5 momentos en que vuelves a ser creyente en un aeropuerto
5 momentos en que vuelves a ser creyente en un aeropuerto
Si te jactas de casi casi vivir en un aeropuerto, seguramente no todos tus días fueron perfectos y la misma vida te enseñó a volverte creyente o a rezarle hasta a San Juditas en algún momento.
Y es que aun que ya seas un veterano de los viajes, a todos en cualquier momento nos puede suceder algo no esperado, y por eso no están de más estos rápidos consejos para sobrevivir en un aeropuerto.
5 Momentos para volverse creyente en un aeropuerto
Cuando viajas, no esperas que algo salga mal y hasta eliges tu outfit para el aeropuerto, pero como no naciste tocado por Dios, entonces te toca chutarte estos consejos para sobrevivir en un aeropuerto, así que no te hagas que la virgen te habla y sigue leyendo.
#1 “Su vuelo está sobrevendido”
Vas a una boda y eres el padrino, por fin vas a conocer a tu novio de Tinder, solo te dieron tres días de vacaciones, lo que sea es buen motivo para enloquecer al escuchar estas palabras y encomendarte al Santo Niño de Atocha.
De primeritas no entiendes muy bien: ¿Osea cómo, por qué lo vendieron si era mío?, Por qué yo, por qué a mí Diosito y otras tantas frases pasan por tu boca entre el berrinche y el llanto.
Las aerolíneas suelen vender más boletos de los que tienen para reponerse de posibles cancelaciones y es una práctica permitida en todo el mundo.
Si tu vuelo está sobrevendido, seguramente verás la luz de nuevo cuando escuches lo que la aerolínea tiene para ofrecerte en compensación, es cuestión de que sepas negociar.
Pueden asegurar tu lugar en el próximo vuelo o buscarte sitio en otra aerolínea y mientras tanto, brindarte la comida en el aeropuerto sin costo.
Por otro lado, podrían compensarte económicamente hasta en 4 veces más del valor del lo que pagaste por tu boleto o regalarte un boleto gratis al mismo u a otro destino, pero ponte trucha.
Sin embargo, uno de los mejores consejos para sobrevivir en un aeropuerto y evitar en lo posible que sobrevendan tu vuelo, es llegar con suficiente tiempo de anticipación y hacer tu web check in la noche anterior.
#2 Dios no hace cosas chuecas, ¿tú por qué si?
Se que sonamos como testigos de Jehová, pero uno de los mejores consejos para sobrevivir en un aeropuerto es comportarse como Dios manda y desconfiar de lo que parece indebido.
Nos referimos a evitar hacer eso que dudas si está bien o mal. Te acordarás de cómo iba el rosario completo cuando veas que no te llevaron al cuartito llegando a Estados Unidos o de que no fue a ti a quien sacaron del baño del avión junto con otro pasajero o pasajera mientras se ponían románticos.
Recuerdo que en un vuelo a La Habana Cuba viajaba con un grupo y unas mujeres cubanas en México nos pidieron el favor de llevar unas telas para su gente.
¿Qué de raro y malo tenía eso? Era un acto de bondad que nada nos quitaba pero a mí no me dio buena espina y decidí no apoyarlas aunque me viera bien Judas.
Al llegar a La Habana, a las personas buenas de corazón que accedieron, les cobraron unos buenos CUCs por el favorcito, y en ese momento, me volví creyente de nuevo.
Los aeropuertos tienen mucho cayo en cuanto a medidas de seguridad y son estrictos en sus reglamentos, por eso es mejor evitar tratar de pasar algo no permitido por la banda de seguridad, fumar en donde no debes o hacer favores a desconocidos.
#3 Última llamada para los pasajeros con destino a…
¡Válgame el señor¡ escuchar esa frase es como encontrarse al mismísimo diablo en Semana Santa, especialmente cuando estás extraviado o perdiste el tiempo en quién sabe qué y tu sala de abordaje está hasta quién sabe dónde.
Le quisiste jugar al mago y tomaste el masaje incluido en la sala VIP, morías de hambre y te fuiste a echar un café y un panecito de rapidito, estabas en una acalorada pelea con tu novio en el celular o de plano, no tienes idea dónde está la sala que te toca para abordar.
Y hasta escuchas tu nombre, se van sin ti y ya ni con el favor de Dios pueden esperarte. Así que corres y deseas no haber traído equipaje de mano tan estorboso o pesado.
Pero escuchas un Aleluya cuando por fin llegas casi desmayándote y la sobrecargo toma la cara de un querubín haciéndote señas para que te apures.
Dentro del avión eres el centro de atención por primera vez en tu vida, y la burla de tus cuates por el resto de la misma .
Entre nuestros mejores consejos para sobrevivir en un aeropuerto están además de llegar temprano, detectar tu sala de abordaje en cuanto la anuncien y dirigirte a la misma al menos 45 minutos antes de tu hora de abordaje, ojo, que no es la misma que la hora de despegue.
#4 Diosito, ¿por qué no sale mi maleta?
Esta nos ha pasado a todos. Ya te aprendiste hasta los colores y el orden en el que van formadas las maletas en la banda de reclamo de equipaje que nomás gira que gira.
Pero realmente sientes que la virgen te habla cuando ves que el único pasajero con cara compungida como la tuya que te acompañaba, recupera su maleta y hasta mira al cielo dando gracias.
Lo primero que piensas es ¿Sí dejé a la mota en mi casa antes de salir? y hasta dudas. Agachas la mirada y solo ves botas tipo militar y patas de pastores alemán de un lado a otro y empiezas a rezar.
Inmediatamente te ves contando tu historia en Preso en el extranjero, imaginando que algo hiciste o dejaste de hacer o que algo te están haciendo para incriminarte (bien dramas tú).
La luz a través del túnel
Alabado sea el señor cuando suceden alguna de estas cuatro cosas: 1. Te das cuenta de que alguien en algún momento bajó las maletas y las recargó en los muros de la sala, atrasito de ti y ahí está la tuya.
2. Tu maleta estaba en la rigurosa revisión por las que que a veces pasan todas las maletas y simplemente fue la última, pero ahí la tienes.
3. Resulta que sufrió daños pero van a compensarte económicamente por lo mismo, así que te la entregan rota pero con una disculpa y un documento para que realices el trámite pertinente.
4. Tu maleta es negra como la mayoría y no tiene un distintivo, entonces, alguien con una maleta idéntica ya se la estaba llevando, pero Bendito Dios se dieron cuenta antes de que saliera del aeropuerto.
Y si ni una de estas cosas sucede entonces si persígnate, porque seguro que ya se perdió, viene en otro avión o solo Dios sabe dónde está.
Uno de los consejos para sobrevivir en un aeropuerto cuando pierdes tu maleta, es que no salgas del área de reclamo sin una solución. Busca al representante de la aerolínea en la que volaste para presentar tu queja, llenarás un formato a detalle para que proceda la investigación. Por eso es importante que además de identificar perfectamente tu maleta con tus datos, le cuelgues algún distintivo y le tomes una foto antes de documentar.
#5 ¿Dónde está mi boleto?
Dios es testigo que perder tu pase de abordar unos minutos antes de subir al avión es más común de lo que imaginas. Y es que no puedes guardarlo del todo en cuanto te lo dan en el mostrador porque debes mostrarlo para entrar al área de revisión.
Puede caerse mientras pasa por las bandas de seguridad, quedar olvidado en un baño, resbalarse de un libro por la orilla del asiento de la sala de espera. Y justo cuando estás por formarte para abordar te das cuenta de que ya no está.
Si Dios te ampara y aun hay tiempo, te tocará regresar al área de mostrador a re imprimir tu boleto, si no, reza para que el personal de la aerolínea se apiade de tu alma y te deje pasar, lo cual es muy poco probable ya que la contraseña de tu equipaje seguramente venía pegada en tu boleto y en algunos destinos sí te la revisan antes de salir de la zona de reclamo de equipaje.
Entre los consejos para sobrevivir en un aeropuerto más valiosos que podríamos darte para evitar extraviar tu boleto está el de comprarte una mariconera o cangurera especial para viajes. Son unos artefactos realmente útiles. No pesan, no cuestan demasiado y resguardan tanto tu pasaporte como tu boleto y tus tarjetas de crédito.
Y otro de nuestros consejos es, siempre trae contigo tu boleto de avión en formato electrónico en tu celular, incluso puedes descargar la app de la aerolínea en la que viajas para tener acceso en todo momento, aun sin wifi.
Momentos bonus: Volverse creyente sobre el avión
Hay otros dos momentos en los que te vuelves muy pero muy creyente, pero no es necesariamente en el aeropuerto sino dentro del avión, por eso los sacamos de la lista.
El primero es cuando hay una turbulencia. Las sobrecargos te advierten que abroches tu cinturón y te regresan a tu lugar si andas merodeando por los pasillos, el capitán avisa que van a pasar por una zona de turbulencias.
Observa a tu alrededor y discretamente verás persignarse a unos cuantos, tú también quieres hacerlo pero te animas hasta que ves que caer frente a ti una mascarilla amarilla. Ahí sí, recuerdas cómo iba el Padre Nuestro y el Ave María.
Y otro momento que te devuelve la fe es cuando tu avión no aterriza. Resulta que estás cerca de aterrizar, escuchaste al capitán dar la señal incluso, pero una de dos, o te das cuenta de que llevas mucho rato dando vueltas y vueltas en el aire o que cuando el avión estaba por pisar tierra, de repente algo pasó que volvió a elevarse.
Esto puede deberse a múltiples factores como el clima, condiciones complicadas en el aeropuerto (como el sismo de 2017 en CDMX cuando la ciudad se colapsó) o el tráfico aéreo, pero no siempre se anuncian, aunque puedes preguntar con confianza a una sobrecargo o de plano, acordarte de cuando hiciste tu primera comunión.