Las ciudades navideñas que debes visitar antes de morir
La Navidad ha llegado y alrededor del mundo se siente su espíritu en escenarios que parecen extraídos de un cuento: llenos de luz con grandes decoraciones, pequeños mercados, fuegos artificiales y villancicos en cada rincón. El rostro de importantes ciudades como Nueva York, Londres, Berlín o Roma se transforma para convertirse en auténticos nacimientos que arrancan suspiros de grandes y chicos: Árboles gigantescos, pistas de patinaje sobre hielo, conciertos urbanos y mucha luz en medio de la nieve es parte de su oferta. Estas son las ciudades navideñas que no te puedes perder:
1. Nueva York, en los Estados Unidos
La Navidad es para muchos la mejor época de Nueva York. Sus eventos y costumbres son mundialmente conocidos, como el encendido del gigantesco Árbol del Rockefeller Center. El miércoles después del Día de Acción de Gracias, simbolizó el comienzo de la Navidad en esta ciudad con la ceremonia de encendido de este Árbol de más de 20 metros de altura y 30 mil luces de colores.
Esta tradición data de 1931, cuando los trabajadores que construían el complejo plantaron en el terreno un pequeño árbol de Navidad. Todo un referente a nivel mundial. Y bueno, quién no ha soñado también con dar un paseo en carruaje por Central Park como en las películas románticas americanas o patinar sobre hielo alrededor del abeto más famoso del mundo.
Y desde luego no pueden faltar las compras. Es otra tradición más actual y no hay mejor sitio que hacerlo que Nueva York, la capital de las tiendas, la moda y las ofertas navideñas.
2. Finlandia
¿Aún no le han enviado su carta a Santa Claus? Pues si viajan a Rovaniemi, en Finlandia, podrán entregársela en vivo y a todo color. Y es que en esta ciudad ubicada en la Laponia finlandesa se ubica “La Villa de Santa Claus”, conocida por albergar la casa del personaje más querido y esperado en esta temporada. Un lugar donde la leyenda se convierte en realidad.
Rovaniemi, ubicada en el círculo polar ártico es un lugar de cuento con casas de madera pintadas de rojo, una mágica fábrica de juguetes y la mismísima oficina de correos donde llegan cartas de niños de todo el mundo. Todo ello en un entorno idílico de bosques con pinos y abedules, en medio de montañas nevadas, trineos, y un ambiente en el que la presencia de Santa Claus le imprime un espíritu único. El mismísimo Papa Noel saluda a los visitantes y les desea felices fiestas en todos los idiomas posibles y en cualquier temporada del año.
El Pueblo de Santa se ha convertido desde el año 2000 en la atracción más importante de toda la Escandinavia, en torno a esta figura. La cantidad de los visitantes internacionales, incluso, se cuadruplicó en pocos años, hasta contar hoy en día con medio millón de visitantes al año. Y es que imagínense esta aventura: ver a Santa, a sus renos jalando trineos y a uno que otro duende que le ayuda con los juguetes. Por si fuera poco en la Villa hay muchas actividades para los turistas: safaris, exposiciones, y todas actividades alrededor de la nieve y de Papa Noel.
3. Medellín, Colombia
Cada año impresiona a su gente y visitantes con un espectáculo de color en Navidad. Se trata del Alumbrado Navideño de Medellín que es tan impresionante como ver un río cubierto de luces de colores simulando las olas del mar y barquitos navegando.
Se trata de un evento tradicional que con los años, ha buscado ampliar aún más la disponibilidad de recursos energéticos y presupuestales para contagiar a la población de espíritu navideño. Más de 14 millones de luces, 300 kilómetros de cables iluminados, 21 parques, 4 kilómetros de recorrido de alumbrados en el centro de la ciudad y programación cultural durante todo el mes, hacen de diciembre una de las mejores épocas para visitar a Medellín.
En el año 2012 el alumbrado de Medellín fue seleccionado por National Geographic como una de las diez ciudades más sorprendentes del mundo para recordar la Navidad, así que como verán esta explosión de luz es de llamar la atención.
4. Quebec en Canadá
A lo largo del año hay un sinnúmero de experiencias para todas las edades y todos los bolsillos, sin embargo, este mes, cuando todo se pinta de blanco y hay luces brillando por doquier, es una época que sin duda, hay que vivirla al menos una vez en la vida.
Una fina capa de nieve sirve de alfombra por toda la ciudad. Aquí los villancicos se cantan en francés y en inglés, mientras los mercados navideños ofrecen artesanías y los mejores manjares culinarios de Canadá: vinos, sidras, y quesos para un maridaje perfecto. La Navidad canadiense es también una fiesta muy dulce: destacan los barley candies, unos caramelos a base de malta con formas navideñas; y los chicken bones, huesos de pollo rosados con sabor a canela y chocolate.
- Y si se trata de actividades pues de entrada, déjense seducir por los miles de productos del mercado navideño de Noël Signature, que se ubica en el Viejo Puerto de Quebec. Es la ocasión ideal para descubrir la región y sus productos.
- Después la parada obligada es en la parroquia de Rivier Eternité que presenta una notable exposición de más de 250 nacimientos. Por eso, no es extraño que la llamen “la aldea de los belenes”, es una verdadera belleza.
- Por otro lado, el Museo Ferroviario Canadiense Exporail invita a los visitantes de todas las edades a rememorar las fiestas navideñas de antaño y a viajar en el tiempo. Los adultos y los niños de más de 13 años pueden tomarse un tecito a la británica en sus vagones sólo durante estas fiestas.
5. París
La siempre bella Ciudad de la Luz cambia de rostro en esta temporada y se convierte en un sitio aún más acogedor de lo que ya es, pues sus calles iluminadas invitan a soportar el frío y a deslumbrarse ante cada detalle. En esta ciudad es difícil elegir hacia dónde mirar en esta época navideña: arcos luminosos, luces multicolores, llamas incandescentes y proyecciones centelleantes visten de lujo las avenidas de la capital francesa.
Es de llamar la atención la iluminación de Champs-Elysées, la Gran Noria, la Torre Eiffel, hasta de las Galerías Lafayette! Y bueno ni qué decir del gran árbol de Navidad frente a Notre Dame, donde una visita es algo que no se pueden perder esta temporada, más allá de la religión que se profese. Y para rematar este espectáculo de luces, nada como presenciar los fuegos artificiales de Nochebuena desde el Río Sena, una cosa romántica en serio, digna de postal, de selfie o de lo que más les guste.
6.Madrid
Madrid es una de las ciudades europeas más pintorescas durante esta temporada navideña, se trata de una fiesta de luces, símbolos y convivencia que vale la pena descubrir. De entrada, la Plaza Mayor abre el mercado más famoso y tradicional de la ciudad, el cual atare a miles de personas a las compras, pero sobre todo a la celebración.
Calles, plazas y edificios están iluminados con millones de lámparas que afirman, cumplen con eficiencia energética. Lo que sí es un hecho es cada calle iluminada tiene un propósito y fue pensada y diseñada por notables artistas españoles, dicho en otras palabras, hay diversas expresiones artísticas que valen la pena contemplar.
Entre las propuestas podemos encontrar la decoración de los diseñadores Ángel Schlesser, Hannibal Laguna o Purificación García, entre muchos otros que desfilan en forma de luz, por las calles de la ciudad. Un collage de símbolos, un paisaje luminoso que se lanza sobre las calles de Madrid avivando el espíritu festivo de estas fechas.
7. Alemania
Alemania, a través de sus diversas ciudades, representa el auténtico escenario de Nacimientos de madera iluminados y adornados con motivos de colores, que destilan olor a pino, canela y jengibre en medio del frío y el humo de la chimenea.
Hamburgo, Berlín y Núremberg son ejemplo de ello. Esta última ciudad posee un mercado navideño que atrae, nada más y nada menos que a más de dos millones de visitantes cada año. Y es que a diferencia de otros, el consejo del mercado navideño de Núremberg está muy comprometido a asegurarse que únicamente se vendan juguetes tradicionales hechos a mano. Es tal su belleza que se instauró un concurso con las mejores piezas y los mejores puestos. El ambiente es de total celebración, los adultos pueden disfrutar del condimentado jengibre de Núremberg, y tazas de vino caliente, mientras que los niños gozan el Museo de Juguete.
En la capital alemana, Berlín, las cosas no varían tanto a pesar de ser una gran metrópoli, pues se pinta de luces y pequeños mercados. Aquí lo mero bueno es probar algo de la deliciosa gastronomía alemana: pan de miel, almendras tostadas, vino caliente con canela y hasta gansos vivos para cocinar son algunos de los delicatesen que se pueden encontrar en cualquier calle de Berlín. Patinaje sobre hielo, bailes y villancicos son algunas de las actividades que la ciudad germana también ofrece a sus turistas.
8. Roma
Roma es una ciudad más viva que nunca en estas fechas, repleta de arreglos navideños, conciertos especiales y pequeños mercados artesanales. El ajetreo que provocan los millones de peregrinos que llegan a este destino le dan un toque especial, que lejos de ser caótico, no es por nada pero está impregnado de buena vibra y espíritu navideño. Y es que uno de los momentos más especiales para los creyentes católicos es la Misa de Gallo que se celebra la noche del 24 al 25 de diciembre en El Vaticano.
Además este año un abeto blanco de 25 metros de altura adorna la Plaza de San Pedro, lo cual dota de más símbolos navideños la postal de esta ciudad. La Navidad se siente por todas partes. Las iglesias romanas se llenan de Nacimientos, siendo el principal el de la Plaza de España. Además, en Nochebuena se celebra un concierto de música clásica al aire libre en la Plaza del Quirinal y en la Plaza del Popolo hay una fiesta popular para celebrar el fin de año.
A esto súmenle la belleza natural de la ciudad de Roma, aunque eso sí, aquí no encontrarán mucha fiesta, porque la mayoría de los comercios cierran sus puertas, aquí lo que manda es la belleza y el espíritu de esta temporada.
9. La ciudad Gramado, en Brasil
Cuando hablamos de las ciudades más navideñas del mundo pensar en Brasil no hace mucha coherencia si no fuera por Gramado, un destino alejado del cliché de que todo en este país es sol y la playa. Pues resulta que la Navidad es su inspiración y forma de vida y la celebran durante dos meses completos.
Gramado se ubica al sur de Brasil, a unos 120 kilómetros de Porto Alegre, y se asemeja a una aldea alpina, lo que le ha ganado su apodo de la “Suiza de Brasil”. La Aldea de Papá Noel es un parque temático donde se puede visitar la casa de Santa, conocer a sus renos, la fábrica de juguetes o pasear por la Plaza de la Nieve, con nieve artificial, además de otros lugares con espíritu navideño. Fuera del parque temático, la ciudad de Gramado celebra el evento Natal Luz desde finales de octubre a principios de enero.
Pero no se conforman simplemente con decorarlo todo, dedican su vida a celebrar la Navidad con una multitud de actividades: teatro, desfiles, shows, coros, conciertos, exposiciones, todo para agasajar a los visitantes que literalmente invaden la ciudad para empaparse del espíritu de la Navidad.
10. Londres
Londres es otra de las capitales europeas donde la Navidad se respira en cada rincón. La ciudad brilla literalmente con todas las guirnaldas y juegos de luces iluminando parques, calles y centros comerciales. El más famoso: Harrods, su fachada es todo un espectáculo en sí mismo.
Y qué me dices del árbol navideño de Trafalgar Square, la pista de hielo bajo el London Eye o el mercado de Navidad Winter Wonderland en el corazón de Hyde Park? Pues todos estos son sólo algunos de los alicientes para vivir estas fechas como un verdadero londinense.
También está el invernadero del Real Jardín Botánico de Kew, un extenso jardín situado en el sudoeste de Londres, declarado Patrimonio de la Humanidad que se ilumina en rojo para celebrar la llegada de la Navidad.
Por estas y más razones la capital británica es uno de los destinos más visitados en Navidad. Y es que no hay nada que se vea más inspirador que disfrutar a la orilla del Thamesis los fuegos artificiales lanzados desde South Bank, todo un espectáculo.
La fiesta londinense se celebra también en los pubs y las discotecas del Soho, Picadelly o Camdem. Y para los golosos, es una buena época que la hora del té esté acompañada por un famoso Christmas pudding inglés.