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10 lugares de Yucatán que te harán volar al estado ¡ya!
Bienvenidos a nuestro recorrido por una tierra prodigiosa del sureste de México. A partir de este momento abramos juntos la Puerta de Entrada al Mundo Maya para sumergirnos en experiencias únicas. Estos son los imperdibles de Yucatán que tienes que vivir.
Ya se imaginarán el reto que ha sido para nosotros traer para ustedes 10 sitios imperdibles del estado. Pero a pesar de este desafío, estamos seguros que esta guía será inspiradora y útil para su próximo viaje. Y sin más preámbulo comenzamos con nuestro conteo:
1. Disfrutar las playas de Puerto Progreso:
Puerto Progreso se ubica a solo 36 kilómetros de la ciudad de Mérida y es el sitio indicado para combinar la experiencia colonial de la capital del estado con un día de playa, esparcimiento y deliciosa gastronomía.
- No esperen una playa sofisticada ni de moda, es un sitio ideal para caminar por su malecón, disfrutar del sol cobijado por una buena palapa y deleitarse.
- Así es, aquí se captura cazón, huachinango, mero, corvina y lisa, entre muchos otros productos cuya frescura es única, el pulpo a las brasas es toda una delicia.
- Pero déjenme decirles que además de la paparrucha, gracias a que sus playas son de laderas tendidas y poco profundas, los deportes acuáticos son también otra gran alternativa.
- Este puerto es el más importante del estado pues aquí arriban muchos cruceros en su camino a Cancún. Un favorito de los cruceristas y de todos los turistas es también visitar el mercado de artesanías.
2. Darse un baño de naturaleza en Celestún:
La Reserva de la Biosfera de Celestún es una de las más hermosas zonas naturales en el estado de Yucatán y comprende una de las mayores áreas de manglares en el Golfo de México. Aquí el agua dulce de la ría se mezcla con el agua salada del golfo creando un hábitat ideal para las aves acuáticas, incluyendo a los hermosos flamencos, que principalmente en invierno, pintan de rosa a Celestún.
Para llegar a este paraíso natural puedes partir de Mérida en automóvil o autobús, pasarán por una carretera recta que los dejará después de hora y media, aproximadamente, en este destino.
Ahí pueden rentar los servicios que ofrecen lancheros y que hacen recorridos a través de la ría, éstos incluyen una parada en un ojo de agua, para más tarde conocer el bosque petrificado y cruzar manglares que los dejarán impactados por su variedad de vida silvestre. Eso sí, como viajeros responsables nos toca a todos cuidar de esta reserva de la biósfera, los mismos prestadores de servicios suelen ser muy cuidadosos en eso, y no se acercan demasiado a los flamencos. Verlos en su medio ambiente es lo que hace de esta experiencia algo francamente conmovedor.
3. Impresionarse con los cenotes de Yucatán:
Los cenotes son profundos pozos naturales que constituyen uno de los fenómenos naturales más interesantes de la Península de Yucatán. Estos pozos jugaron un papel determinante en el desarrollo de la civilización maya y representaban lugares sagrados, significaban la mismísima “entrada al inframundo espiritual”. Hay censados más de 2 mil 500 cenotes. Los hay semi-abiertos, abiertos y de tipo caverna, pero entre los más turísticos, o sea, los que de plano no se pueden perder se ubican en el municipio de Cuzamá.
- Ahí se encuentra el de nombre Chelentún, que es una caverna con un acceso fácil por medio de una escalinata.
- El segundo, Chaziniche, se localiza a un par de kilómetros y es recomendado para bucear.
- El más impresionante de esta localidad, se llama Bolonchojol o “la ratonera con nueve entradas”, el cual está cubierto por una gran bóveda que deja pasar suavemente la luz del sol.
- Si visitan Valladolid, no pueden dejar de visitar el cenote Zací.
- En Chichén Itzá, el espectáculo de Ik Kil es único y además está acondicionado y cuenta con un parque ecológico, restaurante y cabañas. ¿verdad que el plan no puede sonar mejor?
4. Conocer el amarillo Pueblo Mágico de Izamal:
Y llegamos a un Pueblo Mágico único. Te darás cuenta que has llegado a Izamal, la ciudad de las Tres Culturas, cuando el color amarillo acapare tus pupilas. Izamal está ubicado a sólo 65 kilómetros de Mérida. Es una de las localidades más antiguas de Yucatán y es conocida también como la “Ciudad de las Colinas”, ya que conserva importantes vestigios arqueológicos.
Justamente la Pirámide del Kinich Kakmó, es uno de estos sitios que por ningún motivo se pueden perder porque tiene el basamento más grande de la península de Yucatán. Pero para que la experiencia esté envuelta en un entorno y magia única, que agradecerán chicos y grandes, pueden recorrer la ciudad en calesa, que es una carreta tirada por caballos.
Y desde luego deben hacer una parada en el Convento de San Antonio de Padua, porque cuenta con el atrio más grande del mundo, después del de San Pedro en El Vaticano, es una obra maestra colonial que data de 1561. Cuenta con un museo en su parte interior y un adoratorio, además ofrece un magnífico espectáculo de luz y sonido que narra la historia del lugar, en verdad vale mucho la pena.
Y para cerrar con broche de oro, no pueden dejar de deleitarse con la gastronomía de Izamal, pueden empezar con una agua de chaya para refrescarse después del recorrido, y desde luego seguir con un papadzul o cochinita pibil. Ya si la noche los sorprende, no se preocupen porque hay una amplia oferta hotelera apta para todos los bolsillos.
Y de este espectáculo en amarillo y blanco vámonos hasta otro Pueblo Mágico.
5. La ciudad de Valladolid, imperdible:
La urbe más antigua de Yucatán. Este bello Pueblo Mágico se ubica entre Mérida y Cancún. Aquí destaca su fortificado convento de San Bernardino y la catedral de San Gervasio; además muy cerquita está Chichen Itzá e imponentes cenotes.
Alrededor de la Plaza Principal se encuentran hoteles, restaurantes, el Palacio Municipal y la Parroquia de San Gervasio, por donde les sugerimos comenzar el recorrido. Y si le caminan más hacia el norte se encontrarán con la Iglesia de la Candelaria cuya arquitectura devuelve la fe a cualquiera.
Otras construcciones religiosas que vale la pena visitar son la Iglesia de Santa Ana, sencilla pero bien cuidada; y, al sur, la Iglesia de San Juan que resalta por su bonito retablo barroco. La construcción más destacable de la ciudad es el Ex Convento de San Bernardino de Siena pero tampoco dejen de recorrer la Calzada de los Frailes. En la actualidad es una calle que ofrece hermosas vistas con casonas coloniales, boutiques, hoteles, museos, jardines y fuentes.
6. Disfrutar los hoteles con encanto de Mérida:
La ciudad de Mérida cuenta con una amplia gama de hoteles boutique, que en verdad son una experiencia en sí misma. Y dirán a mí qué más me da si nomás voy a pasar la noche, pues se equivocan, porque hay una serie de tesoros con mucha historia en casonas y ex haciendas que se convertirán en una experiencia inolvidable.
Entre los ejemplos más claros se encuentran la Casa Azul, Rosas & Xocolate o Mansión Mérida, por mencionar solo algunos.
- Mansión Mérida, por ejemplo, es una casona del siglo XIX que ha sido reformada respetando la arquitectura y decoración al estilo francés de la época; tiene solo 14 suites, todas finamente decoradas con elementos de la época.
- Otro ejemplo de destacarse es la Casa Azul otra casona situada a unos pasos del Paseo Montejo, construida durante el Siglo XIX y declarada Monumento Histórico, o sea, es más que un hotel.
- Finalmente Rosas y Xocolate, o el hotel Piedra de Agua, brindan, además de la atmósfera de antiguas casonas, una experiencia gourmet que los dejarán más que satisfechos.
7. Recorrer las zonas arqueológicas:
Yucatán es la cuna de la cultura maya. Aquí encontrarán majestuosos edificios de piedra labrada y arquitectura perfecta: Ek Balám, Mayapan, Aké, Kabah y desde luego, Uxmal, declarada Patrimonio de la Humanidad, son ejemplo de su grandeza histórica. Ésta última, por ejemplo, se ubica a solo 81 kilómetros de la ciudad de Mérida. Su nombre significa “la tres veces construida” y se caracteriza por tener palacios bajos y horizontales colocados en torno de patios.
Pero tampoco pueden perderse en su ruta por este maravilloso estado, sobre todo si están cerca del Pueblo Mágico de Valladolid, una visita a Ek Balam. Esta antigua capital del Mundo Maya luce por la gran profusión de elementos decorativos que se han encontrado, muestra detalles que no se ven en otras ciudades antiguas.
Viajar a Yucatán es encontrarse con una cultura por demás inspiradora, es entender que la estructura vertical arquitectónica no es una casualidad, era un objetivo claro para estar más cerca de sus dioses y visitar estas zonas arqueológicas dirigen nuestra mirada hasta el cielo, a las estrellas y sus señales, un viaje astronómico, también.
8. Enamorarte de Chichén Itzá:
Desde luego no podíamos dejar de mencionar la zona arqueológica de Chichén Itzá, la cual se ubica a 125 kilómetros de la ciudad de Mérida. Este sitio, que por cierto es uno de los más visitados en México, lo podrán disfrutar a lo largo del día, pero próximamente también de noche a través de un espectáculo de luz y sonido que nos recordará porqué la pirámide de Kulkulcán es una de las siete maravillas del mundo, todo un imperdible.
La ciudad se declaró Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. Recibe muchos visitantes para ver el increíble “descenso de Kukulcán”, asombroso espectáculo de luces y sombras que se proyectan, de forma natural, en la escalera norte del conjunto poco después del medio día durante los equinoccios de primavera y otoño.
Ciertamente es un sitio que no necesita presentación, tiene una magia muy particular, es francamente impactante entender la sabiduría de los mayas para levantar un sitio como éste. Vale la pena un día completo para recorrer la zona arqueológica, contemplarla, ver la vida de su alrededor y sentir a través de su eco, la presencia de una las civilizaciones más impresionantes de nuestra era.
9. Deleitarse con la comida yucateca:
De todas las tradiciones culinarias del país, probablemente la que más refleje el mestizaje sea la yucateca, en cuyos platillos se perciben una fuerte influencia maya y sabores provenientes del continente europeo. ¿Quién no se ha dado una rica cochinita pibil, o unos salbutes, panuchos, queso relleno o de perdis una sopa de lima? La lista de olores y sabores es interminable.
Los platillos se componen de carne de cerdo, venado y pavo, así como de una gran variedad de productos del mar, pero lo interesante es cómo integran su sabor frutas y especias como: achiote, cebolla morada, naranja agria, lima y desde luego no puede faltar el toque picosito del chile habanero.
¿Qué dónde probar todo esto? No se apuren, encontrarán toda una amplia gama de restaurantes, desde pequeños puestos hasta imponentes haciendas. Lo mejor de todo es que el sabor, créanmelo, en cualquiera de ellos, es francamente sublime, ya solo depende de ustedes el tipo de experiencia que busquen.
La comida de Yucatán es un signo distintivo de México, ya que en ninguna otra parte, la comida está tan relacionada con la historia y el paisaje, con la leyenda y la magia.
10. Gozar el Centro Histórico de Mérida:
La capital del estado de Yucatán ofrece cultura, historia y mucha diversión. No se preocupen por dónde empezar, el espíritu alegre y siempre hospitalario de sus habitantes, los guiarán por espacios y rincones únicos de la ciudad.
- Cualquiera que sea su plan, en una calandria, en turibús o a pie, como bien lo señalas Jesús, no pueden dejar de hacer una parada en la Casa de Montejo, o en el Colegio de San Pedro, fundado por jesuitas, y ahora sede de la Universidad del Estado.
- Recorran el Paseo Montejo, el Palacio de Gobierno, el Gran Museo del Mundo Maya, la Plaza de Armas y desde luego su catedral, que es la más antigua de la Nueva España.
- En el trayecto encontrarán restaurantes, comercios y artesanías que inevitablemente los hará hacer un alto en el camino. Aprovechen para probarse o comprar una guayabera o un sombrero, típicos la región.
- De paso pueden comer algo tradicional, qué tal una torta de lechón con mucha cebolla morada, o refrescarse con un Xtabentún, licor de origen maya que se ofrece en diversos establecimientos del centro de la ciudad y en diferentes plazas comerciales.