Sal de tu casa y conoce el Estado de México
Sal de tu casa y conoce el Estado de México
Prácticamente todo lo que un viajero busca lo puede encontrar en el Estado de México: vestigios prehistóricos, zonas arqueológicas, destinos virreinales, Pueblos Mágicos y muchos más con encanto, es lo que reúne esta tierra pujante y de gran atractivo turístico en nuestro país. Pero lo más importante, aquí vivirán experiencias que se adaptan a todos los bolsillos, impregnadas de aromas, de adrenalina, de relajación y de convivencia familiar. Su biodiversidad es especialmente variada, pues se ubica en una de las zonas más altas de la altiplanicie mexicana. Así podrán disfrutar desde paisajes áridos hasta fértiles tierras flanqueadas por los imponentes volcanes. Y no olvidemos su patrimonio intangible como sus fiestas, tradiciones y gastronomía, recuerdos que permanecen por siempre en la memoria.
1. Volar en parapente en Valle de Bravo
El Pueblo Mágico de Valle de Bravo es considerado la meca del vuelo libre de parapente en México. Atrévete a abrir el horizonte y haz tuyo un paisaje que se ensancha conforme ganas altura. No necesitas ser un experto para practicar este deporte y sentir el placer de romper el viento, pues podrás hacerlo con un instructor. Incluso, toda la actividad de despegar desde una ladera, conducir en el aire y el aterrizaje es realizada por un guía certificado para pilotear el equipo y llevar pasajeros en forma segura.
Valle de Bravo cuenta con dos zonas de vuelo, el despegue puede realizarse del Cerro de la Cruz, también conocido como La Torre, ubicado a 2,500 metros a orillas del lago. El otro sitio es El Peñón, considerado como el mejor sitio de vuelo de México, ideal para pilotos intermedios y avanzados.
Te recomendamos que antes de iniciar esta aventura te informes sobre los operadores certificados con los que cuenta este destino. Alas del Hombre o Vuelo Libre, son una buena opción. Los precios del tour en parapente con instructor oscilan entre los 1800 pesos por persona y la aventura dura en total unas 2 horas, incluyendo el registro, vuelo, recorrido por la reserva de Monte Alto y la entrega de certificados.
Disfruta de un vuelo en el que podrás contemplar un paisaje inigualable sobre las montañas cubiertas de bosques y el pintoresco pueblo de Valle de Bravo y su monumental presa Miguel Alemán. Combina esta actividad llena de adrenalina con alguna de las tantas que ofrece este Pueblo Mágico.
¿Qué tal una sesión de spa, navegar tranquilamente por su lago o probar su deliciosa gastronomía para complementar esta experiencia que literalmente te hizo tocar el cielo?
2.Vibrar con el espectáculo de las mariposas monarca
Los bosques vivos del Estado de México se visten todos los años de color naranja, lo que significa el arribo de la Mariposa Monarca. Tres fantásticos santuarios de la entidad regalan cada año, del mes de noviembre y durante todo el invierno, un espectáculo que no tiene comparación, al reunir a millones de mariposas que hibernan en los templados bosques mexiquenses. La Monarca, siendo tan frágil, realiza un fantástico recorrido de entre 2,000 y 4,500 kilómetros de ida, y otros tantos de vuelta, de los bosques de Canadá y Estados Unidos a México.
Para ir a su encuentro pueden hacerlo en los santuarios “Ejido el Capulín”, en el Municipio Donato Guerra; “Piedra Herrada”, en Temascaltepec, que está muy cerca de Valle de Bravo y “La Mesa”, en San José del Rincón. Vayan con toda la familia desde temprano para que puedan ver a las mariposas más activas por el calorcito, eso sí solo hay que llevar zapatos cómodos para poder desplazarse cómodamente por los senderos de estos bosques y una buena chamarra. Verán que no sentirán cansancio, solo mucha adrenalina y emoción de sentir el cosquilleo del movimiento de las alas de estos singulares huéspedes del Estado de México que año con año nos crean conciencia sobre la importancia de su cuidado y respeto al medio ambiente.
En este sentido, con la finalidad de proteger los recursos naturales del área y en especial los fenómenos de hibernación, reproducción y migración de la mariposa Monarca, las actividades de observación sólo se pueden llevar a cabo en los santuarios y senderos autorizados. Programen bien su visita a través de los prestadores de servicios turísticos y guías autorizados para que la experiencia sea inolvidable.
Y vamos ahora a otra más que los dejará literalmente sin aliento.
3. Contemplar un amanecer en Teotihuacan desde las alturas
Vuela en un globo aerostático y disfruta conforme el Sol brinda sus primeros rayos de luz, la sensación de flotar con el viento sobre la zona arqueológica más grande y visitada de toda América. Una inmejorable manera de apreciar Teotihuacan, y cualquiera que sea el tipo de aventura que busques, ya sea romántica, o más bien intrépida, la sensación de contemplar la Ciudad de los Dioses desde las alturas, será igualmente conmovedora.
Las empresas que ofrecen esta experiencia, y cuyos pilotos deben estar certificados, tienen como punto de encuentro la ciudad de México, de ahí salen entre 5:30 y 6:00 de la mañana, o en el caso de empresas como “Volare”, puede ser directo en su “globopuerto”. Y es que el vuelo se lleva a cabo al amanecer en San Francisco Mazapa, a un costado de las Pirámides ya que las primeras tres horas después de que sale el Sol son las más indicadas para poder elevar estas aeronaves y la travesía puede durar de 45 minutos a una hora y media.
Si quieres volar en grupo, hay globos con capacidad desde 2 y hasta 10 pasajeros, dependiendo del peso. Eso sí, si quieren llevar niños pueden hacerlo siempre y cuando sean mayores de 5 años y con madurez para atender instrucciones del piloto y la tripulación. Aventúrate a conocer la forma más antigua de volar en una zona de inigualable esplendor del Estado de México.
4. Disfrutar un concierto de música clásica en Tepotzotlán
Llegamos a otro Pueblo Mágico del Estado de México, un tesoro colonial en toda la extensión de la Palabra: Tepotzotlán.
Poco antes de llegar a la caseta de cobro de México a Querétaro se ubica este pintoresco destino que posee una obra maestra del barroco mexicano: el Ex Convento de San Francisco Javier, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este maravilloso templo ya es un motivo suficiente para visitar este municipio mexiquense, sin embargo imagina combinar esta experiencia con un concierto coral o de música clásica mientras te pierdes en los detalles de esta monumental obra barroca, sus retablos y detalles.
La cartelera del Museo Nacional del Virreinato incluye estas presentaciones que bien pueden ser combinadas con una visita a lo largo y ancho del Pueblo Mágico, sin embargo, disfrutar de este templo a través de la música no tiene comparación. Ensambles como Avi Canori o Voz Art han integrado la cartelera permanente, lo mismo que Tenores y Sopranos de México o los niños cantores de Tepotzotlán, así que ten por seguro que puedes encontrar algo muy interesante en tu próxima visita. Solo checa la página del Museo Nacional del Virreinato para que puedas programar un buen viaje en familia. Así es los conciertos son casi siempre a las 13:00 horas, así que te darán tiempo suficiente para después ir a comer a alguno de los restaurantes típicos de este Pueblo Mágico.
5. Aventura en La Marquesa
Localizado a 34 kilómetros de la Ciudad de México, el Parque Nacional Miguel Hidalgo, mejor conocido como La Marquesa, es una reserva natural de 1,800 hectáreas, cuyos bosques brumosos invitan a miles de familias a ponerse ropa abrigadora para ir en busca del descanso y la diversión. Exactamente pues está rodeado de bosques de coníferas y montañas de clima frío y es ideal para la práctica de montañismo, senderismo, observación de la flora y fauna, y paseos a caballo. Y no por nada es un favorito del turismo pues además aquí van a encontrar tirolesas, pesca de trucha, áreas de asadores y picnics, pistas de go-karts y renta de motos, en pocas palabras, una excursión completa!
Si le quieren poner un acento cultural a la visita pueden adentrarse al obelisco que conmemora la batalla comandada por el cura Miguel Hidalgo, en el Monte de las Cruces. Y para cerrar con broche de oro encontrarás ante tus ojos una caravana de merenderos, los cuales son muy asediados tanto por quienes llegan a pasar el día a esta zona boscosa, como por los que sólo van de paso. Así que ya los saben, incluir a la Marquesa como próximo destino de fin de semana es la mejor vía para salir de la rutina y gozar de una bocanada de aire fresco.
6. Admirar el talento artesanal de Metepec
El Pueblo Mágico de Metepec es reconocido nacional e internacionalmente como uno de los principales centros alfareros del país y cuenta con el registro de marca para sus piezas de barro, como el conocido Árbol de la Vida. Los árboles de la vida han llegado a considerarse emblemáticos del municipio y son parte de una tradición de escultura en barro que sólo se encuentra en Metepec.
Durante la mayor parte del período colonial, la cerámica en el Estado de México se producía principalmente para el autoconsumo y se convirtió en una fusión de técnicas y diseños españoles e indígenas. Conoce y déjate maravillar por la técnica que maestros artesanos imprimen al Árbol de la Vida así como a otras obras, sin duda lo más disfrutable de la visita es entrar a sus talleres y hablar con los creadores que siempre están dispuestos a mostrar su trabajo; es un inolvidable viaje al mundo de la creatividad popular. Tal es el caso del Taller el Sol en la calle cinco de mayo, aunque una visita también debe contemplar el mercado de artesanías.
No pierdan la oportunidad de visitar el Municipio de Metepec; ahora si quieren ver el talento completito del Estado pues chequen el catálogo que tiene el Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México IFAEM, con el trabajo de los maestros artesanos. Apoyemos al talento mexiquense, y de las obras hechas por el hombre ahora qué les parece si pasamos a las creaciones de la naturaleza. Un motivo más para quedarnos sin aliento con las experiencias que nos ofrece el Estado de México.
7. Grutas de la Estrella
A 12 kilómetros del Pueblo con Encanto, Tonatico, se encuentra un regalo único de la naturaleza: las Grutas de la Estrella. Así es, esta zona declarada área natural protegida, es un sistema de cuevas y galerías formadas desde hace miles de años por la erosión de las filtraciones y corrientes subterráneas de los cerros calcáreos del sur del Estado de México.
Para encontrarte con las caprichosas formaciones de estalagmitas y estalagmitas es necesario descender por unos 400 escalones bien acondicionados e iluminados que te irán sumergiendo, a través de sus senderos, a una experiencia realmente impresionante. Siempre de la mano de un guía, en este recorrido que dura alrededor de una hora, conocerás más a fondo este fenómeno natural a la vez que, con un poco de imaginación encontrarás las más variadas formas y siluetas. Saca tu cámara y retrata estas formaciones para que te lleves en algo más que la memoria. Ahora eso no es todo, los espíritus más aventureros también pueden bajar a rapel de 25 a 30 metros hasta el río Zapote que recorre gran parte de las grutas.
Cualquiera que sea la experiencia que elijas, la fascinante sensación de estar en las entrañas de la tierra, es impactante. Y todo esto combinado con el silencio interrumpido por el correr del río y alguno que otro chirrido de murciélagos, lo hace todavía más estremecedor. ¿Te gustó conocer el Estado de México?
8. Subir al cráter del Nevado de Toluca
El volcán de Xinantécatl, mejor conocido como el Nevado de Toluca es el único en el mundo a cuyo cráter se puede llegar por carretera. Se ubica a 48 kilómetros al suroeste de la ciudad de Toluca y se levanta a una altura de 4 mil 558 metros sobre el nivel del mar.
Para llegar desde Toluca hay que tomar la carretera de Temascaltepec hacia el pueblo llamado Las Raíces, camino que conduce directamente hacia el cráter. Eso sí, si van en auto tendrán que dejarlo en la caseta de Los Venados, para después seguir caminando una distancia de 2 kilómetros hasta dicho punto. Y es aquí donde aparecen en todo su esplendor dos bellas lagunas conocidas como el Sol y la Luna, que con el paso del día se pintan en tonos verdes. Fíjense que durante la época prehispánica, los habitantes depositaban ofrendas de copal y objetos de culto en sus aguas.
Durante primavera y verano mucha gente acude hasta aquí a pescar truchas e incluso, previa autorización es posible bucear. Pero lo mejor de todo es caminar y contemplar la naturaleza y las panorámicas que nos regala este coloso. En invierno la experiencia es digna de fotografía, pues casi siempre se pinta de blanco y es de lo más divertido ir con toda la familia a jugar con la nieve, pero también lo disfrutan al máximo los expertos en alpinismo y ciclismo de montaña. Tomen en cuenta que la temperatura promedio en el Nevado de Toluca va de los -2 a los 12 grados, por lo que siempre deben ir bien preparados con ropa abrigadora.
¿Qué opinas de este rincón del Estado de México?
9. Relajarse en los parques acuáticos de Ixtapan de la Sal
Ixtapan de la Sal es un refugio de paz y relajación que está en el Estado de México, un sitio que te espera para que disfrutes de sus aguas termales y goces todas las bondades con las que naturaleza ha dotado a este Municipio ubicado a 118 kilómetros al suroeste de la Ciudad de México. El plan bien puedes hacerlo para disfrutar en pareja de un merecido descanso y dejarte consentir en un spa, pero también los niños tienen un lugar especial en sus balnearios llenos de toboganes. Para ello, el Parque Acuático Ixtapan es el lugar ideal, pues es considerado como el más grande de Latinoamérica y además de los toboganes, podrás disfrutar de un extraordinario baño en tinas romanas o divertirte en albercas techadas y de olas.
Los amantes del golf encontrarán en este destino un lugar ideal para mejorar su swing, pues aquí se encuentra el Gran Reserva Ixtapan Country Club, un desarrollo inmobiliario de alto nivel que cuenta con un lago interior y un campo de golf de 18 hoyos. Pero lo más valioso son los momentos en familia, deslizarse en los toboganes, sentir el calor de las aguas termales relajando todito tu cuerpo y terminar la tarde con una caminata por las calles empedradas de este maravilloso pueblo típico mexicano.
10. Disfrutar el pasado prehispánico y colonial del Estado de México
Llegamos hasta el Pueblo Mágico de Malinalco, el cual se ubica a solo 104 kilómetros del centro de la Cuidad de México y 69 de la ciudad de Toluca. En este colorido destino mexiquense donde convive el pasado prehispánico con el colonial descansan los vestigios de una escultura de un guerrero águila, que los asombrará. Es más, solo por eso vale toda la pena una visita a este místico lugar.
Así es, fíjense que en el Cerro de los Ídolos, ubicado al poniente de la cabecera municipal, se encuentra la zona arqueológica de Malinalco, la cual es única en América por su construcción monolítica, o sea, por estar tallada en la misma roca.
Este centro ceremonial mexica es uno de los tantos imperdibles con los que cuenta Malinalco así que podrás combinar esta interesante experiencia con un paseo por su tranquilo pueblo colonial flanqueado por impresionantes escenografías montañosas. No pueden dejar de visitar el Convento Agustino del siglo XVI que se encuentra en el primer cuadro de la cabecera Municipal y que fue fundado en 1540 por frailes agustinos, en su interior alberga hermosos frescos originales que decoran los techos y muros de los pasillos. Como pueden ver, Malinalco es un pueblo empapado de historia, cultura y también tradiciones. No pierdan la oportunidad de quedarse un fin de semana y ser parte de un interesante movimiento cultural donde el pasado se refleja en cada rincón.