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¿Puedes volverte adicto a los viajes?
No importa cuantos viajes realices, siempre tienes ganas de explorar nuevos lugares. Ojo, podrías sufrir del Síndrome de Wanderlust. Pero tranquilo, no es peligroso, pues se trata de una obsesión por vivir nuevas aventuras.
Generalmente las personas que sufren del síndrome de Wanderlust, solo piensan en viajar. Por ejemplo, es suficiente con que un amigo, hermano o sobrino diga ¿vámonos de viaje? para que el espíritu Wanderlust se apodere de ellas y comiencen a buscar vuelos, ofertas, atractivos y toda la información necesaria para tener un gran viaje.
Y es que, de acuerdo con diversos estudios, las personas que padecen de ansiedad cuando pasan demasiado tiempo en un mismo lugar, podrían sufrir de este gen del viajero, que es una actitud remanente del hombre nómada de hace miles de años.
Este gen tiene una variación en una parte del genoma humano, en específico del que codifica al DRD4 7r, un receptor de dopamina. Para ser más claros, esta hormona es responsable del placer. Dicha alteración hace a las personas más propensas a querer probar todo el tiempo nuevas aventuras.
¿Quiénes padecen el Síndrome de Wanderlust?
De acuerdo con un análisis de la Universidad de California, alrededor del 20% de las personas tienen esta variación genética.
Además, la mayoría de esa población se localizan en lugares donde por historia evolutiva sus habitantes han recorrido grandes distancias.
Sin embargo, otros estudios de la Universidad de California, aseguran que esa obsesión por viajar podría deberse al estímulo de sus padres por viajar durante la infancia.
Ese mismo estudio, señala que el desarrollo de las capacidades imaginativas durante la niñez es determinante para que una persona tenga el irresistible deseo por recorrer el mundo.
Si bien, los síntomas de este padecimiento no están muy claros, hay algunas señales que te indicarán si sufres del síndrome de Wanderlust como:
- Ansiedad al estar mucho tiempo en el mismo lugar
- Solo piensas a dónde será tu próximo viaje
- A penas regresas de un viaje y ya está pensando en tu próxima aventura
- Te encanta pensar en viajes
- Al ver una oferta de viajes, siempre la compras
Si subrayaste por lo menos tres, hay muchas posibilidades que el gen del viajero esté invadiendo tu cuerpo.