Qué hacer en
Las mejores cosas que hacer en Berlín, capital alemana
Como capital de Alemania y una de las ciudades de moda en Europa, hay mucho que hacer en Berlín.
Una ciudad con un legado histórico por demás importante que tienen una vibrante vida cultural.
Conocida mundialmente por el muro que la dividió en dos, Berlín es hoy una ciudad cosmopolita y moderna.
Fue en la noche del 9 de noviembre de 1989, cuando finalmente cayó la barrera de separación entre este y oeste.
Innumerables e incontrolables Ossis y Wessis, como se conoce a los alemanes de uno y otro lado, deshicieron el muro y con ello hicieron historia.
Fueron con martillos, y recuperaron su ciudad en un día que todavía se rememora en muchos puntos que hay que ver en Berlín.
Miles de visitantes arriban a esta metrópoli cada año para atestiguar por sí mismos el radical cambio que trajo consigo la unión de las dos alemanias.
Hoy Berlín es un lugar de moda donde se tiene la impresión, incluso hoy en día, de estar viviendo algo histórico a cada momento.
La caída del Muro dejó cientos de lugares abandonados en el paisaje urbano, que se han convertido en lugares de visita obligada.
Divertida, multicultural, interesante, acogedora, sorprendente, cosmopolita: así es la capital alemana hoy, repleta de sorpresas.
Disfruta de su presente, echa una mirada al futuro sin olvidar su pasado.
Aquí te decimos cuáles son los principales atractivos que hay que ver en Berlín.
Puerta de Brandenburgo
Es el punto más emblemático que hay que visitar en Berlín. Icono de la reunificación alemana.
Fue construida por encargado del emperador Federico Guillermo II y bajo sus arcos pasaron miembros de la realeza, las tropas napoleónicas y Hitler cuando llegó al poder.
La Segunda Guerra Mundial le dejó graves daños en su estructura y prácticamente destruyó su cuadriga.
En 1961, tras la construcción del Muro de Berlín, la puerta quedó perdida entre el este y el oeste, sin que prácticamente nadie tuviera acceso a ella.
No obstante, tras la reunificación de la ciudad, por fin recuperó el lugar que se merece como símbolo de unión y paz.
La Puerta de Brandeburgo se encuentra a escasa distancia de algunos otros atractivos de Berlín, como el edificio del Parlamento, Pariser Platz o la Potsdamer Platz.
Tiene una altura de 26 metros, 5 entradas y un estilo neoclásico que recuerda a las construcciones de la Acrópolis de Atenas.
El monumento al Holocausto
Recuerdo de uno de los episodios más oscuros de la humanidad, fue construida en memoria de los judíos asesinados en Europa.
Son 2,711 bloques de hormigón de diferentes alturas, formando una cuadrícula, casi un laberinto, que permite que los visitantes elegir por donde entrar y salir.
Su construcción es relativamente reciente, entre el 2003 y el 2005 y se ubica en las cercanías de la Puerta de Brandenburgo.
Cuenta con un centro de información que hace un repaso a la política nacionalsocialista de exterminio llevada a cabo entre 1933 y 1945.
Asimismo, expone algunos crudos testimonios y la historia de diferentes familias antes, durante y después de la persecución.
Una de sus salas muestra los muros cubiertos con los nombres y años de nacimiento y muerte de las víctimas del holocausto.
Es un atractivo que hay que visitar en Berlín, sobre todo, quien esté interesado en conocer más a detalle la historia del nazismo.
Topografía del terror
La temida policía secreta del estado alemán, la GESTAPO, dejó regados testimonios terroríficos de sus atrocidades.
De eso trata este atractivo, si se le puede llamar así, que para muchos es algo que hay que visitar en Berlín.
Detrás de un trozo del muro que se mantiene prácticamente intacto, se encuentra un solar en el que se sitúa la Topografía del Terror.
En 1933, los opositores de Hitler acababan en este lugar, que fue sede de la GESTAPO, sometidos a interrogatorios y continuas torturas.
Los textos y fotografías que aquí se exhiben, detallan la sórdida historia del aparato de seguridad de Hitler entre los años 1933 y 1945.
Se recomienda tomarse el tiempo necesario para leer los textos que acompañan a cada una de las fotografías expuestas.
Solo así se puede tener el panorama completo y entender porque a muchos visitantes, lejos de atraerles este sitio, les causa horror.
Checkpoint Charlie
Fue uno de los pocos puntos a través de los cuáles los ciudadanos pudieron moverse entre las dos alemanias, mientras el Muro seguía de pie.
Por ello es que aquí se albergan historias y anécdotas de las personas que pasaban con permiso y de las que intentaron escapar.
Algunas tuvieron suerte y lo lograron, otras, fueron interceptadas y asesinadas sin piedad.
Desde el 2001 tiene una réplica del cartel que años atrás advertía a los ciudadanos: “Está abandonando el sector americano”.
Asimismo, hay una pequeña frontera en la que los turistas se toman la selfie y alberga una larga colección de fotografías y textos de la época.
Justo a un costado se encuentra el Museo del Muro de Checkpoint Charlie, que muestra los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Guerra Fría.
Ubicado en Friedrichstraße 44, es algo que hay que visitar en Berlín.
Museo Judío de Berlín
Hay varios museos dedicados a los judíos en el mundo, pero se entenderá que éste es algo imprescindible que ver en Berlín.
Fue inaugurado en el año 2001, como un centro para la difusión de la historia y cultura judeo-alemana.
De arquitectura ultramoderna, fue diseñado por Daniel Libeskind y se ha convertido en uno de los monumentos emblemáticos.
Y es que desde su construcción da mensajes describe, simbólicamente, las tensiones de la historia judeo-alemana.
Entre los espacios significativos del museo destacan la “Torre del Holocausto”, el “Jardín del Exilio” y el “Void Void”.
Éste último, con miles de chapas de acero con forma de cara que producen un estremecedor lamento al pasear sobre ellas.
La exposición histórica es un viaje de descubrimiento por más de 2,000 años de historia judeo-alemana.
Fotos, cartas y un sinfín de objetos cotidianos revelan la vida de los judíos desde su llegada a la Alemania Medieval.
East Side Gallery
Otra de las cosas que hay que hacer en Berlín es recorrer ésta que es la galería de arte al aire libre más grande del mundo.
Son 1,300 metros de muro que se convirtieron en un gran lienzo a lo largo del río Spree, cuando se reunificó Alemania.
En este museo al aire libre, artistas de todo el mundo dejaron su huella en un momento de cambio trascendental.
Visitarlo llena los ojos de color y la cabeza de significados a pesar de que algunas pintas lo han empezado a estropear.
El Reichstag, un imprescindible que ver en Berlín
La sede del Parlamento alemán es uno de los edificios que no se pueden dejar fuera del itinerario.
Fue restaurada, ni más ni menos que por el arquitecto británico Norman Foster después de sufrir los estragos de la guerra.
Desde entonces, su cúpula de vidrio es uno de los mayores atractivos que hay que visitar en Berlín. Se puede subir y admirar la ciudad, pero hay que reservar online, a través de la web del Parlamento Alemán.
El horario de visita de la cúpula es de 08:00 a las 00:00 horas, aunque la última entrada es a las 22:00 horas.
También existe la posibilidad de visitar el interior del Parlamento alemán con una visita guiada, que incluye la sala de plenos y el ascenso a la cúpula.
Catedral de Berlín
Es el edificio religioso más importante que hay que ver en Berlín.
Se ubica frente al jardín Lustgarten, entre la Isla de los Museos y el solar antes ocupado por el Palacio Imperial.
Como muchos de los edificios en Berlín, ha sido reconstruida tras los estragos de la Guerra.
Su cúpula, que hoy luce en todo su esplendor, fue algo de lo que más daños sufrió.
No obstante, hoy es recomendable ascender a ella para encontrarse con uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Solo hay que superar 270 escalones y claro, excepto las personas con movilidad reducida. Para ellos hay un ascensor.
La entrada general cuesta 7 euros y la estación de tren más cercana es la Hackescher Markt.
Iglesia Kaiser Wilhelm
Instalados en los templos religiosos, éste es uno de los más curiosos que hay que ver en Berlín.
Y no precisamente por un dogma de fe, sino porque es otro de los símbolos que todos los días recuerdan a esta ciudad el desastre de la guerra.
Conocida hoy como Iglesia de la Memoria, esta construcción fue gravemente dañada durante la guerra.
Se planteó su demolición, pero un grupo de ciudadanos propusieron dejarla en pie como memorial que recordara la insensatez de la guerra.
En su interior se pueden ver fotografías de la ciudad durante los bombardeos. Su cúpula agujereada ya es (desgraciadamente) todo un símbolo que hay que ver en Berlín.
La Torre de la Televisión que hay que ver en Berlín
Siendo el edificio más alto del país, sin duda, visitarlo es algo que hay que hacer en Berlín.
Y es que desde su mirador se obtienen vistas panorámicas insuperables.
Fue erigida en 1969 para mostrar la superioridad del comunismo sobre el capitalismo.
Está situada en el centro de Alexanderplatz, la plaza más importante de la República Democrática Alemana, y mide 368 metros de altura.
La plataforma de observación se ubica a 203 metros de altura, desde donde se pueden observar las diferencias arquitectónicas de la ciudad.
Tiene un restaurante giratorio que ofrece algunos platos típicos berlineses a un precio competitivo.
Un aspecto curioso es que en el cristal que cubre la parte principal de la estructura se forma una cruz central cuando refleja el sol de la mañana.
Dicho fenómeno fue nombrado por los occidentales “La Venganza del Papa”, símbolo que hay que ver en Berlín porque echaba por tierra la propaganda comunista.
Palacio Charlottenburg
De estilo Barroco, el Palacio Charlottenburg fue construido entre 1695 y 1699 como lugar de veraneo de Sofía Carlota, segunda esposa de Federico III.
Los bombardeos de la fuerza aérea británica sobre Berlín lo destruyeron parcialmente y una gran parte de su decoración no pudo ser restaurada por completo.
Sin embargo, visitarlo sigue siendo algo de lo que hay que hacer en Berlín.
Algunas de sus salas conservan los muebles y la decoración original de techos y paredes.
No obstante, probablemente, uno de los mayores atractivos del palacio sean sus extensos y cuidados jardines.
Fueron diseñados en 1697 con estilo francés barroco y reformados en 1788 al estilo inglés.
Constituyen un remanso de paz donde se pueden pasar horas descansando junto al lago.
Museo de Pérgamo
Es el museo más visitado de Berlín que alberga antigüedades clásicas de Oriente próximo y muestras de arte islámico.
Inaugurado en 1930, en la primera de sus salas acoge la edificación más impresionante y que le da nombre: el Altar de Pérgamo.
Se trata de una estructura construida hace más de 2,000 años para dar las gracias a los dioses por las bendiciones concedidas.
El Museo de Pérgamo es algo que hay que ver en Berlín porque es un lugar completamente diferente debido a las enormes y valiosas construcciones que alberga.