Tamaulipas: la sorpresa de méxico
El estado de Tamaulipas tiene 370 kilómetros de frontera con Texas y otros 433 de litorales y playas sobre el Golfo de México. Su geografía es rica y fascinante.
Desde niña uno de mis platillos favoritos es la “carne tampiqueña”, inventado por José Inés y Fidel Loredo cuando llevaron su restaurante de Tampico a la Ciudad de México y crearon un almuerzo que hiciera honor a la Huasteca de Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí, su tierra natal: un generoso plato ovalado como esa región, con enchiladas verdes que representan el campo, un filete asado en tira como el Río Pánuco, guacamole y frijoles que semejan los frutos de la tierra y el petróleo… además del queso blanco que simboliza la honradez de quienes habitan en la Huasteca.
Salud, cacería, pesca
Tamaulipas cuenta con infraestructura y 27,000 habitaciones de hotel para todo gusto y presupuesto. En sus puntos fronterizos de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros –que colindan con Laredo, McAllen y Brownsville–, abunda el turismo de negocios y salud, así como resorts y alta gastronomía, grandes almacenes y espectáculos de primera.
En la mayor parte del estado, pero sobre todo en el centro, existen alrededor de 700 ranchos en los que se puede practicar el eufemísticamente llamado “turismo cinegético de pelo y pluma”, es decir la cacería de aves y especies terrestres, que atrae a miles de aficionados. Pero también existe la pesca deportiva –con “catch and release” incluido– en una decena de presas de agua dulce a lo largo del territorio, con competencias de alto nivel en las seis principales marinas del Golfo: Playa Bagdad, Carbonera, La Pesca, Barra del Tordo, Playa Miramar y Tesoro.
Sol, arena… y magia
Al sur de Tamaulipas se encuentran los principales destinos para el turista en busca de descanso, cultura, romance, música, aventura, sol y playa.
Tampico en primer lugar, con sus múltiples atractivos: restaurantes, bares, el nuevo Museo del Niño, sus hermosas playas y gente amable. Pero también destaca la urbanizada capital Ciudad Victoria, las urbes como Ocampo y Altamira con sus paseos acuáticos, o Ciudad Mante y Aldama con sus espectaculares cavernas y cenotes –como El Zacatón, que con diámetro de 116 metros y 319 abajo es el más profundo del mundo.
El estado tiene dos Pueblos Mágicos: Mier, donde las artesanías son tradición familiar, y Tula al suroeste, que conserva sus construcciones y riqueza artesanal como valores del pasado –cerca de la Reserva de la Biósfera El Cielo, en Gómez Farías: un paraíso natural que quita el aliento con su belleza.
Gastronomía de Tamaulipas
En Tamaulipas el tema de la comida se cuece aparte. Igual que la música y el baile tradicionales, ya que todos los años se lleva a cabo un Concurso Nacional de Huapango Huasteco en el que participan niños desde pequeñitos hasta los 12 años, así como parejas de jóvenes y adultos ataviados con vestidos y cueras tradicionales, bailando en parejas.
Volviendo al paladar, digamos para abrir el apetito que Tamaulipas es uno de los nueve estados del país reconocidos como productores de Mezcal, nuestro destilado por excelencia que se produce en las serranías de San Carlos y acompaña muy bien el cabrito al horno o al pastor, la carne de venado, las parrilladas, el pollo y el cerdo, así como los mariscos, los diferentes platillos de camarón, las jaibas rellenas, además de pescados como el huachinango, el róbalo y la negrilla.
Entre los platos tradicionales destacan las gorditas rellenas, los tamales de cerdo, las sopas de mariscos, la carne seca con huevo y la tampiqueña, los cebiches, las “tortas de la barda”, el asado de puerco, las ricas migadas y el impresionante tamal zacahuil.
¿Y de postre?… gorditas de piloncillo, camote con piña, frutas cristalizadas, cocadas de piña o nuez, y las deliciosas rosquitas de maíz conocidas como “pemole”.
Con todo esto y mucho más, en Tamaulipas nadie puede quedar insatisfecho.
Aventura y ferias de Tamaulipas
La geografía de Tamaulipas –con 43 municipios en seis regiones– y sus bellos escenarios naturales son perfectos para quienes buscan la aventura con diferentes dosis de adrenalina: rápidos, escalada, rappel, grutas, paseos en bicicleta, senderismo… o la tirolesa de un kilómetro en la Reserva El Cielo. Todo para llenar Instagram.
En la entidad abundan las celebraciones religiosas que rinden culto a los muchos santos y patrones de las comunidades y pueblos a lo largo del año, como la procesión náutica de la Virgen del Carmen, en Tampico o la fiesta de San Francisco de Asís a comienzos de octubre. De forma paralela, las principales ciudades realizan ferias y exposiciones con música, espectáculos y gastronomía, entre las que sobresalen los grandes carnavales previos a la Semana Santa en Ciudad Madero, Altamira y Tampico; la Feria Estatal en el Parque Bicentenario de la capital, donde participan todos los municipios, así como los festivales culturales con orquestas de talla internacional, también en Ciudad Victoria.
Con hospitalidad, rica fauna y belleza natural, Tamaulipas es La Sorpresa de México: un destino sin igual que el secretario Fernando Olivera Rocha está potenciando con su gran experiencia turística. Esperemos que en un futuro cercano el estado atraiga al mercado de observadores de aves –incluidas las Mariposas Monarca– que cuenta con más de 60 millones de aficionados en Estados Unidos, todos viajeros de larga estancia.
Mientras tanto, en esta temporada habrá grandes sorpresas, y se han implementado ya los “Ángeles Azules” en las carreteras… Que aunque no cantan, suenan muy bien.