Top 10
10 experiencias en CDMX que hay que vivir al menos una vez
Capitalinos o no, hay ciertas actividades únicas de la Ciudad de México que tenemos que vivir al menos una vez en la vida en esta enorme metrópoli con muchos años de historia. ¿Cuántas llevan ustedes?
1 Remar en el lago de Chapultepec
La primera sección del Bosque tiene muchos puntos interesantes, entre ellos el magnífico -y único en México– Castillo de Chapultepec (sede actualmente del Museo Nacional de Historia), el zoológico y, por supuesto, su lago artificial. Aquí lo típico es rentar una lanchita de pedales o remos para pasar la tarde en un remanso de paz cercano al Paseo de Reforma. Obviamente es una experiencia que se puede disfrutar más en pareja.
2 Pasear en una trajinera
Al sur de la CDMX está Xochimilco, quizás el mejor recuerdo de la ciudad prehispánica levantada por los mexicas o aztecas. Subirse a una trajinera y pasear entre los canales, y si se atreven hacer una parada en la Isla de las Muñecas, es un must de la ciudad. Para pasarla en grande, lo mejor es ir en grupos de amigos, con sus bebidas, botanas y bocinas para escuchar buena música.
3 Comer tacos al pastor
Los capitalinos somos garnacheros de corazón y los tacos al pastor son los reyes de nuestra “alta cocina” (en competencia con los tacos de suadero y los de canasta, las quesadillas y las tortas). Los enormes trompos de carne de cerdo adobada son ya parte del paisaje de la ciudad; eso sí, hay que comerlos como se debe: con cebolla, cilantro, piña, limón y mucha salsa picante.
4 Ir a un espectáculo de Lucha Libre
La Arena México ha visto a desfilar a muchos grandes de la AAA o del CMLL. Y, desde hace años, los martes en la noche son sinónimo de peleas entre los rudos y los técnicos. Les aseguramos que se trata de una experiencia catártica: gritarle a su luchador de preferencia y abuchear al “villano” ayuda a quitarle el estrés del día.
5 Ver toda la ciudad desde la Torre Latino
Aunque ya no es el edificio más alto de la ciudad, en su época la Torre Latino fue símbolo de la modernidad del ex Distrito Federal. Desde el mirador de uno de los últimos pisos se obtienen las mejores vistas de la ciudad; y si el día está despejado, llegarán a ver los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Además, podría ser un sitio muy romántico, al estilo “Solo con tu pareja” de Cuarón.
6 Comer en alguno de sus mercados
¿Quieren probar los mejores ingredientes de la ciudad? Entonces tienen que darse un paseo al Mercado de San Juan, de más de 150 años de antigüedad. Aquí encontrarán los mejores pescados y mariscos, así como quesos y otras delicias como chapulines, escamoles y frutas exóticas.
7 Ir a las ofrendas monumentales de la UNAM
El Día de Muertos en la ciudad ofrece muchos atractivos interesantes, como las ofrendas que se colocan en la casa del Indio Fernández y las del Museo Dolores Olmedo. Pero una de nuestras favoritas es la mega ofrenda monumental que organiza la UNAM que, todos los años, tiene un eje temático en el que participan las facultades y escuelas incorporadas. Sus sedes son Ciudad Universitaria o el Centro Histórico (como fue en 2016).
8 Probar los chicharrones preparados y los dorilocos
Estas botanas son solo para estómagos aguantadores. Los chicharrones y los doritos se preparan con todo: salsa, crema, lechuga, cueritos y, prácticamente, lo que se ponga enfrente.
9 Ir a un partido en el Estadio Azteca
No importa si son americanistas o le van a las chivas, si aman u odian el futbol, tienen que ir a un partido en el Coloso de Santa Úrsula. El ambiente que se crea, con gritos y chiflidos, es muy emocionante (incluso si no pelan lo que ocurre en la cancha).
10 Comprar artesanías y antojitos en Coyoacán
Al sur de la ciudad está este Barrio Mágico lleno de museos, casas de personajes famosos y una magnífica plaza que nos hace sentir como si abandonáramos la capital a solo unos kilómetros. Además de sus riquezas culturales, Coyoacán sobresale por sus artesanías y piezas de artistas locales (ideales para los que les encanta chacharear), así como por su variedad de antojitos –desde churros a esquites, hasta atoles y gorditas de nata- y restaurantes para todos los gustos y presupuestos.