Turismo & Política
¿Ya fue el Foro Nacional de Turismo?
No se ofenda nadie si digo que el Foro Nacional de Turismo estuvo cerca de irse a La Chingada. Me refiero solamente al plan original que ubicaba la realización de dicho evento en Palenque, Chiapas, tierra donde se sitúa el hoy famoso rancho (La Chingada) del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lejos de abrigar al sector turistero en su casa, les hizo el desaire de no asistir al Foro Nacional de Turismo.
Curioso que un hombre como él, que tiene tan presentes las afrentas a la patria, propinadas por los españoles hace más de 500 años, no recordara que durante su candidatura, en 2018, prometió, en el Castillo de Chapultepec, inaugurar el mentado Foro Nacional de Turismo, este año.
¿O será que no le habrá llegado la nueva invitación, luego de que, en febrero, tuvieran que cancelar Foro Nacional de Turismo todo porque los patrocinadores se echaron para atrás, dejando a los organizadores del Foro Nacional de Turismo como novios de pueblo, vestidos y alborotados?
No es por meter cizaña, pero no me extrañaría ni tantito que más de uno haya bloqueado hasta del Face a Andrés, luego de las cuestionables decisiones que ha venido tomando con eso de su 4T.
No, no es que las cuestione yo, que aún así lo habría invitado al Foro Nacional de Turismo. Las cuestionan ellos, los expertos que desde hace varios años han venido diagnosticando las enfermedades y recetando los remedios para este importante sector.
Que si cancelaron el proyecto del nuevo aeropuerto en Texcoco, que si desapareció el CPTM, que si se debe declarar al fenómeno del sargazo como emergencia nacional, que si el Tren Maya es la mejor opción. Todo eso y más se cuestionó en un monólogo que no fue atendido ni por el secretario federal del ramo, ya no digamos por el presidente López Obrador.
Empresarios, pocos, pero bien peinados, secretarios, tarde, pero sin sueño, medios de comunicación, preocupados, no todos por la información, y el alumnado, ese sí, siempre fiel, fueron los que abarrotaron la sala en que se sesionaba el Foro Nacional de Turismo desde el Museo Nacional de Antropología, al grado que varias veces se pidió a los asistentes salir al lobby y ver la transmisión de lo que ocurría adentro, por televisión.
Si, como dice la canción de El andariego, “hay ausencias que triunfan”, bien valdría la pena preguntarse si ésta triunfó. Quizá porque no estuvo el Secretario Torruco hubo menos discursos triunfalistas y más pliegos petitorios de lo que en realidad le hace falta al sector durante los paneles de discusión donde sí participaron senadores y diputados, que se llevaron la tarea a sus escaños.
Lo cierto es que el formato de los foros se está agotando. Quizá sea tiempo de escalar el análisis hacia el plano de la resolución, al de la iniciativa, de la legislación, como sí se hizo con la propuesta para reglamentar el transporte turístico en Quintana Roo.
En la administración pasada vivimos ferias, congresos, foros especializados para el turismo cultural, el gastronómico, el de naturaleza, los Pueblos Mágicos y todo sigue donde inició. Sí, en la espera de que se lance una verdadera política de estado a su favor.
Por eso hoy que es innegable, atendiendo la fecha, que el Foro Nacional de Turismo ya fue, salta la pregunta al aire de cómo debería ser el próximo y para que. Sobre todo ante la cada vez más delicada situación de los patrocinios. Y la genuina preocupación de los implicados por mantener los presupuestos adecuados para participar en las ferias internacionales.
Menos discusión y más acuerdo, menos exposición y más networking, ¿estaría bien? Mientras encontramos esos nuevos modelos, nos vemos en el Tianguis.