un yate de lujo.
Vivir una aventura inolvidable
Fuera del agua, Altata, también sorprende, pero ahora con sus imponentes dunas que contrastan, mágicamente, con el azul intenso del Mar de Cortés. La forma más divertida y memorable de explorar estas tierras áridas es, sin duda, en cuatrimoto, pues mientras surcas, a toda velocidad, esas formaciones de arena, es posible admirar sus fantásticos paisajes.
Andar en bici en su Malecón
Con solo 1.3 kilómetros de longitud, el Malecón se ha convertido en la columna vertebral de Altata, así como el punto de reunión de locales y turistas que disfrutan de sus maravillosas vistas, gastronomía, arte y tradición.
Si bien, caminar por este sendero, a orillas del mar, es una de las cosas que hay que hacer en Altata, recorrerlo en bicicleta, es aún más divertido.
No dejes de admirar los bellos amaneceres y atardeceres, mientras disfrutas de un café, una cerveza o un buen vino.